COGAM y GALEHI protestan frente a Exteriores contra el “vergonzoso” y “humillante” convenio de adopciones con Rusia

Alrededor de un centenar de activistas y familias LGTB han respondido a la convocatoria de COGAM (colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de Madrid) y GALEHI (asociación de familias LGTB) para manifestar su oposición al convenio bilateral de adopciones con Rusia, que excluye a las familias LGTB. La concentración tuvo lugar en la tarde de ayer frente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, en Madrid. A diferencia otras citas similares anteriores, en esta ocasión no hubo destacados dirigentes de partidos políticos como el PSOE o IU. Dosmanzanas solo pudo identificar a un grupo de jóvenes simpatizantes de Equo.

Esperanza Montero (presidenta de COGAM), Jesús Santos (vicepresidente de GALEHI) y Paula (una niña de origen ucraniano, adoptada por una familia homoparental) fueron los encargados de leer un manifiesto reivindicativo que calificaba de “convenio de la vergüenza” el acuerdo bilateral de adopciones entre Rusia y España, que ahora tendrá que ser ratificado por el Parlamento. Paula protagonizaba uno de los momentos más emotivos de la lectura al pedir a los diputados del Congreso que voten “no” al citado convenio.

Al finalizar la lectura, dosmanzanas pudo hablar con Jesús Santos que, en nombre las familias LGTB, aseguró que “este convenio pone en peligro a todos aquellos que adoptamos hace años en Rusia y hace peligrar también la situación de nuestros hijos”. Además, Santos argumentó que “es muy difícil explicarle a un niño cómo pueden venir de fuera a entrometerse en un proceso que ellos han vivido como bueno”.

Refiriéndose a su caso personal, el vicepresidente de GALEHI ha añadido que “la familia que estamos formando mi marido, mi hijo y yo es un buen referente para nuestro hijo y ahora su propio Gobierno le dice que no acepta que es una buena familia, con la firma de este convenio”.

Así se fraguó el convenio

El Consejo de Ministros autorizaba en julio la firma del nuevo convenio de adopción con Rusia, que no solo prohíbe a las parejas del mismo sexo y a las personas solteras optar a la adopción sino que le ofrece a Rusia la facultad de hacer un seguimiento de los menores ya adoptados y solicitar que en caso de modificarse su situación (como por ejemplo si se produce el fallecimiento de los padres o se les retira a la tutela) los niños no serán reubicados en familias homoparentales. Durante el encuentro entre los representantes de los gobiernos ruso y español, los medios de comunicación pudieron captar un ambiente de complicidad ofensivo, dada la discriminación a la que se somete a las familias LGTB.

La firma de un convenio que regulase la adopción entre Rusia y España estaba en realidad pendiente desde 2009, pero fue en verano de 2013 cuando se producía el bloqueo de cientos de adopciones en curso después de que Rusia aprobara una norma cuyo objeto es impedir que menores rusos puedan ser ubicados en hogares de parejas del mismo sexo o monoparentales (con objeto de asegurarse de que no serán criados por lesbianas o gais). La primera propuesta de convenio fue acordada en octubre y autorizada ya en diciembre por el Consejo de Ministros, pero luego se introdujeron modificaciones que han obligado a nuevos trámites.

Decepcionante posición del PSOE

PP, PSOE y CiU dieron su voto afirmativo al nuevo convenio bilateral de adopción entre España y Rusia, que valida la discriminación de las personas homosexuales extranjeras en el acceso a la adopción de niños. Solo IU y UPyD se abstuvieron. Entre el colectivo LGTB provocó especial decepción el voto positivo de los socialistas, con el recién elegido Pedro Sánchez a la cabeza.

En este sentido, Jesús Santos (GALEHI) ha explicado que gracias al PSOE “tenemos el matrimonio igualitario del que disfrutamos, que nos permite sacar pecho de la legislación española cuando salimos de nuestro país, por lo que vemos que esto es un paso atrás que nos duele, nos duele mucho”.

Suecia, la otra cara del conflicto

España no es el único país que se ha visto sometido al chantaje de la homofobia de estado rusa. La imposición es la misma para todos los territorios. Pero en lo que a Suecia se refiere, Rusia detenía en octubre de 2013 todas las adopciones a padres suecos justificándose en la decisión judicial que prohíbe las adopciones internacionales a países que ofrezcan a las parejas homosexuales los mismos derechos matrimoniales. El tristemente conocido promotor de las leyes homófobas en Rusia, Vitaly Milonov, espetaba que es “inaceptable” que familias LGTB puedan adoptar porque son unos “pervertidos”.