Activista LGTB agredido y detenido en Honduras durante una redada contra bar LGTB
Sucedió el domingo 13 de enero, en Tegucigalpa. El activista gay Erick Martínez fue agredido por agentes de la Policía hondureña cuando tomaba fotografías con su teléfono móvil de la redada policial contra un local frecuentado por la comunidad LGTB. Martínez permaneció detenido durante varias horas y su móvil requisado. Cuando se lo devolvieron las fotos habían sido eliminadas.
Aunque la hora legal del cierre del local eran las dos y media de la mañana, los agentes de Policía se presentaron antes, y según los testigos presentes con actitud intimidante ordenaron su cierre al tiempo que proferían insultos homófobos e incluso agredían a algunos de los presentes. Martínez comenzó a tomar fotografías de lo que estaba sucediendo, lo que hizo que la Policía se le encarara, le exigiera el móvil y al parecer lo golpeara. Él y varias personas más fueron detenidos. Tras su liberación pudo comprobar que la Policía había eliminado de su teléfono móvil las imágenes comprometedoras.
Erick Martínez es activista LGTB y militante de Libertad y Refundación, el partido creado por el expresidente Manuel Zelaya, derrocado por un golpe de estado en junio de 2009. Exactamente igual que otro Erick Martínez: el periodista Erick Martínez Ávila, asesinado en mayo de 2012. Otro periodista y activista LGTB, Walter Tróchez, fue asesinado en diciembre de 2009 tras recibir una paliza por los que se sospecha eran miembros de la Dirección Nacional de Investigación Criminal hondureña. Su muerte sigue impune (sí que ha sido ya detenido un sospechoso del asesinato de Martínez Ávila, un pandillero de 18 años, que al parecer no actuó solo).
Honduras arrastra un terrible historial por lo que al respeto de los derechos LGTB se refiere, una situación que empeoró tras el golpe de estado. Las de Martínez Ávila y Tróchez han sido quizá las más llamativas, pero no han sido por desgracia las únicas. El régimen golpista celebró elecciones bajo su tutela, que llevaron a la presidencia a Porfirio Lobo, que poco a poco fue consiguiendo las bendiciones internacionales. Sin embargo, el Gobierno de Lobo no parece haber estado especialmente interesado en aliviar el clima de violencia contra las personas LGTB, especialmente mujeres transexuales.
Hace casi un año recogíamos precisamente un estudio realizado por la Red Lésbica Cattrachas que arrojaba un total de 71 asesinatos de personas LGTB en Honduras solo desde septiembre de 2008 a febrero de 2012. En dosmanzanas hemos recogido varios casos, como el de José Enrique Castro, de 22 años, que apareció asesinado a balazos, o el de Jonathan José Pineda, también de 22 años, al que un guardia de seguridad homófobo disparó a plena luz del día (ambos casos en la localidad de San Pedro Sula). Informaciones más recientes incrementan ya ese número hasta cerca del centenar de casos. Otros delitos contra personas LGTB en Honduras son, por ejemplo, las violaciones de mujeres lesbianas. Hace pocos días Las Provincias recogía el caso de una de ellas, Ana (nombre ficticio), activista de la organización Arco Iris, violada a los 16 años y rechazada por su propia familia, que ha obtenido asilo en España pero que todavía no ha podido traer con ella a sus dos hijos.
Crímenes homófobos y tránsfobos que son solo una parte de los que vienen ocurriendo en Honduras, muchos de los cuales ni siquiera trascienden fuera. Incluso Estados Unidos, aliado del Gobierno hondureño, le ha pedido investigar dichos crímenes y ha equipado a una unidad creada con ese fin.
Que horror ¿como que honduras tiene un régimen dictador no? por que no me explico por que hay asesinatos. Es decir el presidente ¿pagara para mandar a matar al os LGBTT? por que si bien hay policías corrupta pero de eso a que sea policía homofobica y radical .me resulta muy raro todo.
tambien tenemos que tener en cuenta que la mayoría de los hondureños son homofobicos y con este tipo de corrupción e impunidad e injusticia las cosas se ponen de terror para los LGBTT es como si estuvieran en un país africano.me gustaría la opinión de un hondureño haber como están las cosas por allá.