Malawi anuncia la revisión de sus leyes homófobas tras acentuarse la presión de Reino Unido y Estados Unidos
Malawi podría revisar las leyes contrarias a la homosexualidad en un futuro próximo, según ha anunciado el Gobierno del pequeño país africano. Aunque no se ha reconocido explícitamente, todo apunta a que las anunciadas ofensivas de Reino Unido y Estados Unidos en favor de los derechos LGTB en todo el mundo, y en particular en África, podrían estar detrás de este cambio.
El ministro de Justicia de Malawi, Ephraim Chiume, ha declarado que las leyes que persiguen la homosexualidad en su país forman parte de una lista de leyes que su país tiene previsto revisar de acuerdo al estado de la «opinión pública». «A la vista de los sentimientos de la población, y como respuesta a la opinión pública sobre ciertas leyes, este Gobierno anuncia a la nación de Malawi que va a remitirlas a la comisión de lesgislación para su revisión», ha anunciado.
Malawi estuvo en la primera plana de la actualidad LGTB internacional en 2010 debido al humillante juicio a Steven Monjenza y Tiwonge Chimbalanga, una pareja que fue acusada de actos “contra natura e indecencia grave”. Una historia que en su momento seguimos con detalle y que acabó con la concesión del perdón presidencial tras una fuerte presión internacional, si bien la pareja no soportó la presión y acabo rompiendo su relación. Meses después, el pequeño país africano incluso endureció su legislación homófoba para castigar la homosexualidad femenina, que hasta entonces no era considerada delito.
Malawi es el primer país que parece responder de forma positiva a la presión de Reino Unido, cuyo Gobierno ha anunciado la retirada de la ayuda económica a aquellos países que mantengan políticas de carácter homófobo, y de Estados Unidos, cuya secretaria de Estado, Hillary Clinton, anunció hace pocos días en un histórico discurso ante Naciones Unidas que su país redoblará los esfuerzos para luchar contra la persecución y la discriminación de las personas por su orientación sexual o su identidad de género en cualquier lugar del mundo.
Una respuesta positiva que por el momento no se ha producido en otros países africanos como Camerún (que sigue persiguiendo penalmente a sus ciudadanos homosexuales), Ghana (cuyo Ministerio de Educación acaba de anunciar un nuevo programa «educativo» que persigue «acabar con la homosexualidad«), Nigeria (que discute en estos momentos la penalización con varios años de prisión de las bodas homosexuales), Uganda (que estudia resucitar un proyecto de ley que castigaría las relaciones homosexuales incluso con la pena de muerte) o Zimbabue (cuyo Presidente Robert Mugabe llegó a calificar como satánicas las intenciones del Gobierno británico, pese a las buenas intenciones expresadas días antes por el primer ministro, Morgan Tsvangirai).