Prohiben el Orgullo de San Petersburgo pero permiten una marcha homófoba promovida por las juventudes del partido de Putin
El Ayuntamiento de San Petersburgo ha confirmado la prohibición de la marcha del Orgullo LGTB prevista para este sábado, rechazando las tres alternativas propuestas por los organizadores tras la prohibición inicial. Sí permite, en cambio, la celebración de una manifestación «antigay».
Se confirman los sospechas de los activistas LGTB, que consideraron que los argumentos esgrimidos la pasada semana para rechazar el primer recorrido propuesto (la falta de seguridad debido a una obras) eran una mera excusa.
Quienes si han recibido permiso para manifestarse son las juventudes de Rusia Unida, el partido del primer ministro Vladimir Putin, que han convocado para el mismo día una marcha en apoyo de los “valores familiares tradicionales”. “Queremos mostrar que la familia se basa en el amor entre un hombre y una mujer”, ha declarado uno de sus promotores. “Es un chiste”, ha declarado indignada Maria Efremenkova, al frente de la organización del Orgullo LGTB. “Se permite una marcha que va contra los derechos de las personas LGTB en Rusia”, ha añadido.
Aunque los organizadores se plantean recurrir judicialmente la prohibición, se considera prácticamente imposible que el fallo se produzca antes del sábado.
Las embajadas occidentales, indiferentes
Especialmente vergonzoso resulta el hecho de que, a diferencia de lo sucedido en otros Orgullos de países de Europa del Este, las embajadas tanto de los paises de la Unión Europea como de Estados Unidos, Canadá, Noruega y Suiza hayan hecho oídos sordos a la petición formal de apoyo hecha por los colectivos LGTB rusos. “No pedíamos más de lo que las mismas Embajadas han hecho en los casos de Vilna, Bucarest, Belgrado o Bratislava”, ha dicho Efremenkova.
Pese a la prohibición, es muy probable que los activistas rusos intenten manifestarse en algún lugar no previamente anunciado, tal y como hicieron recientemente en Moscú o en la vecina Bielorrusia.
Homofobia y política.
Da la impresión de que si se trata de Rusia cualquier ultraje a los derechos humanos y civiles, libertades, expresiones y demás pasa, curiosamente, «desapercibido». Una vergüenza, la verdad, como bien apuntan.
Pues na! que los LGBT queden en otro punto de la ciudad para hacer una «reunión de amigos»…
Que al paso que vamos, vamos a tener que pedir permiso hasta para ir a cagar!!
Las cosas cambiarán….
Miren esto:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1278183
TREMENDOOOO
La Unión Europea, Estados Unidos, Suiza y demás vendemos nuestros principios y los derechos de quien haga falta por una rebajita en el precio del gas. Damos bastante asco todos.