Abrumador apoyo al matrimonio igualitario en el Parlamento de Escocia: 98 votos a favor y solo 15 en contra
El resultado no puede ser más claro: 98 votos contra 15. Diputados de todas las fuerzas representadas en el Parlamento escocés han apoyado que Escocia sea el siguiente país en aprobar el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio. El proyecto de ley supera así su primera votación plenaria y enfila la recta final de un proceso que comenzó hace ya dos años.
El proceso de aprobación del matrimonio igualitario en Escocia comenzó incluso antes que en Inglaterra y Gales. En mayo del 2011, el Partido Nacional Escocés (SNP), que en su programa electoral incluía la promesa de abrir un proceso de consultas sobre la cuestión, conseguía la mayoría absoluta en el Parlamento de Edimburgo. Pocos meses después el Ejecutivo escocés se mostraba a favor de presentar un proyecto de ley y abría el prometido proceso de consultas, que se cerró en diciembre de 2011. El resultado se conocía en verano de 2012: un 36% de opiniones a favor y un 64% en contra al contabilizar el total de respuestas recibidas, gracias a la poderosa campaña de los opositores al matrimonio igualitario (que llegaron a distribuir 20.000 postales para convencer al Gobierno escocés de que no presentara el proyecto). Pero si solo se tenían en cuenta las respuestas que siguieron el procedimiento oficial, las cifras se invertían: un 65% de las mismas eran favorables y un 35% se oponían. A principios de 2012, además, los líderes de los cuatro partidos de la oposición escocesa (laboristas, liberal-demócratas, conservadores y verdes) daban su apoyo a la aprobación del matrimonio igualitario. Por parte de los conservadores escoceses la que firmó el documento fue su líder Ruth Davidson, abiertamente lesbiana.
Finalmente, y tras meses de espera, la propuesta de ley fue presentada al Parlamento de Escocia antes del verano, y el pasado septiembre su Comité de Igualdad escuchaba a colectivos LGTB y organizaciones religiosas. Por fin este 20 de noviembre el proyecto afrontaba su primera votación plenaria, que se ha saldado con un éxito rotundo. De los 118 diputados presentes, 98 han votado a favor, 15 en contra y 5 se han abstenido. Los 15 votos contrarios se reparten de la siguiente manera: 8 conservadores, 6 del SNP y 1 laborista. Con gran diferencia han sido las filas conservadoras las más reacias al matrimonio igualitario: los conservadores solo tienen 15 escaños en el Parlamento escocés, y de ellos 8 han votado en contra y 7 a favor (una situación en cierto modo similar a la vivida ya en el Parlamento de Londres, cuando más de la mitad de los diputados conservadores representados en los Comunes votaron en contra del proyecto en Inglaterra y Gales).
Ello no ha impedido que la líder de los conservadores escoceses haya protagonizado uno de los momentos más emotivos de esta primera jornada de debate parlamentario, al defender de forma apasionada su propio derecho a contraer matrimonio. «Creo en el matrimonio (…) Más de 40 años después mis padres todavía se aman, y yo los veo, y es lo que ahora quiero para mí», expresaba Ruth Davidson, que comenzaba su intervención reconociendo que posiblemente se trataba de la más personal que había tenido nunca. «No quiero que la próxima generación de gays y lesbianas crezca como hice yo, creyendo que el matrimonio no es para ellos», añadía.
Inglaterra, Gales y Escocia, pero no Irlanda del Norte
Escocia, que forma parte del Reino Unido, dispone actualmente de la misma ley de uniones civiles que Inglaterra y Gales, dado que el Parlamento escocés autorizó en su momento al Parlamento de Londres que legislara el Civil Partnership Act también para su territorio; pero puede modificar su propia legislación matrimonial, que data de 1977, y abrir el matrimonio a las personas del mismo sexo.
Tras la aprobación de la ley en Inglaterra y Gales (que no estará vigente, recordemos, hasta el verano de 2014) y una vez que el Parlamento de Escocia apruebe definitivamente el proyecto, Irlanda del Norte quedará como el único de los cuatro territorios que forman el Reino Unido sin matrimonio igualitario debido a la férrea oposición unionista. Una situación que puede llegar a ser aún más paradójica en 2015, cuando está previsto celebrar un referéndum sobre el tema en la República de Irlanda, donde las encuestas muestran un sólido apoyo al matrimonio igualitario.
El proyecto escocés, por cierto, introduce ciertas mejoras sobre el aprobado para Inglaterra y Gales. Por ejemplo, frente al blindaje religioso de este (que prohíbe expresamente a la iglesia de Inglaterra y a la iglesia de Gales, sus dos «iglesias nacionales», celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo) en Escocia se dará libertad a todas las confesiones para que decidan si quieren permitir el matrimonio religioso entre personas del mismo sexo.