Los ciudadanos de Arizona apoyan el veto de la gobernadora a la ley homófoba y se muestran favorables al matrimonio igualitario
La gobernadora de Arizona vetó recientemente una ley aprobada por las cámaras del estado que permitía discriminar a las personas LGTB en base a las creencias religiosas de los prestadores de servicios. Ahora se ha dado a conocer una encuesta que revela la gran oposición popular a dicha ley, así como el cambio experimentado entre los ciudadanos de Arizona respecto al matrimonio igualitario, cuyos partidarios superan por primera vez a los detractores. La misma tendencia favorable a la igualdad se observa en otras encuentas realizadas a nivel nacional en los Estados Unidos.
No solo las grandes compañías como Apple, American Airlines o los organizadores de eventos deportivos como la Liga Nacional de Fútbol Americano se oponían a la ley homófoba que aprobaran las cámaras representativas de Arizona, también la mayoría de los ciudadanos del estado se han declarado contrarios en una encuesta realizada por la firma Public Policy Polling.
La ley “relativa al libre ejercicio de la religión”, hubiera autorizado la discriminación de las personas LGTB en base a las creencias religiosas de los prestadores de servicios. Con su entrada en vigor, el propietario de cualquier negocio podría haberse negarse a atender a clientes cuando ello hubiera colisionado “de forma sustancialmente motivada” con su fe. Aunque el texto no las mencionaba, el objetivo de la ley no era otro que las personas LGTB pasaran a ser ciudadanos de segunda clase a los que se podría denegar servicios sin que ello supusiera una infracción.
La encuesta de Public Policy Polling revela que un amplio 66 % de los ciudadanos de Arizona apoyan el veto de la gobernadora, que ha dejado la ley sin efectos, frente a un minoritario 22 % favorable a que la medida hubiera entrado en vigor.
En el sondeo, en el que se interrogaba a los ciudadanos sobre asuntos de interés social y político, se mostraba también interés por su opinión acerca del matrimonio entre personas del mismo sexo, ofreciendo datos que ponen de relieve el cambio social que se está experimentando hasta en las zonas tradicionalmente más conservadoras de los Estados Unidos. Un 49 % de los encuestados se mostraba favorable a la legalización del matrimonio igualitario en Arizona, frente al 41 % que se declaraba opuesto, siendo la primera vez que los partidarios de la igualdad superan a los discriminadores. Entre los menores de 45 años los porcentajes difieren aún más: un 56 % de partidarios frente a un 36 % de detractores.
Dean Debman, presidente de Public Policy Polling, señala que “Arizona es un buen ejemplo de cómo está cambiando la nación respecto a la cuestión de los derechos de los homosexuales”, constatando que “ahora no apoyan nuevas leyes que discriminen a los gais y sí apoyan nuevas leyes que les otorguen igualdad completa”. Hace un poco más de dos años, en noviembre de 2011, una encuesta semejante ofrecía el resultado de un 45 % de opositores al matrimonio igualitario frente a un 44 % de partidarios.
Apoyo al matrimonio igualitario en el conjunto de Estados Unidos
Otras encuestas publicadas recientemente confirman el apoyo mayoritario de la población al matrimonio entre personas del mismo sexo en el conjunto de los Estados Unidos. El estudio del independiente Public Religion Research Institute reflejaba que un 53 % de los estadounidenses apoya el matrimonio igualitario frente a un 41 % que se opone. En 2003 el mismo tipo de encuesta mostraba que solo un 32 % apoyaba el matrimonio entre personas del mismo sexo, al que se oponía un 59 %. El cambio es considerable.
El cuestionario ofrece datos interesantes, como el que se refiere a la opinión sobre la igualdad matrimonial por regiones. Los partidarios son mayoritarios en el Noreste (60 %), Oeste (58 %) y Medio Oeste (51 %), mientras que en el Sur hay un empate entre partidarios y detractores, alcanzando ambos el 48 % de los encuestados.
Por creencias religiosas, el matrimonio entre personas del mismo sexo cuenta con un apoyo mayoritario entre los judíos (83 %), los que no se adhieren a ningún grupo religioso (73 %), los blancos protestantes no evangélicos (62 %), los católicos no hispanos (58 %) y los católicos hispanos (56 %). Frente a ellos, un 69 % de los blancos evangélicos y un 59 % de los negros protestantes se oponen a la igualdad de derechos de las personas LGTB.
Otra encuesta, realizada para el New York Times y CBS News a finales del pasado mes de febrero, indagaba sobre la opinión de los ciudadanos estadounidenses respecto a los asuntos políticos de interés general. En ella se reflejaba que un 56 % de los encuestados estimaban que el matrimonio entre personas del mismo sexo debía ser legalizado, frente a un 39 % que opinaba que no debía serlo.
El alcalde de Nueva York De Blasio participó en el desfile alternativo de San Patricio para mostrar su apoyo a la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales
http://www.eldiariony.com/noticias-bill-de-blasio-desfile-san-patricio-lgbt-comunidad-gay
________________________________________________
Oscar De Madrid
Totalmente a favor del matrimonio gay, por supuesto, pero también a favor de respetar las creencias religiosas de terceras personas que no están de acuerdo. Si alguno no quiere celebrar matrimonios homosexuales, se busca otro otro prestador de servicio y listo. No podemos obligar a la gente a pensar como nosotros, se les puede convencer pero no obligar.
Si una persona abre un negocio debe atenerse a lo que dicta la ley, y si la ley dicta que no podrá denegar servicios a clientes por razón de su raza, sexo u orientación sexual, pues deberá cumplirla o dedicarse a otra cosa.
Podemos y debemos obligar a quienes piden autorización para regentar negocios que respeten los derechos de sus clientes. Entre ellos, el de no ser discriminados por su sexo, razo u orientación sexual. Si todo el mundo entiende que el dueño de un bar no puede negarse a atender a una persona por ser negra, por ejemplo, no sé por qué resulta tan difícil para algunos de entender que tampoco lo pueda hacer por ser homosexual.
Sus creencias religosas, ideológicas o de cualquier otra índole las debe dejar a la puerta del establecimiento, no pueden afectar a los derechos de los clientes. Un bar, una tienda, un agencia de viajes… no son centros religiosos ni iglesias.
Por favor, son cuestiones básicas…