Un tribunal turco juzga al padre que presuntamente mató a su propio hijo por ser abiertamente gay
Esta semana se ha celebrado en Estambul el juicio a Yahya Yildiz, de 49 años, acusado de participar en el asesinato de su propio hijo Ahmed, un joven que llevaba una vida abiertamente gay, lo que había generado la hostilidad de su familia. Desde el principio se pensó que su asesinato podía ser un «crimen de honor», sospecha que la investigación policial habría confirmado. Yahya Yildiz ha sido juzgado «en rebeldía» al encontrarse fugado de la justicia turca.
Ahmet Yildiz era un estudiante de Física de 26 años que llegó a representar a Turquía en encuentros LGTB internacionales. En julio de 2008 recibió un disparo a la salida de un café de Estambul. A duras penas pudo coger su coche para perseguir a su agresor o agresores. Malherido, perdió el control, se estrelló y murió poco después. Tanto sus amigos como su pareja, Ibrahim Can, que dejó el país gracias a su pasaporte alemán, mantuvieron desde el principio que el asesinato de Ahmet fue un “crimen de honor» perpetrado por su familia.
Los crímenes de honor cometidos contra homosexuales están a la orden del día en muchas sociedades tradicionales, sobre todo (aunque no exclusivamente) en las de tradición islámica. En Turquía, país de mayoría musulmana pero estado laico, estos crímenes están considerados un delito, aunque organizaciones de defensa de los derechos humanos consideran que sus tribunales de justicia no los persiguen con la intensidad que sería deseable. Ibrahim Can ha declarado que sus expectativas sobre el resultado del juicio «son mínimas».
Como ya hicimos en su momento, os dejamos con un vídeo de homenaje a Ahmet que activistas de todo el mundo, su verdadera familia, elaboraron en su momento:
jamás te olvidaremos, Ahmet Yildiz
tu abuela
Descanse en paz…, y sus verdugos que ‘descansen’ en la cárcel.
Ahmet es mi familia.
Ahmet es mi familia.
Ahmet también es mi familia.
Ahmet gogoan zaitut!!!!!!
Ahmet es mi familia. Que la tierra te sea leve, hermano.
Para que se mire al Islam con simpatía ¿no?
¡Desdechadas religiones, mal del mundo!