Tony Blair da su apoyo a David Cameron en sus planes de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo
El ex primer ministro laborista Tony Blair ha dado su apoyo al conservador David Cameron en sus intenciones de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo en Reino Unido. El apoyo de Blair a la causa del matrimonio igualitario resulta especialmente significativo por dos razones: por un lado, Blair fue el promotor de la vigente legislación de uniones civiles, aprobada en 2004. Por otro, Blair se desmarca de la posición de la iglesia católica, de la que es miembro desde 2007. La conversión al catolicismo de Blair, de hecho, tuvo en su momento una gran resonancia mediática.
Precisamente la escalada de la iglesia católica contra los planes del Gobierno alcanzó un nuevo hito este domingo, cuando en las aproximadamente 2.500 parroquias católicas de Inglaterra y Gales se leyó un texto contrario al matrimonio entre personas del mismo sexo escrito por Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, y Peter Smith, arzobispo de Southwark. Previamente los planes del Gobierno británico habían recibido otro duro ataque por parte de Keith O’Brien, arzobispo católico de Edimburgo y presidente de la Conferencia Episcopal de Escocia. Conviene tener en cuenta que el mismo proceso que este mismo mes tiene previsto poner en marcha el Gobierno británico (apertura del periodo de consultas cara a la futura aprobación del matrimonio igualitario) ya ha tenido lugar en Escocia. Un proceso cuyas conclusiones se conocerán próximamente pero que por lo pronto ha dado lugar a un movimiento a favor del matrimonio igualitario que ya se extiende a los líderes de los principales partidos escoceses.
Una posición, la de la iglesia católica (y de una forma algo más moderada la de la iglesia de Inglaterra) que ha sido ya criticada desde el propio Gobierno británico. La secretaria de estado de Igualdad, la liberal-demócrata Lynne Featherstone, ha calificado el lenguaje incendiario usado estos días como una expresión de homofobia que nos retrotrae a «tiempos oscuros». «Se trata de una política de vive y deja vivir», ha explicado, incidiendo en que la aprobación del matrimonio civil entre personas del mismo sexo no significará obligación alguna para las confesiones religiosas.