Francia aprueba la ley de matrimonio igualitario
Finalmente, por 331 votos a favor, 225 en contra y 10 abstenciones, el Parlamento francés ha aprobado la ley de matrimonio igualitario. Así, la igualdad de derechos para el colectivo LGTB se hace efectiva a pesar de la virulenta oposición a la que ha tenido que enfrentarse. Los partidos de la derecha han comunicado su intención de presentar un recurso ante el Consejo Constitucional, que dispondrá de un plazo de treinta días para resolver.
Hace cinco meses que el proyecto de ley de matrimonio igualitario comenzaba su andadura tras su aprobación por el Gobierno francés. Han sido necesarias 185 horas de debate y la consideración de casi 9000 enmiendas en las tres lecturas a las que se ha sometido el proyecto de ley. Tras su aprobación por la cámara baja, algunos artículos del proyecto fueron modificados en el Senado, donde también obtuvo el respaldo de la mayoría. Eso hizo necesaria una tercera votación en la Asamblea Nacional, que en esta ocasión fue conforme, es decir, sin modificación respecto al texto salido de la cámara alta. Por ello, hoy 23 de abril el Parlamento de la República francesa se ha convertido en el decimocuarto del mundo, y el noveno europeo, en abrir la institución del matrimonio a las parejas del mismo sexo.
La votación por grupos parlamentarios fue la siguiente: en el grupo socialista votaron a favor de la ley 281 diputados, 4 lo hicieron en contra y hubo 4 abstenciones. El presidente de la cámara, Claude Bartolone, se inhibió. Por la UMP (Unión por un Movimiento Popular, la oposición derechista mayoritaria) votaron a favor 6 diputados, mientras que 186 lo hicieron en contra y 5 se abstuvieron. Por la centroderechista UDI (Unión de Demócratas e Independientes) hubo 5 votos favorables y 25 contrarios. Los 17 diputados del grupo ecologista votaron a favor de la ley. En cuanto a los radicales, 13 de sus diputados apoyaron el proyecto y 2 se opusieron. El grupo de la izquierda demócrata y republicana repartió sus votos en 9 favorables, 4 contrarios y 1 abstención. Por último, 7 de los diputados no inscritos votaron en contra de la ley. En definitiva, salvo excepciones minoritarias, la división frontal entre progresistas y conservadores es evidente.
Justo antes de la votación, un grupo de opositores a la igualdad de derechos para las personas LGTB intentaba desplegar una pancarta desde las tribunas destinadas al público, en la que exigían un referéndum. Claude Bartolone ordenó su expulsión inmediata mientras indicaba “¡que salgan esos exaltados, los enemigos de la democracia no tienen nada que hacer aquí!”. Tras el escrutinio de los votos, los diputados de la izquierda, que mayoritariamente han votado a favor de la ley, puestos en pie han coreado entre aplausos “¡igualdad, igualdad!”, mientras los escaños de los diputados de la derecha se iban quedando vacíos apenas se conocía el resultado.
Para Harlem Désir, secretario del Partido Socialista, “este día será recordado como un hito para la igualdad en nuestro país. En el día de hoy, Francia ha elegido el camino de la fraternidad y ha rechazado el de la intolerancia y el odio (…) En este momento de alegría, no debemos olvidar la avalancha de declaraciones indignantes y homófobas de los opositores al proyecto de ley, tanto en la calle como en el Parlamento». A ello hacía referencia a su vez el también socialista Jean-Luc Romero, que destacaba la “alianza sin precedentes que se ha formado entre la UMP y el Frente Nacional, apoyados por un mosaico heterogéneo de extremistas católicos, conservadores acérrimos y ultranacionalistas”.
Nicolas Gougain, portavoz de la agrupación de asociaciones Inter-LGBT, expresaba su satisfacción, declarando que “esta es una victoria para la igualdad, la democracia y la convivencia. Esta ley no le quita ningún derecho a nadie, sino que se lo da a los demás. Es una liberación después de tantos años de movilización por la igualdad. Esta noche lo primero es festejarlo, pero seguiremos movilizándonos por la igualdad. También es el final de un conjunto de debates que han sido vívidos y han puesto de manifiesto una homofobia desinhibida. Eso demuestra el trabajo que aún queda por hacer todos los días».
