Argentina aprueba una ley de reproducción asistida abierta a todas las mujeres sin distinción de estado civil u orientación sexual

Nuevo avance legislativo en Argentina, un país decidido a ponerse a la cabeza del mundo en materia de igualdad jurídica de las personas LGTB. Ahora ha sido el turno de la nueva ley de reproducción asistida, que garantiza el acceso a estas técnicas a toda persona mayor de edad, sin distinción de orientación sexual y sin necesidad de estar en pareja.

El texto ha sido aprobado definitivamente por la Cámara de Diputados con el apoyo de 204 votos, habiéndose registrado únicamente 10 abstenciones y ningún voto en contra. Ya antes había sido aprobado por el Senado, que introdujo algunas modificaciones al proyecto inicial. Una aprobación que pone punto final a un proceso de varios años, durante los cuales ONG como Súmate a dar vida o Concebir han dado la batalla para conseguir que este derecho fuera reconocido a nivel nacional (solo las provincias de Buenos Aires y Santa Fe disponían de una ley parecida), reuniendo incluso más de 280.000 firmas.

La nueva ley garantiza el acceso de toda persona mayor de edad a las técnicas de reproducción médica de baja y alta complejidad, que estarán comprendidas en el Programa Médico Obligatorio (PMO), los servicios básicos que deben cubrir las prestadoras sociales sindicales y la medicina privada. Es además una ley inclusiva, que no discriminará a las mujeres lesbianas, estén casadas, en pareja o solteras, y que ha sido recibida con inmensa alegría por los colectivos LGTB, que en ningún momento han bajado la guardia respecto a la necesidad de que la orientación sexual no fuera motivo de exclusión. También la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha mostrado su satisfacción. «Felicitaciones a todas las ONG en general y personas en particular que tanto lucharon por la ley de fertilización asistida. Se la ganaron», ha escrito en su cuenta de Twitter.

Lo cierto es que a lo largo de los últimos años Argentina ha experimentado un histórico avance en materia de igualdad jurídica de las personas LGTB, que la coloca a la cabeza no ya de América Latina, sino de todo el mundo. En julio de 2010 se convirtió en el primer país latinoamericano en reconocer legalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo, y en mayo de 2012 aprobaba una avanzada ley de identidad de género que ha sido considerada un ejemplo a seguir por el Parlamento Europeo.