La iglesia de Inglaterra admite la legitimidad del matrimonio igualitario en Inglaterra y Gales y renuncia a conseguir la retirada del proyecto

La iglesia de Inglaterra, imbuida sin duda de una tradición democrática ausente en otras confesiones religiosas, ha aceptado que la mayoría alcanzada en las dos cámaras del Parlamento de Westminster hace indiscutible la aprobación de una ley de matrimonio igualitario en Inglaterra y Gales y ha anunciado en un comunicado oficial que a partir de ahora sus esfuerzos se centrarán en asegurarse de que la ley es aprobada de la forma menos lesiva posible para sus intereses.

El anuncio ha sido hecho a través de un comunicado que firma Tim Stevens, obispo de Leicester y coordinador de los denominados Lords Spiritual, los 26 obispos anglicanos que forman parte de la Cámara de los Lores. «Las preocupaciones de muchos en la iglesia, así como en otras denominaciones y religiones, sobre la conveniencia de la medida ya se han expresado con claridad y coherencia en el debate parlamentario», expresa Stevens, para el cual a partir de ahora de lo que se trata es de asegurarse de que las iglesias ven respetadas sus objeciones y, sobre todo, de controlar el modo en el que el matrimonio igualitario se presenta en las escuelas y se respeta la «libertad de expresión». También de garantizar la continuidad de aspectos claves de la institución matrimonial, como la importancia de la fidelidad y el respeto a los derechos de los niños. «Pondremos el foco, durante las fases de comité y emisión del informe en próximas semanas y meses, en abordar estos puntos en un espíritu de compromiso constructivo», finaliza la nota.

En definitiva, la iglesia de Inglaterra, sin duda la más emblemática de las iglesias anglicanas, da por perdida la batalla contra el matrimonio igualitario en Inglaterra y Gales. Ello no significa que se vaya a quedar de brazos cruzados: dará la batalla para que el proyecto de ley, durante su paso a través de la Cámara de los Lores, incorpore aún más garantías a las confesiones religiosas opuestas. Está por ver hasta qué punto los promotores de la ley transigen, ya que cada «exención» que se conceda a estas muy probablemente quedará como un vestigio de discriminación hacia las parejas del mismo sexo en la nueva legislación. Pero de lo que no cabe duda es de que el sometimiento de la iglesia de Inglaterra a la soberanía popular en materia de matrimonio civil es una buena noticia y marca posiblemente un punto de no retorno tanto para la discusión del matrimonio igualitario en el Reino Unido como para la propia comunión anglicana.

Y es que el espectro de posiciones hacia las personas LGTB en el seno del anglicanismo es muy variado: la iglesia episcopaliana, rama estadounidense de la comunión anglicana, es hoy día una de las iglesias cristianas más inclusivas. En 2003 hacía historia ordenando obispo a Gene Robinson, abiertamente gay. Y en 2009 rompía con la moratoria autimpuesta años antes y volvía a ordenar obispos y obispas abiertamente homosexuales, así como bendecir a las parejas del mismo sexo.  Más recientemente aprobaba la ordenación de personas transexuales y la creación de un rito litúrgico de bendición de las parejas del mismo sexo. En el otro extremo se sitúan las iglesias anglicanas africanas, algunas de ellas virulentamente homófobas.