La justicia federal deniega la suspensión de la histórica sentencia que permite el matrimonio igualitario en Utah
La Corte de Apelaciones del 10º Distrito ha denegado la moción de suspensión de urgencia de la sentencia que permite el matrimonio igualitario en Utah. Este ha sido el tercer y último intento de la Fiscalía del estado de Utah antes de presentar la apelación contra el dictamen del juez Shelby. Las bodas entre parejas del mismo sexo podrán seguir llevándose a cabo mientras la apelación se tramita y decide.
El pasado viernes 20 de diciembre, el juez federal Robert J. Shelby fallaba a favor de tres parejas del mismo sexo, que reclamaban al estado de Utah su derecho a contraer matrimonio. Tras la sentencia, de ejecución inmediata, las primeras licencias de matrimonio para este tipo de parejas empezaban a facilitarse en las Secretarías del condado. Mientras, el gobernador Gary Herbert mostraba su profundo malestar con el dictamen judicial e informaba de su intención de apelarlo.
El mismo sábado 21, la Fiscalía del estado de Utah presentó una petición de suspensión de urgencia de la sentencia ante la Corte de Apelaciones del 10º Distrito, con sede en Denver, tratando de impedir que siguieran expendiéndose licencias de matrimonio a las parejas del mismo sexo. La respuesta de la Corte de Apelaciones fue negativa por cuestión de formas, indicando a la Fiscalía que no podían resolver una moción de suspensión si antes no se presentaba ante el juez que había dictado la sentencia.
Presentándose la oportuna petición de suspensión ante el tribunal del juez Shelby, este programó una audiencia para el lunes 23 a las 9 de la mañana. Un aluvión de parejas del mismo sexo se presentaba a las 8 de la mañana en las oficinas de las Secretarías del condado para solicitar sus licencias de matrimonio, con instrucciones precisas de cómo efectuar el trámite facilitadas por las asociaciones LGTB, por si la petición de suspensión se concedía. No fue así. Con contundencia, el juez Robert J. Shelby falló en contra de la suspensión de urgencia, pues la Fiscalía tan solo “había regurgitado” los mismos argumentos que había expuesto en la audiencia previa a la sentencia y que él había desestimado.
El juez también recordaba que la sentencia era de obligado cumplimiento para todas las Secretarías del condado, que debían expedir las correspondientes licencias de matrimonio a las parejas del mismo sexo que las solicitaran si no querían incurrir en desacato. Algunos de los condados más conservadores se habían negado a facilitarlas mientras se resolvía la apelación, pero la oficina de la Fiscalía emitió una circular en la que les instaba a “cumplir con la sentencia del tribunal federal”.
La Corte de Apelaciones de Denver era la última oportunidad para el gobernador de Utah y su Fiscalía, que presentó debidamente su petición e informes. Sin embargo, la noche del martes 24 la Corte de Apelaciones emitió de nuevo una resolución negativa, dictaminando que “habiendo examinado la decisión del tribunal del distrito y los argumentos de las partes sobre los factores de la suspensión, llegamos a la conclusión de que una suspensión no se justifica». Eso significa que los matrimonios entre parejas del mismo sexo podrán seguir llevándose a cabo en el estado de Utah durante toda la tramitación de la apelación contra la sentencia del juez Shelby.
Como la misma sentencia del juez Shelby, la decisión de la Corte de Apelaciones no ha dejado de sorprender, dados los antecedentes. Recordemos que cuando en agosto de 2010 el juez federal Vaughn Walker declaró inconstitucional la Proposición 8, (la enmienda a la Constitución de California que impedía el matrimonio igualitario), la ejecución de su sentencia estuvo suspendida cautelarmente hasta que resolvieron en apelación tanto la Corte Suprema de California en febrero de 2012, como más tarde el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en junio de 2013.
La incongruencia del gobernador de Utah
Como curiosidad, os ofrecemos la reflexión de Seth Anderson, uno de los miembros de la primera pareja del mismo sexo en casarse en Utah el mismo día en que se publicó la sentencia del juez Shelby (a la derecha en la foto). Ante la decisión del gobernador de recurrir la sentencia, Seth recordaba la historia de Utah:
«Hoy 23 de diciembre, el gobernador republicano Gary Herbert ha declarado que el estado de Utah acudirá ante un juez para ‘defender el matrimonio tradicional en el territorio de Utah’. No sé cómo puede decir eso como natural de Utah y como mormón. El matrimonio tradicional en Utah es no tradicional. Es deliciosamente irónico que hoy, 23 de diciembre, los mormones conmemoren el aniversario de Joseph Smith, el fundador de la iglesia mormona, un hombre que tenía 34 esposas, un tercio de las cuales se casó con Joseph mientras al mismo tiempo estaban casadas con otros hombres y un tercio de las cuales eran menores de 20 años. El fundador de Salt Lake City y colonizador de Utah, Brigham Young, tuvo 55 esposas y 34 hijos. 21 de sus esposas nunca se habían casado, 16 eran viudas, 6 eran divorciadas y 6 tenían esposos que aún vivían».
Les doy a 2016 o 2017 para que en Gringolandia entera halla matrimonio igualitario.