Dos británicos despedidos por discriminar a homosexuales reclaman ante Estrasburgo por un supuesto ataque a su «libertad religiosa»
Dos ciudadanos británicos que fueron despedidos de sus trabajos por discriminar a parejas del mismo sexo han recurrido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos argumentando que han sido ellos los discriminados por sus creencias cristianas. En una hábil maniobra de imagen, además, los dos han presentado sus casos junto a los de otras dos personas que al parecer fueron despedidas por no quererse quitar una cruz del cuello.
Los dos casos relacionados con la discriminación homófoba han sido recogidos por dos manzanas. Uno es el de Lillian Ladele, una funcionaria despedida por el Ayuntamiento de Islington (al norte de Londres) por negarse a registrar uniones civiles entre personas del mismo sexo. Dos tribunales de apelación desestimaron sendos recursos de Ladele, al considerar que en el ejercicio de sus funciones como servidora pública esta no podía negarse a atender a ningún ciudadano en base a su orientación sexual. Ladele recurrió después a la Corte Suprema del Reino Unido, que ni siquiera tomó el caso en consideración.
El segundo caso es el de Gary McFarlane, terapeuta sexual y de pareja, despedido por la organización para la que trabajaba por negarse a prestar sus servicios a parejas del mismo sexo. McFarlane también recurrió a la justicia, argumentando que la obligación de atender a parejas homosexuales chocaba con sus creencias cristianas. El juez de la Corte de Apelaciones que denegó su recurso consideró que McFarlane tiene todo el derecho del mundo a tener sus creencias, pero que en ningún caso el cumplimiento de la ley puede ser supeditado a estas, y la legislación británica es clara al respecto: negarse a prestar un servicio por razones de orientación sexual es ilegal.
Lillian Ladele y Gary McFarlane han recurrido ahora al Tribunal Europeo de Derechos Humanos junto a Nadia Eweida y Shirley Chaplin, la primera de ellas despedida por British Airways y la segunda cambiada de puesto de trabajo por un hospital de Exeter por no quererse quitar una cruz del cuello, tal y como exigía la uniformidad de sus respectivos trabajos. Dos situaciones que -otras consideraciones aparte- desde luego no parecen comparables a la discriminación de personas homosexuales que pretendían hacer Ladele y McFarlane. Y aunque cada caso es independiente, su presentación ante la Corte Europea de Derechos Humanos y parte de las argumentaciones utilizadas son compartidas.
Habrá que ver que dictamina finalmente el alto tribunal europeo, que en caso de dar la razón a Ladele y/o a McFarlane sentaría un peligroso precedente.
Para variar, en el idioma de los fanáticos el concepto «libertad religiosa» significa «libertad para imponer mis supersticiones a los demás» y «libertad para saltarme leyes y reglamentos».
bien hecho xk la libertad de ellos se acaba cuando empieza la de los gays
Yo aún lo matizaría más, su libertad termina donde comienza la libertad de la gente DIFERENTE.
Así que dejen de quejarse cual plañideras y arrostren las consecuencias de sus actos discriminatorios.
Casos como este son los que hacen que odie, cada vez más, todo lo que tenga que ver con la religión.
Pues si la libertad religiosa implica discriminar a personas, deberían pensarse eliminar esa «libertad» tan poco respetuosa.
Que cada cual tenga la religión que quiera o no la tenga, pero nunca alguien ajeno a ella ha de sufrir sus normas.
Por fortuna, es muy poco probable que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos les dé la razón, conociendo su jurisprudencia.
Discriminas a gente siendo funcionario o te pasas por el forro los códigos de tu empresa… acaban despidiéndote! Normal.
En nombre de mi libertad religiosa voy a arrasar una poblacion aniquilando hasta a los animales y quemando las cosechas cual Josue inspirado por el Judio cosmico, cuando vayan a juzgarme diré que inspirado por el mismo personaje mitico solo ejercí su voluntad…..siempre esta Estrasburgo para recurrir mi fanatismo ciego.
Es curioso que siempre se emplee el argumento de la libertad religiosa cuando se trata de discriminar a personas LGBT, y por ejemplo, cuando el estado se niega a dar validez jurídica a los matrimonios religiosos de parejas del mismo sexo, o simplemente se prohíben sin más que esas ceremonias tengan lugar, nadie considera que eso sea un atentado a la libertad religiosa. Lo mismo ocurre cuando, por ejemplo, las instituciones de un credo determinado sancionan fulminantemente a unos de sus pastores por apoyar estos enlaces; en esos casos es que ahí que respetar la libertad religiosa de las organizaciones religiosas; pero si a un pastor se le llama la atención por discriminar a las personas LGBT en determinados credos, entonces surge el escándalo: no se respeta la libertad de conciencia. Parece que la famosa Ley del Embudo también funciona, como no, sobre el concepto de libertad de credo…
Por cierto que la antaño posición monolítica de los diferentes credos sobre la homosexualidad, que algunos pretenden que sigue en vigor, tiene brechas y fisuras cada vez más extensas, y estas no dejan de crecer y expandirse:
http://www.onislam.net/english/news/americas/458954-gay-marriage-divides-minnesota-muslims.html