Un juez de Arkansas declara inconstitucional la prohibición del matrimonio igualitario (ACTUALIZADA: se celebran las primeras bodas)
El juez Chris Piazza ha fallado este viernes 9 de mayo que la prohibición del matrimonio igualitario en Arkansas viola tanto la Constitución estatal como la Constitución de los Estados Unidos. Al contrario de lo sucedido con recientes sentencias del mismo tipo de jueces federales, el juez Piazza no ha dictado la suspensión de la sentencia. La Fiscalía General de Arkansas, sin embargo, ha declarado su intención de apelar ante la Corte Suprema del estado y de solicitar una orden de suspensión mientras la apelación se resuelve.
El juez Chris Piazza debía resolver desde su tribunal estatal la demanda presentada por doce parejas del mismo sexo cuya voluntad era la de contraer matrimonio en Arkansas, y de otras ocho parejas del mismo sexo que querían ver reconocidos sus matrimonios celebrados legalmente en otros estados.
Unos y otros se enfrentaban a lo recogido en la Ley 144/1997 del estado de Arkansas, que establece que “el matrimonio solo se llevará a cabo entre un hombre y una mujer. El matrimonio entre dos personas del mismo sexo está prohibido”. A esta ley se suma la Enmienda 83 a la Constitución del estado, aprobada por un 75 % de los votantes en 2004, que define el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer y tan solo permite reconocer matrimonios celebrados en otros estados con las mismas características.
Los demandantes arguían que estas normas violan tanto los derechos a la igual protección y al debido proceso recogidos en la 14ª Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, como los artículos 2 y 3 de la Declaración de Derechos de la Constitución de Arkansas ya que “no se puede someter un derecho constitucional al electorado”. Por su parte, los argumentos de la Fiscalía del estado se ceñían a considerar que la voluntad de los votantes y legisladores no puede ser soliviantada por el poder judicial y que el matrimonio entre personas del mismo sexo no reúne las condiciones del matrimonio convencionalmente establecido, como la posibilidad de procrear.
Refutados los argumentos de la Fiscalía
Respecto a estos argumentos, la sentencia del juez Piazza es demoledora. Por un lado, considera que “este tribunal no es ajeno a la crítica de que los jueces no deben ser superlegisladores. Pero el asunto a considerar es que el derecho fundamental a contraer matrimonio se le niega a una minoría impopular. Nuestro sistema judicial ha fallado sobre grupos semejantes en el pasado”, en clara referencia al matrimonio interracial. Por otro lado, niega cualquier relación del matrimonio con la procreación: “la procreación no es un requisito en Arkansas para obtener una licencia de matrimonio. Las parejas de distinto sexo pueden optar por no tener hijos o pueden ser estériles”, afirma con contundencia.
Prosigue negando la relación de la institución matrimonial civil con las creencias religiosas: “una licencia de matrimonio es un documento civil y no está, ni puede estar, basado en ninguna fe en particular. Las parejas del mismo sexo son una minoría que causa disgusto moral y la enmienda constitucional para prohibir los matrimonios entre personas del mismo sexo está impulsada por la animosidad en lugar de por una base racional. Esto viola la Constitución de los Estados Unidos”.
También alude a dictámenes de la Corte Suprema de Arkansas respecto a las leyes que penalizaban la sodomía o prohibían la adopción a las parejas no casadas del mismo o distinto sexo: “la Corte Suprema de Arkansas aplicó el escrutinio más riguroso y derogó por ser inconstitucional una ley que prohibía a las parejas de distinto o el mismo sexo no casadas la posibilidad de adoptar niños. La exclusión de las parejas del mismo sexo del matrimonio sin base racional viola el derecho a la intimidad y a la igual protección como se describe en esta sentencia. La diferencia entre las familias del sexo opuesto y las del mismo sexo pertenece a la intimidad de sus hogares”.
Paralelismo con el matrimonio interracial
La sentencia concluye dictaminando a favor de los demandantes, declarando la inconstitucionalidad de las citadas Ley 144/1997 y Enmienda 83, y haciendo un paralelismo entre el derecho al matrimonio para las parejas del mismo sexo y el matrimonio interracial, cuya prohibición fue declarada inconstitucional por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en el caso Loving versus Virginia en 1967.
Dice el párrafo final de la sentencia del juez Piazza: “Han pasado más de cuarenta años desde que a Mildred Loving se le otorgó el derecho a casarse con la persona de su elección. El odio y los temores se han desvanecido y ella y su marido han vivido una vida plena juntos; así será para las parejas del mismo sexo. Es hora de dejar que el faro de la libertad brille con fuerza para todos nuestros hermanos y hermanas. Lo apoyaremos con fuerza”.
