Escaso seguimiento de una polémica campaña contra la homofobia en el fútbol inglés
La campaña Right Behind Gay Footballers (“Justo detrás de los futbolistas gays”), promovida por la organización Stonewall y la casa de apuestas Paddy Power para combatir la homofobia en el fútbol, se ha topado con reservas por parte de la mayoría de los clubes ingleses. Los organizadores pretendían que los jugadores de la Premier League lucieran cordones arcoíris en sus botas durante los partidos disputados el pasado sábado.
La mayor parte de los equipos que juegan en la primera división inglesa se han negado a secundar la iniciativa de Stonewall y Paddy Power y han dejado la decisión en manos de cada futbolista. A nivel particular, Robert Snodgrass del Norwich City y Casper Ankengren del Brighton & Hove Albion, entre otros, equiparon sus botas con los cordones arcoíris en sus encuentros. Tan solo el Everton F.C., patrocinado por la casa de apuestas, ha apoyado públicamente la campaña. Los demás clubes han expresado reservas sobre posibles conflictos con sus respectivos patrocinadores, el nombre elegido o no haber consultado previamente a los implicados.
El comunicado del Tottenham Hotspur F.C., por ejemplo, indica que “aunque el mensaje de la campaña es positivo y lo apoyamos”, unas aclaraciones previas “nos habrían permitido evitar problemas relacionados con entidades comerciales”. Otros clubes recordaron un anuncio de Paddy Power que fue tachado de tránsfobo en febrero de 2012 o criticaron que el nombre de la iniciativa sonara como un chiste de mal gusto. En esa misma línea, la asociación Football versus Homophobia opinó que el nombre de la medida refuerza estereotipos. La Gay Football Supporters’ Network (“Red de fans gays del fútbol”), sin embargo, apoyó la campaña.
Los organizadores respondieron a las críticas defendiendo el uso deliberado de un lenguaje “provocador”. Paddy Power, portavoz de la empresa homónima, explicó que “el objetivo ha sido que la gente hable, que se dé cuenta”. Por parte de Stonewall, Richard Lane se mostró “abrumado de la cobertura y el apoyo que hemos tenido” y calificó la campaña de “enorme éxito” por abrir “el mayor debate sobre homofobia en el deporte en mucho tiempo”. El hashtag #RBGF (Right Behind Gay Footballers) fue trending topic el sábado y recibió el apoyo de personalidades como el líder laborista Ed Miliband, el polifacético Stephen Fry o el futbolista sueco abiertamente gay Anton Hysén.
La visibilidad LGTB en el mundo del fútbol es un tema complicado donde abundan los estereotipos y no sobran los ejemplos de jugadores visibles. Y de los pocos que hay, no todos han tenido un final feliz. En el mismo Reino Unido, por ejemplo, el único futbolista profesional que continuó en activo después de salir del armario fue Justin Fashanu, en 1990, pero su carrera se resintió debido a la reacción negativa encontrada, se retiró en 1994 y acabó quitándose la vida cuatro años más tarde. Y a principios de este mismo año el entonces jugador del equipo inglés Stevenage F.C. y exmiembro de la selección de fútbol de Estados Unidos Robbie Rogers se declaró homosexual al mismo tiempo que anunciaba abandonar el fútbol. Afortunadamente, tres meses después volvía a la competición con el Los Angeles Galaxy. En mayo supimos que al menos ocho jugadores de fútbol de la ligas británicas habrían anunciado su homosexualidad a sus compañeros, pero no se atreverían a hacerlo completamente público por temor a la reacción de los aficionados.