Un líder político de Namibia aboga por los derechos de las personas LGTB

McHenry Venaani, presidente de la opositora Alianza Democrática de Turnhalle (DTA en sus siglas en inglés), ha hablado a favor de los derechos de las personas LGTB, enfrentándose a quienes propagan reiteradamente que la homosexualidad es algo ajeno y contrario a la cultura africana. Venaani cree que es hora de que acabe la represión contra el colectivo LGTB y se comience a proteger sus derechos.

La DTA fue un partido relevante durante los primeros años posteriores a la independencia de Namibia, pero actualmente solo mantiene dos diputados en su Parlamento. Por ello, está inmerso en un proceso de remodelación, elaborando el que será su nuevo programa de cara a las elecciones de 2015, que quiere ser inclusivo con las minorías. Venaani asegura que, desde su fundación en 1977, la DTA siempre ha estado en contra de cualquier tipo de discriminación.

En un discurso poco frecuente en el continente, el líder de la DTA se opone a la tradicional consideración de la homosexualidad como algo importado por las fuerzas coloniales, calificando tal aseveración de “mentiras prefabricadas”, y arguyendo que “desde el principio, los homosexuales han sido parte de nuestra sociedad. Está demostrado científicamente que en todas las razas y culturas existen los homosexuales”.  Venaani afirma con rotundidad que la homosexualidad existe en África desde antes de la colonización, y que, por tanto, “los africanos deben dejar de ocultar la realidad. La existencia de la homosexualidad no puede ser negada”.

Los argumentos de McHenry Venaani contrastan fuertemente con los mantenidos por otras fuerzas políticas del país. A principios de 2013, Job Amupanda, portavoz de las juventudes de la Organización del pueblo de África del Sudoeste (SWAPO en sus siglas en inglés), el partido gobernante, instaba a que los defensores de los homosexuales se dieran a conocer para así poder ser identificados. Amupanda declaraba que “debemos defender los valores tradicionales y no asimilar prácticas importadas, como a los llamados homosexuales. Condenamos categóricamente la homosexualidad con el desprecio que se merece”.

Situación de las personas LGTB en Namibia

Tras su independencia, Namibia heredó la penalización de las relaciones homosexuales masculinas como parte de su derecho consuetudinario romano-holandés. Es decir, no existe un Código Penal en sí, sino que el derecho se crea por decisiones de los tribunales que crean jurisprudencia. La sodomía, que es la práctica que está penada, se define como la relación sexual consensuada entre dos hombres, y la jurisprudencia heredada la castiga con penas de prisión. La sociedad civil la considera tabú, y los representantes políticos han manifestado repetidamente su oposición a cualquier legislación que proteja los derechos de las personas LGTB.

Como ejemplo de ello, en el año 2000, el entonces ministro de Interior Jerry Ekandjo instaba a los oficiales de policía recientemente graduados a “eliminar” a gays y lesbianas de las calles de Namibia. En 2001, el presidente Sam Nujoma, amenazó con realizar purgas contra gays y lesbianas para expulsarles del país. La viceministra de Interior e Inmigración, Theopolina Mushelenga, acusó en junio de 2005 a los homosexuales de haber traicionado la lucha por la libertad en Namibia durante el proceso de independencia, les responsabilizó de la propagación del VIH y les calificó de insulto a la cultura africana. En diciembre de 2011 fue noticia la agresión sufrida en la capital del país, Windhoek, por el ganador del concurso Mister Gay Namibia, en la primera elección de este tipo celebrada en el país.