Parlamentarios de Kenia pretenden promover leyes homófobas semejantes a las de Uganda y Nigeria
Un grupo de parlamentarios de Kenia pretende plantear el endurecimiento de las leyes contra la homosexualidad en el país africano, a semejanza de las legislaciones aprobadas recientemente en Uganda y Nigeria. Los activistas LGTB kenianos se disponen a luchar contra esta pretensión, utilizando todos los recursos a su alcance, incluso acudiendo a la Corte Constitucional.
Irungu Kangata, diputado por la coalición Jubilee Alliance (formada para apoyar electoralmente al actual presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta), lidera un grupo de parlamentarios que pretende endurecer las leyes kenianas contra la homosexualidad. El grupo responde a la presión que se ejerce desde determinados grupos y confesiones religiosas, que quieren emular las leyes ahora vigentes en la vecina Uganda y en Nigeria.
Kangata afirma que “vamos a plantear esta cuestión en el Parlamento, y el director de la Seguridad del Estado y el fiscal general deberán explicar por qué la policía no ha podido detener a los autores de estos crímenes», refiriéndose a quienes practican la homosexualidad, a la que equipara con el robo o el asesinato.
Si bien las relaciones homosexuales ya están castigadas en Kenia con penas de hasta 14 años de prisión, las recientes leyes ugandesas y nigerianas están encaminadas a hacer desaparecer cualquier rastro de actividad homosexual. La ley ugandesa llega a incrementar el castigo por mantener relaciones homosexuales hasta la cadena perpetua. En ambos países se penaliza, además, el activismo LGTB o cualquier acto de visibilidad de la homosexualidad. En Uganda incluso se llega a castigar a quienes no delaten a los sospechosos de comportamiento homosexual y en Nigeria a quienes colaboren con las asociaciones LGTB.
El activista LGTB Denis Nzioka mantiene un fundado temor de que un proyecto de ley semejante al ugandés se ponga sobre la mesa. “Me preocupa lo que vaya a suceder”, comenta Nzioka, “si bien el proyecto de ley aún debe ser tramitado en el Parlamento y eso llevará su tiempo. Pero la comunidad y los grupos de derechos humanos están preparando un plan de contraataque para asegurarse de que nunca vea la luz”.
Los recursos a los que pueden acudir los grupos de defensa de los derechos LGTB son los legales, ya que no cuentan con ningún apoyo entre la población. El 90% de los kenianos apoyan la discriminación de las personas LGTB. La única oportunidad de que un proyecto de ley semejante no prospere se reduce a acudir a la Corte Constitucional de Kenia, y esperar a que esta lo declare inconstitucional.
Nzioka también teme que las leyes ugandesas y nigerianas se expandan por más países del entorno, sobre todo los del norte de mayoría musulmana. Aunque Kenia tiene una población mayoritariamente cristiana, existe una pujante comunidad musulmana en el noreste y las provincias costeras. En todo caso, tanto la una como la otra son fuertemente homófobas y la iniciativa parlamentaria, como en el caso de Uganda, parte de diputados de confesión cristiana.
Según Nzioka, la previsible expansión de estas leyes se cimenta en la ambición política de los líderes africanos, que ven en la homosexualidad el subterfugio perfecto para alcanzar mayor popularidad entre sus electores. “Sé que algunos de estos líderes se rebajan a ese nivel y hablan de criminalizar la homosexualidad”, afirma el activista. «Están jugando a la política con la homosexualidad, es su as en la manga. Los políticos usarán cualquier medio para asegurarse que son elegidos. Y no hay asunto más favorable para ello que la homosexualidad”, concluye.
Situación de las personas LGTB en Kenia
Como señalábamos antes, Kenia es un país mayoritariamente cristiano y profundamente homófobo, que castiga la práctica de la homosexualidad con penas de hasta 14 años de cárcel (en base a leyes heredadas de la época colonial británica). Según un estudio del Pew Global Attitudes Project del pasado 2013, únicamente un 8% de sus 39 millones de habitantes estaría dispuesto a algún reconocimiento social de los homosexuales, y un 90% considera tal orientación sexual inaceptable.
Sin embargo, existe en Kenia un valeroso grupo de activistas LGTB muy productivo. Entre sus miembros se encuentra el mencionado Denis Nzioka, que incluso trató de presentarse en las últimas elecciones presidenciales como candidato y así visibilizar a la población LGTB. También David Kuria Mbote se presentó como senador en las últimas elecciones, aunque tuvo que cancelar su campaña debido a las fuertes amenazas recibidas y la falta de fondos. Su breve campaña, sin embargo, sirvió para que por primera vez una persona abiertamente gay pudiera dirigirse a sus conciudadanos y ser escuchado.
La reciente salida del armario del escritor keniano Binyavanga Wainaina y el que se desarrollaran sin incidentes las protestas convocadas en Nairobi contra la legislación ugandesa alentaban incluso la esperanza de una mayor apertura en Kenia para los derechos LGTB.
Esperanza que no sobrevivirá al clima de fuerte homofobia que previsiblemente se desencadenará si el proyecto de ley homófobo es presentado. Recordemos las terribles atrocidades que se han sucedido tanto en Uganda como en Nigeria tras la promulgación de este tipo de leyes.
Con respecto al estudio de Pew del 2007, considero que sería más razonable incluir la misma encuesta pero hecha el año pasado, que ustedes mismos publicaron en junio.
http://www.pewglobal.org/2013/06/04/the-global-divide-on-homosexuality/
Tienes toda la razón, Seba. Cambio el texto y enlazo a nuestra noticia de 2013, mucho más actual. Muchas gracias por interesarte y ayudarnos a mejorar :).
Un saludo :).