Irlanda da el pistoletazo de salida al proceso de aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo
Importante noticia la que se ha producido este domingo, 14 de abril. La Convención Constitucional encargada de proponer una batería de reformas para actualizar la Constitución de la República de Irlanda ha aprobado, por 79 votos a favor, 18 en contra y 1 abstención enmendar la Carta Magna para hacer posible el matrimonio entre personas del mismo sexo. La decisión dependerá, en última instancia, del resultado del referéndum que pondrá punto final al proceso de reforma.
La Convención Constitucional ha sido muy clara en su propuesta. No se limita a recomendar que la Constitución sea modificada para hacer posible el matrimonio entre personas del mismo sexo y que este sea luego aprobado por el Parlamento, sino que propone que la norma constitucional lo autorice de forma expresa (por un resultado prácticamente similar: 78 votos a favor, 17 en contra y 1 abstención).
La Convención Constitucional es un organismo formado por un presidente nombrado por el Gobierno, 29 miembros del Parlamento irlandés (elegidos de forma proporcional), 4 representantes de los partidos políticos de Irlanda del Norte (territorio irlandés bajo soberanía británica) y 66 ciudadanos elegidos al azar de forma ponderada a la edad, origen geográfico y sexo de la población irlandesa. Viene reuniéndose desde diciembre y debatiendo diversas reformas, como la modificación del sistema electoral, la reducción de la duración del mandato presidencial, la eliminación de las referencias a la blasfemia, la disminución de la edad legal para tener derecho al voto o la apertura del matrimonio civil a las parejas del mismo sexo. Una vez oficializadas las propuestas, estas serán remitidas al Gobierno y debatidas por el Parlamento. En caso de que este las tome en consideración irán a referéndum y serán votadas por separado.
Una evolución que viene gestándose desde hace años
Pese a ser un país de fuerte tradición católica, a lo largo de los últimos años el peso de la iglesia irlandesa se ha reducido considerablemente, en buena parte debido al conocimiento de los abusos cometidos durante décadas sobre niños y adolescentes. Un proceso que ha debilitado fuertemente su capacidad de influencia sobre la política nacional y que permitió, por ejemplo, que en 2010 el Parlamento aprobara una ley de uniones civiles entre personas del mismo sexo por práctica unanimidad de las fuerzas políticas pese a la declarada oposición de la iglesia católica. Ello no ha significado, sin embargo, que la lucha a favor del matrimonio igualitario se haya detenido, y de hecho las muestras de apoyo han ido acumulándose. El principal partido de la oposición, Fianna Fáil (que ha estado en el Gobierno durante 61 de los últimos 79 años) aprobaba hace un año una moción de apoyo. También lo hizo la corporación municipal de Dublín, la capital, por una abrumadora mayoría de 38 votos a favor frente a solo cuatro en contra. La expresidenta Mary McAleese, figura muy respetada en el país, se pronunciaba hace unos meses a favor, y el viceprimer ministro, el laborista Eamon Gilmore, es también un decidido partidario. Pero quizá lo más significativo es el abrumador apoyo que las encuestas de opinión vienen detectando ya desde hace años. Si en 2008 ascendía al 68% y hace un año alcanzaba el 73%, a principios de este mismo año rompía la barrera del 75%. Un apoyo social incontestable que permite albergar serias esperanzas de que el referéndum arroje un resultado favorable al matrimonio igualitario.
Seguiremos con atención la evolución del debate a lo largo de los próximos meses. Os dejamos en cualquier caso con un documento histórico, el momento en el que se hace público el dictamen favorable de la Convención Constitucional al matrimonio igualitario:
Increíbles noticias desde Irlanda. La votación tiene gran importancia para una futura aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, y además con un resultado contundente. Ya que supone un cambio constitucional, no quedará otra que pasar por un referéndum, pero el gran apoyo popular da grandes esperanzas de que se pueda aprobar sin demasiados problemas.
Comhghairdeas, a Éire!