Merkel se reafirma a favor de la discriminación fiscal de las parejas del mismo sexo

Ningún paso adelante por el momento en Alemania. La canciller Angela Merkel confirmó el pasado sábado su posición en contra no solo de la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo, sino también de la equiparación de estas con las heterosexuales en materia fiscal.

En los días previos al día federal de la CDU (Unión Demócrata Cristiana), la jefa del gobierno alemán afirmó ante sus correligionarios que, “personalmente”, quiere “mantener el privilegio fiscal del matrimonio” en la declaración de la renta, que supone que cada uno de los cóyuges solo debe pagar la mitad de lo que le correspondería en el caso de presentarla individualmente. Merkel argumenta que la Constitución alemana “considera a la familia en relación directa con el matrimonio y a ambos”, familia y matrimonio, “bajo la protección especial de las leyes estatales”.

En el partido de la canciller, sin embargo, no existe unanimidad. El primer ministro del estado de Baja Sajonia, David McAllister, ha aconsejado esperar a una decisión del Tribunal Constitucional sobre el asunto, que tendría que llegar en 2013. La principal defensora de la igualdad dentro del grupo parlamentario de la CDU/CSU es la ministra de Familia, Kristina Schröder, quien ha declarado que en las parejas unidas civilmente, “como en los matrimonios, se adquieren responsabilidades mutuas (…) y se viven valores conservadores”.

Alemania no contempla en la actualidad el matrimonio entre personas del mismo sexo. En 2001 se aprobó la ley de uniones civiles que concede determinados derechos a las parejas registradas, pero excluye otros como la posibilidad de adoptar conjuntamente o de acceder a beneficios en la declaración de la renta gracias a los cuales los matrimonios heterosexuales pueden ahorrarse varios miles de euros cada año. Otras discriminaciones, como la existente en el impuesto de bienes inmuebles, han sido eliminadas por el Tribunal Constitucional con sede en Karlsruhe.

Merkel ya se había pronunciado en el mismo sentido de preservar la discriminación el pasado mes de agosto, cuando se mostró a favor de que “el matrimonio y la familia estén nítidamente favorecidos”. Anteriormente, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, también había mostrado una postura similar. La CDU/CSU y el FDP votaron en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo el pasado mes de junio en el Parlamento, si bien el FDP (que se mueve, cuanto menos, con ambigüedad en este asunto) se ha mostrado a favor de la equiparación fiscal. En enero de 2011, los partidos de la coalición de Gobierno se oponían en el Bundestag a una iniciativa de SPD y Verdes que pretendía equiparar a todos los efectos las uniones civiles (sí permitidas a las parejas del mismo sexo) con los matrimonios. Y en verano del año pasado, democristianos y liberales votaron también en contra de la aprobación de dos medidas concretas: una proponía la equiparación en derechos entre las uniones civiles de funcionarios homosexuales y los matrimonios de sus colegas heterosexuales (sobre lo que ahora se ha pronunciado el Constitucional) y la otra pedía la inclusión de la identidad sexual en la lista de características protegidas por la Constitución germana.