Un juez federal declara inconstitucional la prohibición del matrimonio igualitario en Utah, bastión de la religión mormona
Un juez federal ha dictaminado este viernes 20 de diciembre que la prohibición estatal del matrimonio igualitario en Utah viola las garantías de igual protección y debido proceso recogidas en la decimocuarta enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Utah se convierte así en el 18º estado de los Estados Unidos en extender el derecho al matrimonio a las parejas del mismo sexo.
Tan solo un día después de que la Corte Suprema de Nuevo México dictaminara a favor del matrimonio igualitario, Utah, uno de los estados más conservadores de los Estados Unidos se ha unido al grupo de aquellos que respetan la igualdad de derechos. Bastión de la religión mormona, Utah no aparecía desde luego en las apuestas como el siguiente estado en reconocer este derecho a las parejas del mismo sexo, en un año 2013 decididamente histórico para los derechos civiles de las personas LGTB en los Estados Unidos.
El juez federal Robert J. Shelby ha fallado a favor de las tres parejas del mismo sexo que presentaron demanda ante la jurisdicción federal por habérseles negado el derecho a contraer matrimonio en Utah, o a que se reconocieran sus matrimonios celebrados en otro estado. El juez Shelby fallaba en su sentencia que “en aplicación de la ley tal y como está obligado a hacerlo, el tribunal sostiene que la prohibición de Utah del matrimonio entre personas del mismo sexo entra en conflicto con las garantías de la Constitución de los Estados Unidos de igual protección y debido proceso ante la ley. Las leyes actuales del estado niegan a los ciudadanos gays y lesbianas su derecho fundamental a contraer matrimonio y, al hacerlo, degradan la dignidad de las parejas del mismo sexo sin motivo racional. En consecuencia, el tribunal considera que estas leyes son inconstitucionales».
En 2004, un 66% de los votantes del estado de Utah aprobó una enmienda a su Constitución que definía el matrimonio como “la unión legal entre un hombre y una mujer” y establecía que “ninguna otra unión doméstica, cualquiera que sea su denominación, podrá reconocerse como matrimonio u ofrecer los mismos efectos legales”. Es decir, no solo no se reconocía el derecho al matrimonio a las parejas del mismo sexo, sino también la posibilidad de una unión civil que recogiera algún beneficio sustancial. El Código Civil del estado recogía la prohibición expresa del matrimonio entre persones del mismo sexo e impedía el reconocimiento de cualquier derecho o beneficio a otro tipo de uniones distintas al matrimonio heterosexual.
Estas son las leyes que la sentencia del juez Shelby ha declarado inconstitucionales y, por tanto, han quedado automáticamente derogadas. Para el juez, “las cuestiones legales que se presentan en esta demanda no dependen de si las leyes de Utah fueron fruto de la legislatura o de un referéndum, o de si las leyes fueron aprobadas por un mayor o menor margen. La cuestión que aquí se presenta depende más bien de la propia Constitución, y de la interpretación de ese documento que figura en los precedentes vinculantes del Tribunal Supremo y la Corte de Apelaciones del Décimo Circuito”.
El gobernador de Utah, Gary Herbert, se ha mostrado profundamente contrariado con la sentencia, llegando a calificar al juez de “activista” y afirmar estar trabajado con el fiscal general del estado para “determinar qué mejor camino seguir para defender el matrimonio tradicional dentro las fronteras de Utah”. Las alegaciones que el fiscal general hizo en la audiencia ante el juez federal no fueron estimadas por este, que en su sentencia alegaba que “el estado de Utah no ha aportado ninguna prueba de que el matrimonio entre personas de distinto sexo se vea afectado en modo alguno por el matrimonio entre personas del mismo sexo. En ausencia de tales pruebas, los infundados temores y especulaciones del estado son insuficientes para justificar su negativa a dignificar las relaciones familiares de sus ciudadanos gays y lesbianas. Por otra parte, la Constitución protege los derechos fundamentales de los demandantes, que incluyen el derecho a contraer matrimonio y el derecho a que ese matrimonio sea reconocido por su gobierno. Estos derechos no tendrían sentido si la Constitución también impidiera que el gobierno pueda interferir en las decisiones intensamente personales que un individuo adopta cuando decide comprometerse solemnemente con otro ser humano. Por ello, la Constitución protege la elección de pareja que hagan los ciudadanos, independientemente de su orientación sexual «.
Al igual que la sentencia del día anterior en Nuevo México, la del juez Shelby hace un uso intensivo de los argumentos utilizados por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos al derogar la sección 3 de la DOMA el pasado mes de junio. Tanto los fallos como las argumentaciones utilizadas alimentan la esperanza de que sirvan de precedente para las 46 demandas presentadas en 22 estados diferentes en las que, de una u otra forma, se desafía la prohibición del matrimonio igualitario (entre ellos Arkansas, Carolina del Norte, Virginia, Kentucky o Pensilvania).
Primera boda del mismo sexo en Utah
Poco después de la publicación de la sentencia del juez Robert J. Shelby, que tenía efectos inmediatos, la pareja formada por Michael Adam Ferguson y J. Seth Anderson se dirigió a la Secretaría del condado de Salt Lake para obtener su licencia de matrimonio. La misma les fue facilitada por la vicesecretaria del condado, Wany Morrison, que no pudo contener las lágrimas.
Michael y Seth solicitaron un oficiante para celebrar la ceremonia de su matrimonio en ese momento, pero la emocionada vicesecretaria les comunicó que, muy a su pesar, no podía hacerlo ella misma, pues había recibido órdenes del fiscal del distrito de esperar hasta que el estado diera instrucciones.
Sin embargo, uno de los reporteros presentes para cubrir la noticia, Bob Henline del QSaltLake, les comunicó que tenía licencia para oficiar matrimonios, procediendo a celebrar la ceremonia inmediatamente y convirtiendo a Michael y Seth en la primera pareja del mismo sexo en casarse en el estado de Utah.
Con el fallo del juez Shelby, Utah se ha convertido en el 18º estado de los Estados Unidos en permitir el matrimonio igualitario (tras California, Connecticut, Delaware, Hawaii, Illinois, Iowa, Maine, Maryland, Massachusetts, Minnesota, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Nuevo México, Rhode Island, Vermont y Washington). A estos 17 estados se unen además Washington DC (la capital federal) y ocho jurisdicciones tribales.
RELIGIONES:
Rabino Shmuly: ‘Negar a los gays el derecho a casarse es contrario a la justicia y ética judía’
http://www.ragap.es/actualidad/actualidad/rabino-shmuly-negar-a-los-gays-el-derecho-a-casarse-es-contrario-a-la-justicia-y-etica-judia/708106
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Oscar De Madrid
Desde luego muy pocos habíamos pensado en este estado como un candidato en firme a la igualdad. Espero que se vayan sumando cada vez más estados. Muy buenas noticias las que nos llegan desde los EE.UU.