La Fiscalía pide que se suspenda hasta la apelación
Dustin McDaniel, fiscal general de Arkansas, había declarado el pasado sábado 3 de mayo que seguiría defendiendo la prohibición del matrimonio igualitario recogida en la Constitución del estado, a pesar de que personalmente él era favorable a la igualdad de derechos.
Aaron Sadler, portavoz de la Fiscalía, ha confirmado, tras conocerse la sentencia del juez Piazza, que se presentará la correspondiente apelación. “Respetamos la decisión del tribunal” manifestaba el portavoz, “pero, de acuerdo con la obligación de la Fiscalía General de defender la Constitución del estado, vamos a apelar. Vamos a solicitar al juez Piazza que emita una suspensión de su sentencia, a fin de no crear confusión o incertidumbre sobre de la ley mientras que la Corte Suprema considera este asunto».
Efectivamente, como la demanda fue presentada ante un tribunal estatal, es la Corte Suprema de Arkansas quien debe decidir la apelación, en vez de la Corte de Apelaciones del circuito correspondiente, como en los casos de Utah, Oklahoma, Virginia, Texas y Michigan, que fueron decididos por jueces federales.
En cuanto a la solicitud de suspensión de urgencia de la sentencia, fue presentada el mismo día 9 a última hora por registro electrónico en el tribunal del juez Piazza. Sin embargo, hasta el lunes no podrá ser puesta a consideración, por lo que los registros civiles con horario de apertura en fin de semana han podido emitir licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo.
Se celebran las primeras bodas (ACTUALIZACIÓN)
Así ha sucedido en Eureka Springs, cuyo registro civil abre los sábados en horario de 9 a 13 horas. Un centenar de parejas se agolparon a sus puertas en espera de poder obtener sus licencias de matrimonio, pero el secretario del registro no se encontraba presente y la funcionaria al cargo, Lana Gordon, se negó a facilitarlas, aduciendo que la sentencia no era de aplicación en ese condado y que prefería esperar a recibir instrucciones. Tomó la decisión unilateral de cerrar las puertas del registro, provocando el malestar de las parejas presentes, que se negaban a abandonar el lugar aunque así se lo requerían los agentes del orden. Afortunadamente, apareció la secretaria auxiliar, Jane Osborne, y anunció que comenzaría de inmediato a emitir las licencias, «encantada de hacerlo».
Las primeras en obtenerla fueron Kristin Seaton y Jennifer Rambo (en la foto), una pareja con una relación de cuatro años. La ministra Laura Phillips, que las acompañaba, aceptó la licencia expedida y ofició allí mismo el matrimonio. Tras ellas se fueron sucediendo los enlaces de numerosas parejas, felices de poder contraer legalmente matrimonio en su propio estado. Se espera que el lunes el resto de los registros civiles experimenten una afluencia aún mayor, en tanto se dilucida la solicitud de suspensión de la sentencia del juez Piazza. Los responsables de los registros han convocado una reunión este fin de semana para establecer qué pautas deben seguir.
Una auténtica avalancha
Desde la sentencia del Tribunal Supremo de los Estados Unidos que derogaba la parte de la DOMA que impedía el reconocimiento federal de los matrimonios entre personas del mismo sexo en junio de 2013, se han presentado varias decenas de demandas en diversos estados, en las que de una u otra forma se desafía la prohibición del matrimonio igualitario. Arkansas se une a los estados en los que las sentencias han dado resultados favorables, como en el caso de Utah, Oklahoma, Virginia, Texas y Michigan, aunque todas ellas están en suspenso mientras se resuelven las apelaciones.
En Kentucky y Ohio se ha resuelto a favor del reconocimiento de los matrimonios del mismo sexo celebrados en otros estados donde están permitidos, con las sentencias también en suspenso. En Tennessee e Indiana ese reconocimiento se circunscribe únicamente a las parejas demandantes, aunque el precedente ya se ha establecido.
En dosmanzanas también hemos aludido a algunas otras de las que están en proceso (como las de Nevada o Pensilvania), pero en realidad el proceso alcanza ya a treinta estados que cubren todos los territorios judiciales del país. Todo apunta a que esta auténtica avalancha judicial tendrá que culminar más pronto que tarde en una nueva sentencia del Tribunal Supremo que aclare la situación.
Actualmente, y en espera de que se resuelvan las diversas apelaciones y procesos, en los Estados Unidos el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en California, Connecticut, Delaware, Hawaii, Illinois, Iowa, Maine, Maryland, Massachusetts, Minnesota, New Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Nuevo México, Rhode Island, Vermont y Washington. A estos 17 estados se unen además Washington DC (la capital federal) y ocho jurisdicciones tribales.