Primer matrimonio entre personas del mismo sexo en el estado de Yucatán (México)
Ya es una realidad. Javier Carrillo y Ricardo Góngora son el primer matrimonio gay celebrado en el estado de Yucatán, después de que la justicia les otorgara amparo tras la negativa inicial del Registro Civil y de que el Gobierno de Yucatán decidiera no recurrirlo. Recordemos que también en Colima y en Oaxaca, otros dos estados cuya legislación no permite la celebración de matrimonios entre personas del mismo sexo, se han producido ya sentencias judiciales favorables.
Javier, de 34 años, y Ricardo, de 26, quisieron contraer matrimonio después de cuatro años de noviazgo. Sin embargo, el Registro Civil de Yucatán, un estado cuya legislación no permite a las parejas del mismo sexo contraer matrimonio en su territorio, se lo denegó. Pidieron amparo a la justicia, y esta les dio la razón. El Juzgado Tercero de Distrito de Yucatán ordenó al Registro Civil hacer valer el criterio de no discriminación establecido en la Constitución Mexicana sobre la normativa local, una sentencia en la línea de las ya emitidas amparando a parejas del mismo sexo de Colima y Oaxaca (en este último caso fue la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación la que en diciembre daba amparo de forma unánime a tres parejas).
Posteriormente el Gobierno de Yucatán, que podría haber recurrido la sentencia y dilatado el proceso, decidió no hacerlo. Javier y Ricardo han podido así celebrar su boda en Mérida, la capital yucateca, acontecimiento que se acompañó de una festiva celebración en Blue Namú, uno de los locales de ambiente más conocidos de la ciudad (puedes ver algunas fotos en su página de Facebook).
Un derecho que se extiende
No se trata, ni mucho menos, del primer matrimonio entre personas del mismo sexo celebrados en México, ya que el matrimonio igualitario y la adopción homoparental son legales en el Distrito Federal desde hace ya tres años y medio, donde fueron aprobados por su Asamblea Legislativa. Es más, la validez de los matrimonios celebrados en la capital mexicana es extensiva a todo el país, según reconoció en agosto de 2010 la Suprema Corte.
El matrimonio igualitario también es posible en Quintana Roo, cuyo Código Civil no especifica que el matrimonio solo pueda ser contraído entre un hombre y una mujer. Se han presentado además iniciativas legislativas en Coahuila y en el mismo Yucatán, pero por el momento no han prosperado. Por lo que se refiere a la vía judicial, además de Colima, Oaxaca y Yucatán hay sentencias de amparo pendientes de resolución en los estados de Sinaloa, Chihuahua y Nuevo León.
Precisamente en julio el Congreso del estado de Colima aprobaba los “enlaces conyugales”, una unión civil entre personas del mismo sexo con derechos equivalentes a los del matrimonio en materias como seguridad social o derechos sucesorios y de alimentación. Una noticia que en otro contexto hubiera sido considerada un gran avance pero que hoy día solo es la constatación de los esfuerzos que los opositores a la igualdad LGTB hacen para impulsar figuras jurídicas distintas al matrimonio cuando ven que este es una posibilidad real. Y es que Colima, como ya hemos mencionado, es uno de los estados en los que ya ha habido una sentencia favorable que obliga a celebrar un matrimonio gay. Además, en la ciudad de Cuauhtémoc ya se han celebrado varios matrimonios entre personas del mismo sexo, aunque amenazados de nulidad. Como recogimos hace pocas semanas, la alcaldesa de la localidad, Indira Vizcaíno, considera que la Constitución de México impide la discriminación de las parejas del mismo sexo y por ello decidió dar vía libre a la celebración de estos matrimonios.
Todo apunta a que conforme se vaya acumulando jurisprudencia el matrimonio igualitario será más pronto que tarde un derecho que se podrá ejercer en todo México.