El Gobierno vasco aprueba un anteproyecto de ley integral sobre transexualidad
El Gobierno vasco ha aprobado un anteproyecto de ley de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales. El anteproyecto sigue la estela de Navarra, cuyo Parlamento foral aprobó en 2009 la primera ley integral sobre transexualidad del Estado español, y establece además la posibilidad de que se otorgue una documentación provisional a las personas transexuales que todavía no han modificado su situación registral de acuerdo a la legislación estatal.
Según ha explicado la consejera vasca de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, el anteproyecto persigue ampliar la ley estatal 3/2007 que regula los requisitos para la modificación de los datos registrales de las personas transexuales. El Gobierno vasco, partiendo del reconocimiento de que la pertenencia a un sexo «va más allá de la simple apreciación visual de sus órganos genitales externos» amplía ese reconocimiento «a quien acredite, mediante informe médico o psicólogico, una disonancia estable y persistente entre el sexo biológico y la identidad de género sentida como propia durante al menos seis meses». La ley supone un paso adelante en la dirección de la despatologización, al eliminar la necesidad de un diagnóstico de «disforia de género», aunque sigue requiriendo un informe médico o psicológico que determine, en este caso, que la persona no presenta «trastornos de personalidad que la induzcan a error en cuanto a la identidad de género que manifiesta y pretende le sea reconocida». Ello permitirá otorgar una documentación acreditativa de la situación en la que se encuentra la persona transexual. «Es un paso que va más allá y resuelve una laguna para las personas que se encuentran en tránsito de identificación registral, en situaciones en las que su documentación no se corresponde con su cambio personal», en palabras de la consejera.
Más allá de este aspecto, el anteproyecto, que ahora deberá ser discutido por el Parlamento vasco, persigue dotar a las personas transexuales de un marco jurídico que garantice su derecho a recibir, por parte de las administraciones públicas de Euskadi, una atención «integral y adecuada» a sus necesidades médicas, psicológicas, jurídicas y de otra índole. También protege el ejercicio de la libertad de las personas transexuales en los diferentes ámbitos de la vida social, en particular en los servicios públicos. El texto contempla también medidas relacionadas con el mundo laboral, como la elaboración y aplicación de planes de acción positiva para favorecer la contratación y el empleo de personas transexuales en las administraciones públicas vascas, así como el desarrollo de actuaciones en materia de transexualidad en el ámbito educativo.
Euskadi puede convertirse, de esta forma, en la segunda comunidad autónoma en contar con una ley de este tipo, que sin embargo no han aprobado otras comunidades en las que también se ha planteado como Andalucía (cuyo Gobierno ha hecho caso omiso al mandato que Parlamento andaluz dio en ese sentido hace más de dos años) o Madrid (cuya Asamblea rechazó, con el voto del PP, esa posibilidad en junio de 2010).