La activista trans Anna Grodzka, posible vicepresidenta de la Cámara de Diputados de Polonia
La activista trans y diputada Anna Grodzka ha aceptado la candidatura de su partido, Ruch Palikota (RP), a la vicepresidencia del Sejm (la Cámara de Diputados polaca). Grodzka cuenta con el apoyo de la izquierda pero necesitará además los votos de la gubernamental Plataforma Cívica (PO) para ser elegida. La derecha populista y los sectores católicos, que hace tan solo unos días lograban tumbar tres propuestas de ley de uniones civiles abiertas a las parejas del mismo sexo, han adelantado su oposición. Algunos diputados, de hecho, no han dudado en recurrir a la transfobia para desacreditarla. De ser elegida, Grodzka se convertiría en la primera persona transgénero en ocupar un cargo institucional en la historia parlamentaria de Polonia (y posiblemente del mundo).
La fundadora del colectivo Trans-Fuzja y diputada por Cracovia lo anunciaba en persona en una entrevista en el canal de televisión TVN24, durante la cual afirmó haber aceptado la candidatura ofrecida por el líder del RP, Janusz Palikot, a condición de que todo el partido la respaldara. Grodzka sucedería en el cargo a su compañera, la feminista y activa defensora de los derechos LGTB Wanda Nowicka, obligada a dejar el cargo por iniciativa de su propio partido.
La semana pasada se conocía que en 2012 tanto la presidenta del Sejm Ewa Kopacz como los cinco vicepresidentes se adjudicaron primas de decenas de miles de złoty sin justificación aparente. Nowicka, quien recibió 40.000 złoty (casi 10.000 euros) se ha defendido argumentando que donó el dinero a varias organizaciones caritativas, pero su partido, que ha hecho de la lucha contra las primas a los banqueros y el despilfarro en la administración pública, una de sus prioridades, la ha desautorizado y ha presentado una moción de censura para destituirla. El propio Janusz Palikot ha reafirmado su admiración por Nowicka, pero al mismo tiempo ha declarado que su partido está obligado a transmitir la señal de que es intransigente con estas situaciones (una decisión que por cierto le ha costado al RP la ruptura con los colectivos feministas). La propia Anna Grodzka ha afirmado su admiración por Nowicka y ha expresado que solo aceptaría sustituirla si contaba con su apoyo, que esta de hecho le ha dado. «Si Anna Grodzka fuera elegida cambiaría la cara del Sejm«, ha declarado.
Una elección complicada
La elección de Grodzka sería sin duda un hito en la historia del movimiento LGTB polaco pero está lejos de ser segura. En primer lugar, no es posible descartar que el pleno de la cámara rechace la moción del RP y mantenga a Nowicka en sus funciones. Despejada esa primera incógnita, la candidatura de Grodzka cuenta con el apoyo de la izquierda y del sector liberal de la PO. El popular diputado de la Alianza de Izquierda Democrática (SLD) y activo defendor de los derechos LGTB, Ryszard Kalisz, le ha asegurado el apoyo de su partido. «Grodzka es una maravillosa mujer y una maravillosa política», ha declarado. La diputada de la PO, Małgorzata Kidawa-Błońska, se ha pronunciado también en favor. El resto de partidos, sin embargo, ya han mostrado su oposición. Falta conocer la opinión del Partido Campesino Polaco, PSL, pero es previsible que sus diputados también se opongan.
No hay que olvidar que en noviembre de 2011 ya la propia Nowicka tuvo grandes dificultades para ser elegida. A pesar de que los grupos habían llegado a un acuerdo previo sobre la composición de la mesa, la candidatura de Nowicka fue duramente atacada tanto por el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS) liderado por el ex primer ministro Jaroslaw Kaczyński como por el ala más conservadora de la PO, y al final la diputada del RP necesitó una segunda votación para ser elegida.
Estos mismos sectores son precisamente lo que ahora atacan la candidatura de Grodzka. El PiS y la derechista Polonia Solidaria (SP, una escisión del PiS) han declarado desde el primer momento su oposición. También varios miembros del sector conservador de la PO se han pronunciado en contra. SP, de hecho, ha anunciado que presentará su propio candidato, el expresidente del Sejm Ludwik Dorn. El PiS, por su parte, ha anunciado que simplemente propondrá reducir el número de vicepresidentes y dejar al RP sin representación en la mesa.
Declaraciones transfóbicas
Varios diputados derechistas no han dudado, además, en recurrir a la transfobia para atacar la candidatura de la diputada del RP. El portavoz parlamentario del PiS Mariusz Błaszczak, por ejemplo, ha afirmado que Grodzka “es conocida solamente porque ha sido un hombre y ahora es una mujer”. Por otra parte, en la red ha vuelto a ser de actualidad el vídeo de un encuentro que la diputada del PiS Krystyna Pawłowicz mantuvo hace unos meses con los lectores del diario derechista Gazeta Polska, en la que lanza una vulgar diatriba tránsfoba durante la cual niega que Grodzka sea una mujer (Pawłowicz es la diputada que la semana pasada, durante el debate sobre las proposiciones de uniones civiles, llamó a los homosexuales “inútiles”). El Ruch Palikota ha anunciado que denunciará a Pawłowicz por incitación al odio. No es la primera vez, de hecho, que los diputados del PiS dan muestra de su transfobia. En enero de 2012 el diputado Jan Dziedziczak se dirigió a Grodzka utilizando de forma intencionada el masculino, lo que desató una gran polémica.
Anna Grodzka, de 58 años, concluyó legalmente su proceso de reasignación de sexo en 2010 (el proceso fue seguido en el documental Trans-akcja, realizado por el canal de televisión HBO Polska). En 2008 fue una de las fundadoras del colectivo Trans-Fuzja, y en 2011 hizo historia convirtiéndose en la primera diputada transexual en la historia de Polonia.