Chile: aplican por primera vez el agravante contemplado en la «Ley Zamudio» en la condena de los agresores de una pareja de lesbianas
Por primera vez un juzgado de Chile ha aplicado en un delito penal el agravante de la «Ley Zamudio» contra la discriminación al dictar sentencia condenatoria contra Felipe Andrés Villaroel y Claudia Catalina Acevedo, que en octubre del año 2012 agredieron salvajemente a una pareja de lesbianas en presencia de su familia.
El Juzgado de Garantía de Viña del Mar ha condenado a Villaroel a un total de 3 años y medio de cárcel por dos delitos de amenazas y lesiones. Acevedo ha sido condenada a cerca de un año y siete meses por los mismos delitos. Los agresores, recordamos, insultaron a M.C. y P.A., una pareja de lesbianas de 39 y 42 años. Las llamaron “lepra de la humanidad” y “mariconas”, efectuando en medio de los insultos el saludo fascista y gritando “Heil Hitler”. “¿Quieren que las mate ahora misma mariconas de mierda? ¿Quieren que les raje la guata mariconas? Ven lo que tengo aquí”, les espetó Villaroel mientras les mostraba una esvástica tatuada (el MOVILH -Movimiento de Integración y Liberación Homosexual- recopiló en su momento fotografías de Villaroel en las que luce tatuadas tanto la esvástica como la doble S rúnica y muestra armas de fuego y cuchillos en pose amenazante).
En un momento posterior, los agresores se abalanzaron sobre las la pareja, a la que propinaron golpes y puñetazos. Una de ellas perdió brevemente la conciencia. Al recuperarla escuchó la voz de su hija. En ese momento, y frente a la menor, los agresores volvieron a golpearla. El padre de la niña, enfermo de cáncer y que se encontraba presente, intentó defenderlas, pero recibió otro golpe en el vientre.
Las víctimas han estado legalmente representadas durante todo este tiempo por el propio MOVILH, que ha felicitado al fiscal de caso, Pablo Avendaño, por su «excelente y muy profesional labor”. Durante todo el 2013 y comienzos de este año se intentó resolver el procedimiento mediante juicio abreviado, pero no fue hasta el pasado 15 de mayo cuando se logró llegar a un acuerdo, aplicándose por primera vez en este tipo de casos la agravante que contempla la Ley Zamudio a los dos condenados (según la denuncia inicial, una segunda mujer acompañaba a Villareal durante la agresión, pero los medios no reflejan que haya sido finalmente condenada). “Estamos tremendamente satisfechos porque se ha hecho justicia para dos mujeres y porque tras una larga lucha judicial por primera vez se ha aplicado la agravante en la Ley Zamudio, algo que había sido muy esquivo hasta ahora”, ha expresado el MOVILH. «Sin duda esto sienta un precedente. Tenemos en proceso varios casos, incluidos lamentablemente asesinatos, y esperamos que este fallo sirva para que se aplique la agravante”, ha añadido.
Ataque homófobo contra la sede del MOVILH
La popularmente conocida como “Ley Zamudio” contra la discriminación fue aprobada en mayo de 2012 por el Congreso de Chile y promulgada por el anterior presidente, Sebastián Piñera, en julio de 2012. El asesinato de Daniel Zamudio, el joven gay que murió en marzo de 2012 en Santiago de Chile como consecuencia de otra brutal paliza propinada por un grupo de neonazis, actuó como revulsivo para desatascar el proyecto.
Ello no ha impedido que las agresiones homófobas se sigan produciendo en Chile. De hecho, desde la muerte de Zamudio hemos tenido noticia de varios asesinatos más en los que la homofobia ha jugado un papel destacado. Y hace solo unos días la sede del MOVILH aparecía cubierta de pintadas homófobas apenas unas horas después de que miles de manifestantes marcharan por las calles de Santiago de Chile reclamando igualdad para las personas LGTB convocadas por el propio MOVILH con motivo del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia. Un ataque que mereció la condena del gobierno chileno (el ministro Álvaro Elizalde visitó la sede atacada para interesarse por lo ocurrido) y tras el cual los activistas LGTB han insistido en la necesidad de perfeccionar la Ley Zamudio y ahondar aún más en la persecución de los delitos de odio.
En primer lugar, gracias por publicar esto. En segundo lugar, no puedo estar más feliz de que se haya demostrado, por fin, que la violencia homofóbica ha dejado de quedar impune en mi patria. No hay nada más repugnante que enterarse de que existen «neonazis» violentos, que no son más que morenazis latinos con aspiraciones frustadas de llevar un apellido alemán o nórdico, que con toda libertad se dan el derecho a repartir el odio y la violencia como quieran, a quien quieran y donde quieran. Basta. Ya hemos recibido demasiadas malas noticias como para seguir aguantando a estas lacras de la sociedad (aunque la verdad, este tipo de gente no tiene cabida en una sociedad decente). Muy muy contento. Y de la agresión a la sede del MOVILH, nada que decir. Lo único que consiguen es que la homofobia sea repudiada con más fuerza. Ni un paso atrás!