Archivan sin diligencia probatoria alguna el suicidio de una adolescente bisexual que sufrió acoso escolar
La Fiscalía de menores de Oviedo ha sobreseído el caso del suicidio de Carla Díaz, una adolescente de 14 años que en abril de 2013 se quitó la vida tras ser víctima de acoso, entre otros motivos, por su orientación bisexual. Carla estudiaba en el colegio Santo Ángel de la Guarda, un centro católico concertado. El colectivo LGTB asturiano XEGA ha considerado «inaudito» que se archive el caso sin diligencia probatoria alguna, lo que impide a la madre de Carla, Montserrat Magnien, ejercer la acusación particular y la priva de su derecho a que se investigue lo sucedido en profundidad.
El colectivo asturiano ha emitido un comunicado en el que muestra su apoyo incondicional a la familia de Carla y a sus abogados, Luis Manuel Fernández y Leticia de la Hoz, que con la colaboración de la Asociación Contra el Acoso Escolar solicitarán la reapertura de la causa. «XEGA exige que las autoridades educativas de Asturias indaguen también este caso, por si el centro educativo ha cometido algún tipo de actuación no conforme a la ley, y en todo caso, espera que este lamentable hecho reafirme a la Consejería de Educación en su compromiso con la erradicación de cualquier forma de acoso escolar y muy en especial el que se basa en la orientación sexual o identidad de género de los menores acosados», añade la nota.
Carla Díaz, que presentaba estrabismo y que había hecho pública su condición de bisexual, se suicidó el 11 de abril de 2013 saltando desde un acantilado de Gijón después de ser acosada en su colegio. Según explica el diario El Mundo, agentes policiales recogieron en su momento el testimonio de una de sus compañeras según la cual «a raíz de hacerse pública su condición de bisexual (…) comenzaron a meterse con ella, llegando a insultarla con frases tipo: bollera, virola [bizca] y otras frases similares, e incluso en una ocasión le arrojaron agua procedente de los baños. (…) Ella no entendía por qué estas personas se metían con ella si nunca les había hecho nada».
Los indicios de acoso parecen claros
El Mundo ha tenido acceso al atestado policial, a los testimonios de las menores en comisaría, a documentos internos del colegio Santo Ángel de la Guarda y a algunos de los mensajes que se intercambiaron las compañeras de Carla en las redes sociales tras su muerte. Si algo parece desprenderse de toda esta documentación son los indicios de que Carla Díaz sufrió un brutal acoso. O al menos esa es la percepción que tenían parte de sus compañeras. «Carla se suicidó por tu culpa», «todo el SAG [el colegio Santo Ángel de la Guarda] se metía con ella» o «Yo sí, me metí con ella, le pegué, nos pegamos, pero, y? fui la única persona acaso? Creo que no, eh, hay mucha gente más que ahora no da la cara, que hizo lo mismo, incluso peor que yo», son algunos de los comentarios recogidos. Es más, según ha explicado la abogada Leticia de la Hoz a La Nueva España, «en este caso se da una circunstancia que no se suele dar en otros y es que tenemos varias actas de reuniones de la madre con la tutora del centro en las que por escrito se habla de acoso escolar. Le ponen nombre al problema y ese documento nos parece fundamental a la hora de razonar nuestra nueva denuncia».
Carla, de hecho, ya había comenzado a autolesionarse haciéndose cortes en las muñecas meses antes de quitarse la vida. «A partir de los cortes no la dejábamos un minuto sola, la llevábamos al colegio y la íbamos a buscar. Empezó a saltarse clases, a bajar el rendimiento. Sabía que pasaba algo en clase, pero no sabía el qué. Luego supe lo que fueron esos dos años para ella: la insultaron, le hicieron daño, la persiguieron, vi un vídeo en el que aparecen unas crías riéndose diciendo que le pegaban porque les salía de los cojones. Crearon un muñeco virtual muy feo, bizco, y le pusieron de nombre Carla, el monito Carla… Es muy duro saber que estaba pasando esto y nadie hizo nada», explica su madre.
«Hicieron con Carla lo mismo que con Jokin. La obligaron a matarse. Es terrible», ha declarado Encarna García, presidenta de la Asociación Contra el Acoso Escolar, que se plantea la posibilidad de denunciar por prevaricación al fiscal de menores de Oviedo, Jorge Fernández. Encarna García se refiere al antecedente de Jokin Ceberio, el adolescente vasco de 14 años que se suicidó en 2004 tras sufrir acoso y cuyo caso recibió gran atención mediática.
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