El ministro holandés de Exteriores pide a la iglesia católica que respete el derecho al matrimonio igualitario
En materia de derechos LGTB, los Países Bajos siguen marcando la senda en Europa. El ministro holandés de Asuntos Exteriores, el laborista Frans Timmermans, ha respondido con rotundidad a los recientes pronunciamientos incendiarios de la más alta jerarquía católica contra el matrimonio igualitario.
«Si cada persona es única, como un representante del Papa afirmó la semana pasada en Dublín. ¿Por qué esa persona única no debe tener el derecho de defender su propia orientación sexual?», ha declarado Frans Timmermans. «¿Por qué Romeo puede casarse con Julieta pero no con Julio? El matrimonio entre dos personas del mismo sexo es precisamente respetar la excepcionalidad de cada persona», ha añadido. Timmermans hacía alusión a la alocución del arzobispo Dominique Mamberti, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, durante su participación en una cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que tuvo lugar en la capital irlandesa y en la que coincidió con Timmermans. Mamberti reprodujo entonces unas recientes palabras de Joseph Ratzinger en las este afirmaba que «según el plan de Dios, cada persona es única e irremplazable».
Un portavoz de la organización LGTB holandesa COC Netherlands ha aprovechado para pedir al ministro que presione para que la Santa Sede pierda la privilegiada posición diplomática de la que goza ante Naciones Unidas, organización ante la que por ejemplo maniobró en 2008 para intentar evitar el éxito de una declaración a favor de la despenalización universal de la homosexualidad.