Y es que estos meses de deliberación parlamentaria del proyecto de ley han ido acompañados de execrables muestras de intolerancia y violencia contra el colectivo LGTB: manifestaciones en contra de la igualdad de derechos que acababan en disturbios, palizas a homosexuales por mostrarse en público y agresiones a lugares de ambiente, asaltos a sedes de los partidos políticos que apoyaban la ley y amenazas de muerte a sus diputados, virulentos discursos en las sedes parlamentarias que incluso llegaban a la agresión física… Todo ello ha hecho que el proceso francés haya destacado, sobre todo, por la homofobia y el odio exhibidos tanto en las calles como en las tribunas públicas.
El portavoz de los manifestantes que se oponen a la ley, Tugdual Derville, que también es representante de la asociación antiabortista Alliance Vita, declaraba que “esta ley legítimamente votada es injusta y, al no respetar los derechos de los ciudadanos más vulnerables, hiere a la democracia. Vamos a seguir oponiéndonos a ella con la misma firmeza apacible, sin entrar en la virulencia, luchando contra la homofobia, como hemos hecho siempre”. Mediante un comunicado, desde el movimiento ‘Primavera francesa’ se declaran “en disidencia contra el régimen de François Hollande. ¡Cuando se han agotado todos los medios legales, sólo queda la insumisión!«
Recurso ante el Consejo Constitucional
Por su parte, los partidos que se han opuesto a la igualdad de derechos han expresado su disconformidad con la ley aprobada por el Parlamento. Para ellos, la ley de matrimonio igualitario “entra en conflicto con las normas del derecho internacional», estimando que «la definición del matrimonio como un principio fundamental reconocido por las leyes de la República no puede ser modificado por una ley simple». Por otra parte, “las disposiciones relativas a la filiación adoptiva violan el principio del derecho al respeto de la vida privada y familiar, el principio de la dignidad humana y la igualdad de los individuos, todos ellos principios fundamentales reconocidos por las leyes de la República». Por ello, este mismo día de la aprobación, diputados y senadores de la UMP y la UDI han presentado un recurso ante el Consejo Constitucional.
Como precedente, debemos recordar que en 2011 el Consejo Constitucional dictaminó en contra del recurso de una pareja de lesbianas, a quienes se había denegado la posibilidad de contraer matrimonio. Su resolución se basaba en que correspondía al legislador establecer las reglas y los límites de la legislación matrimonial.
En concordancia con esto, Jean-Louis Debré, presidente del Consejo, ya había declarado el pasado mes de enero que «es el Parlamento quien debe definir el contenido del matrimonio. Eso es competencia del Parlamento, no es competencia del Consejo Constitucional”. El Consejo dispondrá de un plazo de 30 días para dictaminar, aunque según algunas informaciones lo podría hacer antes de finalizar este mismo mes. Si dictamina en contra del recurso, es decir, si se estima la constitucionalidad de la ley, el presidente de la República dispondrá de otros 15 días para sancionarla y que posteriormente sea publicada en el Boletín Oficial.
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Acerca del Author
Calibán
...así que despierto y lloro por seguir soñando.
Enhorabuena a los franceses.
Liberté, égalité, fraternité… pour tous.
Espero que el TC francés no dé sorpresas.
«sin entrar en la virulencia, luchando contra la homofobia, como hemos hecho siempre»
Pero que considerado de su parte¡
, de verdad estaba esperando convertirme en la mascota sumisa de uno de estos amantes de los maricones, como nos llaman .
A no para eso ya esta bongibault.
Es bastante notable la diferencia entre Francia y mi país, aquí la aprobación del matrimonio fue casi un tramite , incluso los que se oponían en el parlamento lo hacían casi sin convicción.
En la plaza matriz de Montevideo los homofobicos lo único que lograron juntar fueron 50 personas , eso si , muy bien vestidos.
