Uno de los detenidos en la sauna de El Cairo intenta quemarse vivo
Uno de los 26 detenidos en la infame redada que tuvo lugar en una sauna de El Cairo el pasado mes de diciembre ha tratado de suicidarse quemándose vivo. Aunque finalmente todos fueron absueltos, el acoso del que es objeto desde que se dieron a conocer las imágenes en directo de los arrestos le ha empujado a tomar tan trágica decisión. Según su abogado, ha sufrido graves quemaduras en manos y piernas, y su estado psicológico es altamente preocupante.
Tarek el-Awady, abogado de la víctima, tuvo conocimiento de los hechos después de que no se presentase a las audiencias del caso que plantearon contra la periodista Mona Iraqi por difundir en televisión las imágenes de la redada. Más tarde supo que el hombre, que ha preferido no revelar su identidad, permanecía ingresado en el hospital con graves quemaduras tras intentar inmolarse. Awady culpa a la “estrechez de miras” de la sociedad egipcia de haber abocado al suicidio a su cliente.
El periódico El-Watan logró entrevistar en el centro hospitalario a la víctima, que declaraba que “las miradas y las palabras de la gente me han molestado desde el inicio del caso, incluso mis familiares y amigos parecen estar más centrados en mis movimientos. Mis hermanos insisten en acompañarme donde quiera que vaya, casi he perdido mi libertad”. El hombre detallaba también cómo en su trabajo de camarero en un bar del distrito de Shobra era constantemente “acosado” por los clientes. La situación era tan insostenible que poco después de conseguir su absolución intentó quitarse la vida.
La víctima carga las culpas sobre todo en la periodista Mona Iraqi. “Ella es la que ha hecho que esto ocurriera. Ella es la razón por la que he llegado hasta a este punto”, afirmaba con contundencia.
Mona Iraqi se vanaglorió en su día de haber “destapado” las actividades homosexuales de la sauna El Cairo, bajo la burda excusa de “promover el VIH”. Tras infiltrarse un miembro de su equipo en la sauna, la denuncia del programa ocasionó la desmedida intervención policial, que se saldó con la detención de 33 hombres. El programa no dudó en emitir en directo cómo los detenidos, completamente desnudos, eran conducidos a los furgones policiales. Veintiséis de ellos fueron acusados de “escándalo público”, “atentado contra el orden y la moralidad”, “perversiones” o “libertinaje”, pero tan solo un mes después eran absueltos de todos los cargos, absolución ratificada posteriormente por el Tribunal de Apelaciones.
La actuación de Mona Iraqi fue fuertemente criticada tanto por sus compañeros de profesión como por distintas organizaciones humanitarias egipcias e internacionales. Sin embargo, incluso tras la absolución de los detenidos, ha seguido defendiendo su actuación desde su programa de televisión. El pasado 4 de febrero emitió un programa especial al respecto, en el que acusó a sus críticos de ser “agentes extranjeros”, y continuó difundiendo que su incursión en la sauna estaba motivada por sospechas de tráfico sexual, promoción del VIH y homosexualidad. En el mismo programa entrevistó al responsable policial de la redada, Ahmed Ashad, que habló largo y tendido de la prolongada “investigación secreta” que le condujo a las detenciones. Sin embargo, no mencionó que el Tribunal de Apelaciones aceptó con claridad el argumento de la defensa de que las pruebas presentadas por él habían sido prefabricadas.
Tan solo dos días después de la emisión del programa, la víctima cometió su intento de suicidio.