Bielorrusia: las autoridades de Minsk obstaculizan los actos del Orgullo de 2013

 Las autoridades de la ciudad de Minsk, capital de Bielorrusia, han prohibido la celebración de dos eventos en defensa de los derechos LGTB programados para el 11 y el 12 de diciembre. La prohibición se suma al elevado número de impedimentos y cancelaciones que han experimentado los actos del Orgullo de Minsk de este año, que tuvo comienzo el pasado 6 de diciembre.

Las autoridades municipales de Minsk alegaron problemas “técnicos” y de calendario para la prohibición de la manifestación convocada para el 11 de diciembre y el mítin programado para el día siguiente. Los activistas convocantes, sin embargo, pretenden organizar algún tipo de acto o reunión, a pesar de la prohibición, sin revelar más detalles por temor a detenciones preventivas. La asociación GayBelarus estima que el veto de las autoridades supone “un atentado deliberado contra las libertades políticas y los derechos civiles”.

La denegación del permiso para celebrar estos actos es el último de todos los impedimentos que la celebración del Orgullo de Minsk ha sufrido este año. Uno a uno, todos los encuentros, conciertos, coloquios y conferencias programados para celebrarse en distintos locales de la ciudad han ido siendo cancelados por los dueños de los mismos, que alegaban todo tipo problemas de índole técnico o averías que después se demostraban inexistentes. Algunos de ellos, incluso, llegaron a amenazar con denunciar a quienes celebrasen cualquier evento del Orgullo en la proximidad de sus locales.

Pocos dudan de que la presión de las autoridades ha estado detrás de todas las cancelaciones. Prueba de ello es que uno de los pocos actos que pudo llevarse a cabo fue interrumpido por miembros policiales, que aparecieron la noche del 7 de diciembre en el “Teatro Libre” durante una representación. Alegaban haber sido avisados de que en la sala se organizaba un “evento gay”. Los presentes fueron identificados y uno de los organizadores detenido, aunque fue puesto en libertad poco después.

La situación de las personas LGTB en Bielorrusia

Aunque la homosexualidad dejó de ser delito en Bielorrusia en 1994, el presidente Alexander Lukaschenko, que gobierna el país con mano de hierro, no ha cesado de hacer alusiones críticas al respecto. En declaraciones efectuadas en octubre de 2012 al diario The Independent, afirmaba que las únicas relaciones sexuales aceptables serían las que se establecen entre un hombre y una mujer con el propósito de procrear. Muy comentado también fue el comentario que hizo en marzo de 2012 acerca de la homosexualidad del ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle. “Mejor ser dictador que ser gay”, afirmó Lukaschenko tras conocer que Westerwelle se había referido a él como el último dictador de Europa. Ya meses antes Lukaschenko tuvo que disculparse tras instar a Westerwelle a llevar “una vida normal”. En junio de 2013, fuentes parlamentarias aseguraban que se preparaba un proyecto de ley para volver a introducir en el Código Penal el delito de sodomía, aunque hasta la fecha la medida no se ha llevado a cabo ni el proyecto ha sido confirmado.

Pero la homofobia de estado en Bielorrusia va más allá de los comentarios de su presidente, y en dosmanzanas hemos conocido diversos ejemplos. En octubre de 2011 recogíamos la nueva prohibición de celebrar una marcha del Orgullo, días después de que el propio Lukashenko manifestara públicamente que él no tenía nada en contra de este tipo de eventos. Lo cierto es que bajo la presidencia de Lukashenko Bielorrusia ha obstaculizado sistemáticamente la celebración de cualquier evento LGTB. En mayo de 2010 se prohibió la celebración en Minsk de la marcha del Orgullo Eslavo, convocada con el apoyo de colectivos LGTB de la vecina Rusia. Un grupo de activistas desafió sin embargo la prohibición y marchó por las calles de Minsk durante algunos minutos.

No fue hasta febrero de 2011 que tuvo lugar la primera manifestación LGTB autorizada de la historia bielorrusa. En mayo de ese año, sin embargo, fueron detenidos varios activistas por organizar otro evento con motivo del Día Internacional contra la Homofobia. En 2009 otro activista era acusado de organizar actividades en el nombre de organizaciones “no registradas”, ofreciéndosele la retirada de los cargos a cambio de entregar información sobre el colectivo LGTB bielorruso. Más recientemente, a principios de 2013, informábamos de las continuas redadas que se producían en los lugares de ambiente homosexual, así como de la negativa a legalizar la organización LGTB GayBelarus, cuyos activistas, además, eran investigados.

Bielorrusia es, en cualquier caso, una sociedad profundamente homófoba. En 2010 recogíamos los datos de una encuesta según la cual el 63% de los bielorrusos se muestra a favor de recuperar la vieja legislación soviética que criminalizaba la homosexualidad, y no creemos que la situación hayan cambiado demasiado desde entonces. No todas las noticias que hemos recogido de ese país han sido negativas, sin embargo. En enero de 2012 os presentábamos un bonito corto de tres minutos de duración considerado “la primera película gay” de Bielorrusia.