La actriz María Díaz, víctima de un ataque tránsfobo en Avilés

La actriz cómica María Díaz, conocida por el gran público por su papel televisivo en la serie Aída (donde encarna a «la Junca», un personaje secundario aunque recurrente) sufrió una agresión tránsfoba el pasado 22 de febrero en Avilés. Fue a la salida de un partido de fútbol entre el Avilés y el Oviedo. La actriz fue abordada por un grupo de ultras del Real Oviedo que la insultaron y la golpearon por creer que es una mujer transexual.

Ella misma lo cuenta con detalle en su perfil de Facebook. «Salí del partido del Avilés-Oviedo. Después de hacerme unas 50 fotos con otros tantos aficionados del Oviedo y aguantarles la correspondiente chufla, porke ganaron… risas, cachondeo y deportividad, gente encantadora. Me fui sola camino de mi casa y oigo detrás de mí gritos tipo » Heil Hitler», «puto sporting», » vascos etarras hijos de puta», » arriba Es… paña» y babosadas de ese calibre…», cuenta la actriz (reproducimos literalmente su estilo informal). «Uno de esos gritos acabó cayendo justo en mi oído. Me doy la vuelta del susto y veo a 6 tíos y alguna de sus correspondientes siervas ( por no decir otra cosa….) justo detrás de mí, al momento se me acerca uno y desde detrás de su novia me suelta un «TRAVELO DE MIERRRRDA», me soltó eso y… UNA HOSTIA!! Tal cual!! Yo, ke estoy muy bien educada, hago con las hostias lo mismo ke con los saludos… si puedo la devuelvo y tal cual, él detrás de su novia y, claro, no le voy a zumbar a su novia porke, a diferencia de éste energúmeno, yo no le pego a una mujer. Me acorralan entre todos gritándome ke me pire de allí, ke me vaya a mi casa…¡¡¡YA ESTOY EN MI CASA, ANORMALEEEES!!!… Llamo al 112, les digo ke me están agrediendo entre 6 tíos y me dice ke si puedo andar ke me vaya a comisaría a poner una denuncia, vamos, ke me las apañara sola. Cuando no me quedaron más cojones ke plantar cara, el ke me soltó y la… de su novia se piraron corriendo, los otros valientes se fueron cada uno pa’un lado y desaparecieron», sigue contando María Díaz, sin duda una mujer de carácter.

«A la gente del Oviedo ke disfruta del fútbol y de la sana rivalidad. No permitan en su club gente de este tipo ke ponen el deporte de excusa para volcar todas sus fobias, sus ideas fascistas, xenófobas, homófobas, sus borracheras, colocones y todas las frustraciones fruto de sus vidas vacías de provecho y llenas de odio», reflexiona la actriz. «A los directivos del Oviedo. Me consta ke ustedes son conscientes de ke existe esta lacra entre sus seguidores. Hacen un flaco favor a su, en mi opinión, honorable club y una falta de respeto para la afición ke entiende ke esto es un deporte y disfrutan de su ekipo sanamente», añade.

El 112 «pasó» de auxiliarla

La actriz también tiene palabras para la persona que atendió su llamada en el 112, que en lugar de activar la que parecería lógica cadena de auxilio ante una agresión le recomendó ir a comisaría. «Al tipo del 112… Tú?? Pa’ ké cojones estás ahí?? Estás perdiendo dinero, no aportas soluciones y eres un inútil…¡¡¡DEDÍCATE A LA POLITICA!!!», escribe María Díaz, que no ahorra calificativos para calificar a sus agresores de cobardes ( «Si tenéis tantos cojones vais a la puerta del Mossad (…) a gritar ‘heil hitler'») y lamentar la actitud de las chicas que los acompañaban («A las tías ke vais al rabo de estos cagones. Me da vergüenza pertenecer al mismo género ke vosotras, si tenéis ke ir a la sombra de uno de éstos energúmenos para ser ‘alguien’, lo único ke me inspirais es una profunda pena»).

Defiende a las personas transexuales

Algo que muestra la calidad humana de María Díaz es el hecho de que no solo no se ha molestado por ser confundida con una mujer transexual, sino que ha defendido la dignidad de las personas transgénero. «Al tolay ke me soltó la hostia… no soy un travelo, soy mujer, madre, hija, esposa, hermana, aficionada al fútbol, actriz, asturiana y muuuchas cosas más pero, ante todo, soy persona y como tal te digo ke nadie merece ke le zumben por su religión, ideas, sexualidad o tendencia, ni sikiera tú aunke seas un ignorante por ke kieres. Fuisteis a por mi porke estaba sola, eso dice mucho de tí y de tu complejo de inferioridad. Creiste ke era un travelo porke soy más alta y más fuerte ke tu?? Y si fuera un travelo?? Keeee?? A tí ke coño te importa lo ke sean los demás?? Conozco muchos ‘travelos’ como tú los llamas y es cierto, hay muchas diferencias entre ellos y tú. Primero ke son personas respetuosas, hasta con los retrógrados ke les apuntan con el dedo, les pegan y luego buscan chaperos. Segundo, toooodos son útiles para esta sociedad y de un modo u otro contribuyen a pagar bajas, paro y subsidios de mucha gente con mala suerte en el trabajo pero también de unos cuantos mierdas ke sólo saben chupar del bote y vampirizar al resto. Podría enumerarte miles de diferencias más pero es una pérdida de tiempo. Sólo te diré algo más, me tocaste la cara porke viniste como el cobarde ke eres, tu y los ke iban contigo. Si llegas a venir de frente y tu sólo la cosa sería distinta porke, chiquitín….mi sobrina de 11 meses pega más duro ke tú».

«Basta ya de callarse en este país»

María Díaz es una mujer llena de energía que no tiene pelos en la lengua. «La otra opción es callarse. Basta ya de callarse en este país, nos están pisando por todas partes y encima nos obligan a callar. Esta gente no va a conseguir que yo viva con miedo, yo no les tuve miedo en su momento y no lo voy a tener ahora. Y el tiempo de vivir con miedo en este país ya pasó hace mucho. Si me callo entonces sí voy a tener miedo, de que cojan un día a una persona y le partan la cara por coger basura cuando el Estado no está respondiendo para que tenga para comer, eso sí me da miedo», ha declarado la actriz a 20 Minutos. Un medio al que ha asegurado que en ningún momento se ha sentido ofendida por haber sido confundida con una mujer transexual. «Me ofendería que me confundieran con una nazi o una ultra», afirma.

Esperemos que la agresión sufrida por María Díaz sea convenientemente investigada y los agresores identificados. En cualquier caso, es intolerable que los clubes de fútbol sigan haciendo la vista gorda (en algunos casos incluso les dan facilidades) a los grupos de energúmenos fascistas que acuden a los estadios y a sus alrededores a dar rienda suelta, entre otras cosas, a su odio homófobo y tránsfobo.