Nepal reclama la igualdad LGTB en la cuarta edición del Orgullo de Katmandú
Unas 1.000 personas recorrieron el miércoles las calles de Katmandú, la capital de Nepal, para reclamar la igualdad LGTB. Se trata del cuarto año consecutivo en el que se celebra esta marcha en la república asiática, una de las más avanzadas del continente en el reconocimiento de los derechos de gays, lesbianas y transexuales.
Los manifestantes portaron pancartas y, en medio de un ambiente festivo, reivindicaron la igualdad legal y la visibilidad LGTB en un colorido desfile. Uno de los organizadores, Bhumika Shrestha, declaró que en el día del Orgullo es cuando las personas LGTB “pueden salir sin miedo ni vergüenza para celebrar con nuestra comunidad”. Nisha Sharma, una de las participantes, afirmó que con su presencia quería “hacer un llamamiento al público en general para que detengan todos los tipos de discriminación contra nosotros”. “Somos vuestros hijos, hermanos y hermanas, así que por favor no nos despreciéis”, reclamó.
Nepal, que desde hace años aspira a convertirse en el primer país de Asia en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo (aunque podría ser adelantado por Vietnam), destaca en ese continente por sus políticas de respeto a los derechos LGTB. Hasta el pasado mayo, el país se encontraba pendiente de la aprobación de una nueva Constitución que, en aplicación de un fallo del Tribunal Supremo nepalí, debiera haber reconocido diversos derechos a las personas LGTB, entre ellos el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, las dificultades políticas (ajenas a la causa LGTB) hicieron imposible llegar a un acuerdo en la Asamblea Constituyente pese a las sucesivas prórrogas, dejando en suspenso la entrada en vigor del que debería ser un marco jurídico igualitario (en agosto de 2010, con motivo de la celebración del primer Orgullo LGTB del país, explicábamos con detalle el origen de la situación). Tras vencer en mayo de 2012 la última de las prórrogas, la Asamblea Constituyente fue disuelta, dejando al país en un vacío legal.
Las esperanzas, en cualquier caso, no están perdidas del todo. Por lo pronto, una de las demandas del Tribunal Supremo, dar la posibilidad de registrarse como un “tercer sexo” a las personas transgénero e intersexuales o a las que simplemente no se identifiquen como hombres o como mujeres, fue autorizada en mayo de 2012 y los documentos de identidad sin identificación de género para las personas que así lo desearan empezaron a emitirse el pasado mes de enero. Una victoria en la que ha jugado un papel preponderante la organización Blue Diamond Society, presidida por el primer diputado nepalí abiertamente gay Sunil Babu Pant. En octubre del año pasado, por otra parte, se celebraron los primeros juegos LGTB del país asiático.