Prohíben el concierto de Lady Gaga en Indonesia para «proteger la cultura nacional»
Las protestas religiosas contra la nueva gira de Lady Gaga, iniciada en Asia, de las que informábamos hace solo una semana, ya han surtido un primer efecto: la Policía de Yakarta ha prohibido la celebración del concierto que la cantante estadounidense, auténtica abanderada de los derechos LGTB, tenía previsto dar en la capital indonesia.
Como explicábamos hace unos días, las protestas se iniciaron en Corea del Sur, donde grupos cristianos evangélicos llegaron a organizar multitudinarias oraciones públicas rogando por la cancelación del concierto de Seúl. Luego siguieron las protestas de grupos musulmanes en Indonesia con argumentos, por cierto, casi idénticos: en ambos casos consideran a la cantante una especie de ser diabólico y antirreligioso. “Lady Gaga insulta a todas las religiones. Incluso los cristianos de Corea se han opuesto a ella, que promueve la obra de Satán”, declaraba el portavoz del Frente de Defensa del Islam (FPI), organización que por cierto ha destacado en el pasado por sus protestas contra eventos LGTB.
Las protestas no consiguieron la cancelación del concierto en Corea (aunque las autoridades prohibieron finalmente la asistencia a los menores de 18 años) pero parece que sí han tenido éxito en Indonesia, donde Lady Gaga tenía previsto celebrar su concierto el próximo 3 de junio. Según el Jefe de Policía de Yakarta, Untung S. Rajab, impedir la actuación de Lady Gaga forma parte del deber de la Policía de «proteger la cultura nacional» de la influencia extranjera. Untung S. Rajab, por cierto, haciendo gala del cinismo más absoluto, afirma que el concierto «no ha sido prohibido» sino que simplemente la Policía niega el permiso para celebrarlo, de forma que si el promotor decide hacerlo por su cuenta y riesgo la Policía se personará y obligará a su cancelación.
La decisión cuenta, por cierto, con el respaldo explícito del ministro indonesio de Asuntos Religiosos, Suryadharma Ali, que ha calificado a Lady Gaga de «seguidora del diablo» y ha asegurado que la celebración del concierto «hubiera ejercido una influencia muy negativa» sobre los jóvenes indonesios.
Indonesios idiotas… fanatistas musulmanes tienen excremento fecal en el cerebro…