Kazajistán sigue la estela rusa y se plantea su propia ley anti “propaganda gay”

El diputado del parlamento de Kazajistán Aldan Smaiyl ha anunciado que intentará introducir la prohibición de la denominada “propaganda gay”, que incluiría a bares de clientela homosexual, manifestaciones LGTB y “todas y cada una de estas relaciones repugnantes”. De tener éxito la iniciativa, Kazajistán se uniría a Rusia y Moldavia, otros dos países de la antigua URSS que ya aprobaron sus respectivas leyes contra la visibilidad LGTB.

Por si alguien albergase aún duda alguna respecto a la importancia de los actuales acontecimientos en Rusia, Kazajistán podría convertirse en la tercera ex-república soviética en aprobar una ley contra la “propaganda homosexual”, tras la propia Rusia y Moldavia. El diputado del parlamento kazajo Aldan Smaiyl ha anunciado que introducirá una propuesta de ley con la intención de prohibir “bares gays, manifestaciones y todas y cada una de estas relaciones repugnantes”. Según Smaiyl su propuesta cuenta con apoyo popular, y podría ser aprobada en septiembre.

Smaiyl no es el único político detrás de la iniciativa, y por ejemplo según Murat Akhmadiyev una tal ley ni siquiera necesitaría ser discutida: “la homosexualidad es una conducta claramente inaceptable. […] Siempre hemos dicho que nuestro país es diferente, no como Europa”, ha declarado Akhmadiyev, para acto seguido efectuar una acrobacia dialéctica y mantener que las personas LGTB no deberían ver “sus derechos violados” pero insistiendo en que la “propagación de la homosexualidad” en el país debería ser controlada y suprimida. Aún se desconoce la opinión del Primer Ministro de Kazajistán, país que por cierto recibió con indignación a la película Borat, una sátira que retrataba a la ex-república soviética como un país racista, misógino y homófobo.

Cabe mencionar que una ley similar se encuentra en tramitación en Ucrania, y ya fue aprobada en primera lectura, mientras que en Lituania la propuesta de llevar a referéndum un proyecto de ley análogo al ruso fue sido bloqueada por su Comisión Electoral (aunque ya en el pasado fueron aprobadas algunas normativas parciales que van en la misma dirección). La autoridades de Armenia también sometieron a debate público una enmienda al Código de Infracciones Administrativas que perseguía penalizar la “propaganda de la homosexualidad”, aunque afortunadamente fue retirada tras la indignación internacional ante el proyecto.