Declaraciones a favor del matrimonio igualitario del líder de la iglesia luterana de Finlandia
El arzobispo de Turku, máxima figura de la iglesia luterana finlandesa, se ha manifestado a favor de una ley de matrimonio igualitario. Al menos así se han interpretado sus palabras a favor de la «verdadera igualdad» de las parejas del mismo sexo al ser preguntado sobre la materia.
En declaraciones a una televisión finlandesa, que le preguntó sobre su opinión sobre el tema, Mäkinen consideró el proceso de discusión abierto en su país «muy positivo» y se posicionó a favor de que las parejas del mismo sexo consigan la «verdadera igualdad». Unas palabras que han sido unánimemente interpretadas como un espaldarazo al proyecto de matrimonio civil entre personas del mismo sexo, por mucho que ante la polémica levantada un portavoz de Mäkinen matizara después que en sus palabras se había referido a la «igualdad» sin mencionar de forma expresa el matrimonio.
El posicionamiento de Mäkinen no resulta especialmente sorprendente. En 2010, cuando la iglesia luterana finlandesa se vio ante la tesitura de elegir como arzobispo de Turku entre Mäkinen y el conservador Miikka Ruokanen (al que se impuso por un estrecho margen), la posición de ambos en materia LGTB fue uno de los puntos clave de la elección. Casado y con cuatro hijos, Mäkinen ya era entonces partidario de bendecir las uniones civiles entre personas del mismo sexo. El arzobispo de Turku es el único arzobispo de la Iglesia Evangélica Luterana de Finlandia y está considerado el “cabeza” de esta confesión, la más importante de Finlandia.
Precisamente hace un año Mäkinen tuvo que salir al paso de una campaña de varias asociaciones vinculadas a la iglesia luterana en el que se animaba a gays y lesbianas a rechazar su orientación sexual. El arzobispo de Turku se desmarcó de la campaña y pidió su suspensión, lo que no impidió por cierto que se produjera una avalancha de apostasías.
La movilización social fuerza un debate aparcado por los políticos
Hace solo un mes una comisión del Parlamento de Finlandia decidía, por 9 votos a 8, no admitir a trámite un proyecto de ley para abrir el matrimonio a las parejas del mismo sexo. Votaron a favor los representantes del Partido Socialdemócrata, Alianza de la Izquierda, Partido Popular Sueco (minoría suecoparlante), Verdes y uno de la conservadora Coalición Nacional, el partido mayoritario en el Gobierno. Los otros tres miembros de este partido, junto con los democristianos, centristas (que antes de las elecciones de 2011 apoyaban la medida) y los Verdaderos Fineses se opusieron. Lo curioso del asunto es que Finlandia parece disponer de mayoría parlamentaria suficiente a favor del matrimonio igualitario. Es por ello que diputados de diferentes partidos, desde la izquierda hasta la derecha, constituyeron en septiembre de 2011 un grupo de trabajo para impulsar la iniciativa. Entre ellos se encuentra Alexander Stubb, ministro de Asuntos Europeos y Comercio Exterior, cuyo partido Coalición Nacional estaría dividido al 50% sobre la cuestión, y los líderes de cuatro de los cinco partidos que junto a Coalición Nacional forman el Gobierno, excluyendo a los democristianos. Estas cuatro fuerzas políticas (socialdemócratas, verdes, suecoparlantes y la Alianza de la Izquierda) apoyan de forma casi unánime la propuesta.
Pero la propia sociedad finlandesa enmendó la plana a su Parlamento, reuniendo en un solo día las 50.000 firmas necesarias para obligar a que el proyecto sea discutido. A día de hoy la iniciativa cuenta con más de 140.000 apoyos.
La nefasta influencia de los Verdaderos Fineses
Lo cierto es que desde la irrupción de los Verdaderos Fineses en el panorama político del país, Finlandia parecía haber emprendido un camino que la separa, al menos en materia LGTB, de sus vecinos escandinavos. Esta formación, de corte nacionalista y fuertemente conservador, experimentó un gran ascenso tras las elecciones de 2011 al convertirse en la tercera del Parlamento por número de diputados. Se opone frontalmente al matrimonio igualitario, cuya aprobación se daba por segura antes de dichos comicios, toda vez que los países nórdicos suelen avanzar casi a la vez en materia de derechos sociales y que ya entonces existía en Finlandia una mayoría política a favor de la medida. En noviembre de 2011 informábamos incluso de su propuesta de modificar la ley para impedir que en el futuro ninguna pareja del mismo sexo pudiera adoptar.
Todo apunta sin embargo a que el proceso ya iniciado culminará, pese a los palos en las ruedas colocados por sus fuerzas más conservadoras, con la aprobación del matrimonio igualitario en el único de los países de la Europa nórdica en el que aún no es legal (fue aprobado en 2008 en Noruega, en 2009 en Suecia, en 2010 en Islandia y en 2012 en Dinamarca).
Es curioso que Finlandía sea el único país escandinavo sin matrimono igualitario.