Camerún rechaza despenalizar la homosexualidad y responsabiliza al activista Eric Ohena Lembembe de su propio asesinato
Camerún ha rechazado seguir las recomendaciones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de despenalizar la homosexualidad y actuar contra la violencia homofóbica. Su embajador ante el Consejo, además, ha intentado responsabilizar al activista LGTB Eric Ohena Lembembe de su propia tortura y asesinato.
Está teniendo lugar en Ginebra el 24º examen periódico universal del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En esta reunión trimestral los miembros del Consejo examinan las deficiencias en materia de derechos humanos de los diversos países y hacen sus recomendaciones. En el turno dedicado a Camerún, se instó a su Gobierno a que derogara las leyes que penalizan la homosexualidad y a que actuase contra la violencia y la discriminación homofóbicas. La respuesta de los representantes cameruneses fue la del rechazo total a todas las propuestas, salvo la recomendación de la delegación belga de investigar la violencia policial por razón de la orientación sexual.
Según la organización de defensa de los derechos LGTB Human Rigths Watch, la respuesta del Gobierno camerunés ante el Consejo de Derechos Humanos fue “vergonzosa”, asegurando que “la ley contra la homosexualidad en Camerún viola su propia Constitución, así como el derecho internacional. El argumento de Camerún de que esa ley se dirige a personas que tienen relaciones sexuales en público es evidentemente falso. En 2013, al menos seis personas han sido condenadas por homosexualidad, y ni una sola de ellas fue sorprendida teniendo relaciones sexuales. Un hombre fue condenado en 2011 simplemente por enviar un mensaje de texto romántico».
En Camerún, en virtud del artículo 347 del Código Penal, las personas declaradas culpables de actos sexuales entre personas del mismo sexo se enfrentan a penas de hasta cinco años de prisión. En un informe de Amnistía Internacional, presentado con ocasión de la preparación del examen periódico universal, se estimaba que “la violencia, las detenciones arbitrarias y la detención de hombres y mujeres por su orientación sexual real o percibida son habituales en Camerún y han ido en aumento desde mediados de la década de los años 2000”.
El asesinato de Eric Ohena Lembembe
De vergonzosa también se puede calificar la intervención del embajador camerunés ante el Consejo de Derechos Humanos cuando se le preguntó por la tortura y asesinato del activista LGTB Eric Ohena Lembembe el pasado mes de julio. El cadáver de Lembembe fue encontrado en su casa por unos amigos con el cuello roto y marcas de una plancha candente sobre rostro, manos y pies, signos evidentes de una cruel tortura previa a su asesinato. El hecho se produjo tan solo unos días después de que el activista denunciara haber recibido amenazas por parte de unos matones homófobos.
Las declaraciones al respecto del embajador Anatole Marie Nkou fueron las siguientes:
“Se habla de una persona que presuntamente fue víctima de violencia a causa de su homosexualidad. Pero no hay ninguna prueba de que este señor fuera una víctima debido a su orientación sexual. Él era un hombre como cualquier otro. Podría haber cometido delitos y ser víctima de un ajuste de cuentas que se atribuyó con demasiada rapidez al Gobierno de Camerún. ¿Cuál sería la ventaja o el interés en matar a alguien por ser homosexual? No tendría ningún sentido. Nadie le vio manteniendo relaciones sexuales. El Gobierno de Camerún, las fuerzas armadas, la policía, las fuerzas de seguridad, no tienen ningún poder, ninguna posibilidad de ir a investigar y preguntar sobre lo que se hace en la intimidad del propio dormitorio, bien sea entre dos hombres o entre un hombre y una mujer. Así que rechazo el supuesto caso de ese joven que presuntamente fue encontrado muerto a causa de su homosexualidad. Distinguidos embajadores, señoras y señores, eso son tan solo invenciones. Observen los detalles de la vida de esa persona, y entenderán por qué murió”.
En cuanto a los detalles de su vida, Eric Ohena Lembembe destacaba por su colaboración con grupos de defensa de los derechos LGTB como ADEFHO (Association pour la défense de l’homosexualité), y sobre todo por su labor en CAMFAIDS, asociación de apoyo a los enfermos de sida. También había colaborado, precisamente, en la redacción de la presentación del examen periódico universal de Camerún para el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Situación muy complicada
A finales de 2012, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresaba su preocupación por la situación de las personas LGTB en Camerún, realmente complicada.
Y es que cada poco tiempo se producen noticias de detenciones, algunas de las cuales hemos recogido a lo largo de los últimos años: en febrero de 2012 (cuando informamos de la detención de al menos tres mujeres lesbianas), en enero de 2012, en noviembre de 2011 (tres hombres fueron condenados a cinco años de cárcel acusados de mantener relaciones homosexuales en un coche), en octubre de 2011 (la condena a tres años de cárcel por declararse a otro hombre por SMS fue confirmada en diciembre de 2012), en abril de 2011, en marzo de 2011 (el detenido fue condenado a 36 meses de cárcel, motivo por el cual Amnistía Internacional llevó a cabo una acción), en octubre de 2010, en mayo de 2010 (los dos detenidos entonces fueron luego condenados a cinco meses de cárcel), en marzo de 2010 (en este caso la detención se mezcló con un intento de extorsión por parte de la Policía a un ciudadano australiano) o en diciembre de 2009 (en este caso el joven fue finalmente liberado tras permanecer varios días en prisión en condiciones miserables). Más recientemente, en julio de 2013, se conoció la sentencia a prisión de dos hombres detenidos dos años antes por mantener relaciones homosexuales. Y estos son solo los casos que trascienden a los medios internacionales. Según Human Rights Watch, al menos 28 personas han sido detenidas por delitos relacionados con la homosexualidad en los últimos tres años.
También nos hemos hecho eco de la serie de vídeos “Homosexuales en Camerún: gentes como tú y yo”, breves reportajes que recogen testimonios de personas LGTB perseguidas por su orientación sexual en el país africano.
En Camerún, como citábamos anteriormente, las relaciones homosexuales están penadas con hasta cinco años de cárcel, pero según la activista LGTB Alice Nkom solo se puede detener a una persona si se la encuentra en situación de “flagrante delito”. Desgraciadamente, tal y como corrobora Human Rights Watch, son cada vez más los casos en los que la Policía ignora este requerimiento.