La homofobia de estado se extiende en Rusia: Novosibirsk, en Siberia, aprueba otra ley prohibiendo la «propaganda» homosexual

Se propaga la homofobia de estado en Rusia. Ahora es la región de Novosibirsk, en Siberia, la que ha aprobado una ley para prohibir la llamada «propaganda homosexual» a menores. Se trata del quinto territorio ruso en aprobar una ley en ese sentido. En este caso además sus promotores reconocen abiertamente que la ley supondrá la imposibilidad de celebrar, por ejemplo, marchas del Orgullo.

«Se trata de proteger a la mayoría de las personas que no están asociadas a la homosexualidad de tener que explicar a sus hijos que cosas como esta existen», ha argumentado el diputado Alexander Ilyushchenko. «Hablamos primero y sobre todo de las marchas del orgullo gay, porque aunque no haya una propaganda abierta la mayoría de ellas deriva en una promoción en sitios donde puede haber menores», ha añadido.

La ley, aprobada el pasado jueves por el Parlamento regional de Novosibirsk, se une a las ya aprobadas en San Petersburgo, la antigua capital rusa, así como en las regiones de Arkhangelsk, Ryazan y Kostroma. La prohibición de la “propaganda homosexual” a menores no es más que, en la práctica, la prohibición de informar públicamente de una manera positiva acerca de la realidad LGTB, haciendo imposible la lucha contra el acoso homofóbico y los crímenes de odio y dificultando o impidiendo la celebración de eventos LGTB, como las marchas del Orgullo (en este caso, de hecho, sus promotores lo reconocen abiertamente). En el caso de Novosibirsk, la desobediencia a la prohibición implica multas que van desde los 1.000 a 3000 rublos para particulares, 3.000 a 5.000 para funcionarios y 10.000 a 50.000 para organizaciones (cifras muy onerosas para el nivel de vida medio de los ciudadanos rusos).

De hecho, ya se ha propuesto que una ley similar sea aprobada para todo el territorio ruso, precisamente a iniciativa de un grupo de representantes de Novosibirsk ante la Duma. De seguir adelante con la tramitación de este proyecto, Rusia probablemente deberá enfrentarse de nuevo a condenas internacionales como las que el Parlamento Europeo o el Departamento de Estado de Estados Unidos hicieron en su momento de la ley aprobada en San Petersburgo. El líder LGTB ruso Nikolai Alekseev, por su parte, advirtió a la Duma de que antes de continuar la tramitación de una ley como esta debería esperar a conocer la opinión del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que tiene previsto estudiar el caso de Ryazan, la primera de las regiones que aprobó una ley de este tipo. También esta pendiente, recordemos, la demanda presentada por la activista Irina Fedotova por la ley de Ryazan presentada ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Un fallo favorable a los demandantes tendría, en este caso, gran importancia.