El Partido Verde acusa al Gobierno alemán de “ignorar a la juventud LGTB”
Kai Gehring, diputado alemán por los Verdes abiertamente homosexual y portavoz de su partido para temas de juventud, ha acusado a la Ministra alemana para la Familia -Kristina Schroeder, del partido democristiano CDU- de ignorar de forma irresponsable las necesidades de los jóvenes LGTB, y ha exigido un plan de acción inmediato para combatir la homofobia.
Dicha acusación se produce en un momento en que la violencia homófoba se recrudece en Alemania: sin ir más lejos en el último mes cuatro hombres gays y una mujer transexual fueron atacados en Berlín, y dos hombres han sido asesinados recientemente en lugares frecuentados por hombres que buscan sexo con hombres.
En realidad, el partido Verde alemán lleva ya seis años solicitando sin éxito un estudio oficial sobre la situación de los jóvenes homosexuales, ya que los estudios generales ignoran esta dimensión. Gehring solicitó al Ministerio para la Familia que explicase su postura sobre las dificultades con que se enfrentan demasiados jóvenes LGTB (tensiones psicológicas, falta de aceptación social, salud física deficiente, acoso y altas tasas de suicidio), y la respuesta fue muy decepcionante: el ministerio negaba cualquier conocimiento de estadísticas de suicidio entre jóvenes LGTB, pese a citar un trabajo de 1999 que estimaba la tasa de intentos de suicidio entre homosexuales en el 18%, cuatro veces más alta que la de los jóvenes heterosexuales.
Peor aún, la respuesta reconocía las dificultades encontradas por muchos jóvenes LGTB, pero no mostraba ninguna intención de actuar al respecto. Según Gehring, la “falta de interés [de la ministra] por entre un 5 y un 10% de los jóvenes es inaceptable”, y calificó su postura de “vergonzosa, ya que sabemos que ‘cerdo marica’ sigue siendo uno de los insultos más usados en los patios de recreo, y que el acoso y la violencia siguen estando a la orden del día». El plan contra la homofobia que Gehring ha solicitado también hace énfasis en los jóvenes de familias inmigrantes, cuya situación es a veces particularmente difícil.
Lo cierto es que aunque la situación de las personas LGTB en Alemania es manifiestamente mejor que en la gran mayoría de países (hay leyes recientes contra la discriminación homófoba, y uniones civiles desde el 2001), no se trata de un paraiso, y el país se está quedando atrás en el camino hacia el reconocimiento de la igualdad de derechos LGTB. Según la Federación de Lesbianas y Gays de Alemania, los ataques homófobos violentos no hacen más que aumentar, y especialmente en las capitales gays de Berlín y Colonia. En semejante contexto, los activistas LGTB echan en falta planes educativos que muestren la homosexualidad de forma integral y transversal, la inclusión de la homofobia en el Plan Nacional contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia, y la codificación de la igualdad de derechos para minorías sexuales en la Constitución.
Pese a tener tantos políticos homosexuales, incluso uno de ellos vicecanciller del gobierno de Merkel este país no hace prácticamente nada, por no decir nada, en favor de los derechos de los homosexuales y los LGTB en general. Es tristísimo.