Vietnam celebra su primer Orgullo LGTB
Espléndida noticia la que nos llega desde el sudeste asiático. Más de cien participantes celebraron este domingo en Hanoi la primera marcha del Orgullo LGTB de la historia de Vietnam. Una celebración que tiene lugar, recordemos, pocas semanas después de que el Ministerio de Justicia de ese país sorprendiera al mundo al anunciar que está estudiando el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo.
La marcha comenzó en el Estadio Nacional de Hanoi, desde donde los participantes se dirigieron, en bicicleta o motocicleta, hasta un parque situado a seis kilómetros. Durante el trayecto los activistas vietnamitas ondearon banderas arco iris y gritaron consignas a favor de la igualdad de derechos de gays y lesbianas y del matrimonio entre personas del mismo sexo. La sensación era de que la marcha constituía ya de por sí un momento histórico, con independencia de lo que finalmente haga el régimen vietnamita. «Los cambios necesitan tiempo», explicaba Hoang Duc Duy, un joven de 21 años, estudiante de banca. «Pero es bueno poder hablar públicamente y hacer algo», añadía. «Muchos vietnamitas todavía creen que no hay homosexuales en Vietnam», afirmaba por su parte Nguyen Thanh Tam, de 25 años, uno de los organizadores de la marcha.
Cabe destacar que la marcha, aunque no estaba oficialmente autorizada, se celebró con el beneplácito de la Policía vietnamita que simplemente instó a los manifestantes a evitar zonas sensibles de la capital donde en ese momento tenía lugar una manifestación antichina.
Vietnam no reconoce actualmente derecho alguno a las parejas del mismo sexo. Y aunque los actos homosexuales no están ni han estado nunca penados, la celebración pública de una unión entre dos hombres que se produjo el pasado mayo fue abortada por la policía y la pareja fue multada con 200.000 dongs (unos ocho euros).
Hasta el momento ningún país asiático permite a las parejas del mismo sexo matrimonio, aunque Nepal se encuentra pendiente de la aprobación de una nueva Constitución que, en aplicación de un fallo de su Tribunal Supremo, debe reconocer diversos derechos a las personas LGTB, entre ellos la posibilidad de contraer matrimonio. Sin embargo, dificultades políticas ajenas a la causa LGTB llevan dificultando desde hace un par de años la aprobación de esta nueva Constitución, retrasando la entrada en vigor del que debería ser un marco jurídico igualitario.