Nuevo México se convierte en el 17º estado de los Estados Unidos en permitir el matrimonio igualitario

La Corte Suprema de Nuevo México ha fallado por unanimidad de sus miembros que la Constitución del estado obliga a que las parejas del mismo sexo puedan casarse y obtener de esa manera los derechos, protecciones y responsabilidades que se derivan del matrimonio civil. Nuevo México se convierte así en el 17º estado de los Estados Unidos en permitir el matrimonio igualitario.

Todo comenzó el 21 de agosto de 2013 en el condado de Doña Ana. El secretario del condado, Lynn Ellis, tomó la decisión de emitir licencias de matrimonio a las parejas del mismo sexo que lo solicitasen, pues, según su interpretación de las leyes de Nuevo México, nada impedía expresamente que ese tipo de matrimonios pudieran celebrarse, ni siquiera la propia Constitución del estado definía el sexo de los integrantes de la pareja matrimonial.

Ya en el pasado mes de julio, el fiscal del estado había emitido un informe que recogía las mismas apreciaciones, significando que tan solo algún reglamento definía implícitamente que el matrimonio debía constituirse entre un hombre y una mujer, pero que estas normas vulneraban el Acta de Derechos Humanos y la Constitución estatal. En dicho informe, también comunicaba que no defendería en nombre del estado ningún caso en el que se defendiera la discriminación de las parejas del mismo sexo.

Poco después de la resolución de la Secretaría del condado de Doña Ana, una juez ordenaba a la de Santa Fe que emitiese asimismo aquellas licencias matrimoniales que le fueran solicitadas por parejas del mismo sexo. Tras estos dos condados se sumaron Bernalillo, San Miguel, Valencia, Taos, Grant y Los Álamos, bien por resolución judicial, bien por decisión de los secretarios del condado. Dado que entre estos condados se encontraban los más poblados del estado, a finales del mes de agosto más de la mitad de la población de Nuevo México vivía en territorios que permitían el matrimonio igualitario.

Dada la complejidad de la situación, los secretarios de los 33 condados de Nuevo México elevaron una petición a la Corte Suprema del estado, para que clarificara si la emisión de licencias matrimoniales a parejas del mismo sexo estaba amparada por la Constitución estatal, con el objetivo de que hubiera una uniformidad de criterios en todas las circunscripciones. La Corte Suprema ordenó el 6 de septiembre la apertura de un proceso de audiencias públicas para decidir sobre la constitucionalidad del matrimonio igualitario.

Finalmente, este 19 de diciembre la Corte Suprema de Nuevo México ha resuelto a favor de la igualdad de derechos de todos los ciudadanos del estado, en un fallo que concluía en los siguientes términos:

«Prohibir los matrimonios del mismo sexo no está sustancialmente relacionado con los intereses gubernamentales aducidos por la parte opositora al matrimonio entre personas del mismo sexo o con los propósitos que hemos identificado. Por lo tanto, impedir que las personas se casen y  privarles de los derechos, protecciones y responsabilidades del matrimonio civil únicamente por su orientación sexual, viola la cláusula de igual protección en virtud del Artículo II, Sección 18 de la Constitución de Nuevo México.

Sostenemos que el Estado de Nuevo México está constitucionalmente obligado a permitir que las parejas del mismo sexo se casen, debiéndose extender a ellas los derechos, protecciones y responsabilidades que se derivan del matrimonio civil bajo las leyes de Nuevo México».

Tras la decisión de su Corte Suprema, Nuevo México se ha convertido en el 17º estado de los Estados Unidos en permitir el matrimonio igualitario (tras California, Connecticut, Delaware, Hawaii, Illinois, Iowa, Maine, Maryland, Massachusetts, Minnesota, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island, Vermont y Washington). A estos 17 estados se unen además Washington DC (la capital federal) y ocho jurisdicciones tribales.