Tras la aprobación, incidentes en París:
http://tempsreel.nouvelobs.com/mariage-gay-lesbienne/20130424.OBS6788/mariage-homo-incidents-a-paris-apres-la-manifestation-des-anti.html
Me llamaréis catastrofista, pero el proceso francés cada vez me recuerda más a Hungría, donde la derecha siguió un proceso de radicalización similiar y de deslegitimación del gobierno de aquel país con numerosas manifestaciones y problemas de orden público. El desarrollo posterior es de todos conocido: Una reforma constitucional que establece un nuevo régimen y lo perpetúa en el poder, sustituciones en los órganos judiciales y una situación cada vez más complicada de las minorías, tales como personas LGTB, gitanos o judíos.
enhorabuena, el constitucional echará abajo ese recurso de la vergüenza que pretende privilegios en exclusiva. Decepción por Francia, pensé que el circo solo lo montamos nosotros en su momento y allí se han mostrado radicales e intolerantes
No perdamos el norte a pesar del berrinche reaccionario de la extrema derecha francesa, de una iglesia católica que sigue tirando la piedra y escondiendo la mano y de una derecha-pepera-francesa que con tal de desgastar a Hollande se ha subido al carro de la homofobia. No perdamos el norte y felicitemos a Francia por este gran paso hacia la igualdad. ENHORABUENA. Además, Francia es todavía mucha Francia con su influencia en muchos lugares del mundo y es visto como un país culto y con sólidos valores republicanos. El matrimonio igualitario en Francia tiene para mí el mismo valor ético que el matrimonio igualitario en Uruguay o en Nueva Zelanda, pero pienso que objetivamente, el paso dado en Francia es de una trascendencia mayor que el logrado en esos otros países. Y mayor será aún cuando los Estados Unidos hagan lo mismo, por la sencilla razón de que los Rajoys de turno ya no podrán abrir sus bocazas para decir eso de que «ni Francia ni los Estados Unidos ni Inglaterra han legislado a favor del matrimonio igualitario» y así justificar su vergonzante homofobia. Por eso, tenemos que estar doblemente felices: por los franceses y porque Francia ha hecho que los Rajoys del presente y del futuro ya no puedan usar a ese país como excusa para castigar a los LGTB.
Ja Ja Ja fraternidad francesa
Queeeeee igualdad en francia? ja ja ja
Las dos francias existían,pero nadie hablaba de ellas. Ahora han dado la cara,una de ellas con bates de beisbol.
bernardo yoel
Enhorabuena Francia!. Aunque esta victoria me deja un sabor amargo, tanta virulencia, tanto odio por parte de los opositores me deja perplejo, esperaba mas cordura de algunos franceses.
Qué bonito, sólo ha faltado que suene el «We are the champions». Me sorprende ver cómo la extrema y no tan extrema derecha sigue pataleando intentando negar la evidencia que ya es una realidad: antes de 2050, prácticamente toda nación del mundo civilizado reconocerá a sus ciudadanos el derecho al matrimonio igualitario cerrando con ello uno de los capítulos más oscuros y controvertidos de nuestra historia.
Al menos, el Constitucional francés tiene un tiempo límite para resolver el recurso: treinta días. Al nuestro le llevó siete años y medio.
#6
Pues te tengo que dar la razón, Santi, pese a que considero mis temores bien fundados, hoy debe de ser un día de celebración y de júbilo. Ayer no sólo hubo disturbios en París, también hubo lugar para la fiesta:
http://www.tetu.com/actualites/france/le-marais-en-liesse-dans-une-ambiance-de-coupe-du-monde-23255
La aprobación es una buena noticia y el cumplimiento de una promesa, aunque la oposición ha sido más dura de lo esperado y se ha pagado un alto precio.
Quizá el motivo es que estamos en crisis, la gente está muy cabreada y se aprovecha cualquier tema para ir contra el gobierno, aunque no tenga relación con la economía.
«antes de 2050, prácticamente toda nación del mundo civilizado reconocerá a sus ciudadanos el derecho al matrimonio igualitario»
A fuer de parecer catastrofista , el problema es que ese mundo «civilizado», como tu lo llamas , esta cada día mas asediado , y el resto del mundo no tan civilizado se esta deslizando a la barbarie
Lo único que me tranquiliza es que los gays del resto del mundo están tomando nuestro ejemplo, a costa de terribles peligros.
Es para sentirse orgulloso llevar la bandera de Francia en un momento en que parece que el tema se frena en Europa, que una de las grandes potencias de ese paso adelante.