Dos personas encarceladas en Pakistán, una de ellas una mujer transgénero, acusadas de celebrar boda gay
En un caso que recuerda a la pareja de Malawi recientemente liberada, la policía de Peshawar arrestó el 24 de mayo al comerciante Malik Muhammad Iqbal y a la mujer transgénero Rani Sangeeta bajo la acusación de intentar celebrar un matrimonio homosexual. Los detenidos niegan que se tratase de una boda, y portavoces de mujeres transexuales acusan a la policía de tomar represalias contra las transexuales que recientemente se habrían negado a seguir pagándoles un «impuesto de protección».
En Pakistán, donde la homosexualidad es un tabú y el matrimonio entre personas del mismo sexo un concepto casi desconocido, la ley castiga con penas de cárcel a «cualquiera que mantenga voluntariamente una relación carnal contra natura con un hombre, mujer o animal». Ahora Rani e Iqbal, que se encuentran en prisión a la espera de ser juzgados, podrían ser condenados hasta a 10 años de cárcel. Sin embargo, ambos niegan haber intentado celebrar una boda. En palabras de Rani, sólo estaban celebrando su cumpleaños, e Iqbal sería simplemente un amigo.
La acusación, no obstante, mantiene que la policia sorprendió a la supuesta pareja y a 43 invitados (también arrestados) en plena celebración de un matrimonio. Las autoridades policiales dicen poseer fotografías y un vestido de boda que lo demuestran. Según el jefe de policía de Peshawar, «[su] investigación muestra que a [Iqbal] lo atraen más esta gente que las mujeres. Él lo ha admitido. Se trata de una enfermedad psicológica cuando a los hombres les atraen los hombres y no las mujeres».
Sin embargo Almas Bobby, presidenta de la Asociación por los Derechos de las Mujeres Transexuales de Pakistán, sostiene una versión muy distinta, que concuerda con la de Iqbal y Rani. Según ella, la policía está sencillamente tomando represalias contra las mujeres transgénero, que se habrían negado recientemente a seguir pagando al jefe de policia a cambio de «protección», así como contra Iqbal, que se negó a expulsar a las mujeres que se alojaban en viviendas de su propiedad.
Según colectivos pro derechos humanos paquistaníes, habría alrededor de 400.000 mujeres transgénero en el país, donde son conocidas como hijras o «eunucos». En torno a 80.000 se han registrado oficialmente desde que Pakistán las reconociera como una minoría el año pasado. A pesar de esto, continúan siendo tratadas como parias, obligadas a bailar y mendigar para sobrevivir.