Naciones Unidas reintroduce la mención a la orientación sexual en su resolución de condena a las ejecuciones arbitrarias
Gracias a la presión de la diplomacia estadounidense, la Asamblea General de Naciones Unidas ha acordado reintroducir la mención explícita a la orientación sexual en la resolución de condena a las ejecuciones extrajudiciales, arbitrarias o sumarísimas que cada dos años aprueba dicha institución.
La anterior mención había sido retirada hace unas semanas por iniciativa de Marruecos y Mali en representación del grupo de países árabes y de la Conferencia Islámica y del grupo de países africanos, respectivamente.
La enmienda propuesta por Estados Unidos ha sido aprobada por 93 votos a favor, 55 votos en contra y 27 abstenciones (merece la pena recordar que la referencia a la orientación sexual había sido eliminada anteriormente por 79 votos a favor, 70 en contra, 17 abstenciones y 26 ausencias).
La resolución final, ya con la enmienda incorporada, ha sido aprobada por 122 votos a favor, cero votos en contra y 59 abstenciones.
En próximos días, una vez Naciones Unidas lo facilite en su web, recogeremos el listado completo de países que han votado en un sentido u otro, de forma que podamos conocer cuáles han modificado el sentido de su voto tras las protestas de los colectivos LGTB y la presión estadounidense.
Es triste que haya tenido que ser sólo EE.UU sin ningún país de la UE o la UE en bloque, cosa cada vez más complicada y difícil, los que hayan acabado con este despropósito iniciado por el corrupto país de Marruecos y apoyado en masa por la Liga Árabe, entre otros países no musulmanes. No obstante la existencia de países no musulmanes no mengua la responsabilidad, la homofobia y el desprecio general que al menos a mí me provoca el islam.
Cuando hay que criticar al catolicismo u otras yo lo hago, pero también critico y criticaré a las demás sin que se me caigan los anillos.
Bueno, pues hasta ahora no he encontrado en ninguna parte la lista de países que votaron la enmienda norteamericana, pero ayer mismo se votó en otro comité de Naciones Unidas el estatus de la ILGA como posible asociación consultiva del ECOSOC, su candidatura fue rechazada pese a contar con 7 votos favorables: Bélgica, Bulgaria, India, Israel, Turquía, Peru y Estados Unidos. Los votos contrarios fueron 9, a saber: Burundi, China, Marruecos, Nicaragua, Pakistán, Rusia, Senegal, Sudan y Venezuela. El representante de Kiguizistán se abstuvo mientras que los de Cuba y Mozambique estuvieron ausentes en el momento de la votación.
A mi personalmente me parece muy grave que países como Nicaragua y Venezuela se alineen con los países más hostiles a los derechos de las personas LGBT, y también me resulta muy revelador la ausencia del representante cubano en una votación como esta, que abunda en la actitud que tuvieron sus colegas de delegación cuando se voto el tema de las ejecuciones extrajudiciales en otro comité de la ONU, en diciembre. Aunque aún no se se conocen los votos en la Asamblea General país por país a la enmienda de EE.UU. que permitió volver a incluir la protección a las personas LGBT en la resolución, el intercambio dialéctico entre los representantes cubanos y norteamericanos que aparecen reflejados en el extracto de la reunión, tras la votación, me hacen temer lo peor.
Va siendo hora que todo el activismo LGBT empiece a señalar las actitudes de ciertos países a cuyas élites sociales y políticas desagradaría profundamente verse públicamente asociados al integrismo islámico o a la marginación de los derechos humanes. Resulta especialmente sangrante que además sus diplomáticos pretendan pasar sus posiciones políticas por «progresistas», e incluso por «revolucionarias».
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