Austria permitirá la anulación de las sentencias previas a la despenalización de la homosexualidad
El ministro de Justicia austriaco ha presentado un proyecto de ley ante el Parlamento que fijará un procedimiento de anulación de las sentencias basadas en las leyes que castigaban la homosexualidad hasta su completa derogación en 2002. La medida no ha terminado de gustar a los activistas LGTB, que la tachan de insuficiente.
Tras la despenalización de la homosexualidad en Austria en 1971, se dictaron nuevas normas que siguieron penalizando las relaciones entre personas del mismo sexo. Concretamente, la prostitución masculina fue ilegal hasta 1989, y la “promoción de la homosexualidad” y la fundación o participación en organizaciones de derechos LGTB no estuvieron permitidas hasta 1997. Hasta la reciente fecha de 2002, las edad de consentimiento para el sexo entre varones era de 18 años, frente a los 14 del sexo heterosexual o lésbico.
Los incansables esfuerzos de Rechtskomitee Lambda (RKL) para conseguir la rehabilitación de los condenados por estas leyes homófobas han dado su primer fruto, si bien todavía insuficiente. El proyecto presentado por el ministro de Justicia, Wolfgang Brandstetter, introduce un procedimiento para anular las sentencias basadas en estas normas ahora derogadas. Una iniciativa que responde también a una sentencia de 2013 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Los activistas, sin embargo, critican que la normativa no prevea una anulación general de las condenas, sino que insta a cada afectado a solicitar dicha anulación por la vía judicial, que debería ser concedida siempre que los hechos que dieron lugar al fallo no constituyan un delito en la actualidad. Tampoco se contempla ningún tipo de reparación para las víctimas de estas injusticias.
Como recogimos en dosmanzanas con motivo del 20º aniversario de la derogación del infame artículo 175, la situación de las víctimas de la criminalización de la homosexualidad en la vecina Alemania no es mucho mejor. Con posterioridad a la despenalización completa en 1994, los colectivos LGTB se centraron en conseguir la anulación de esas sentencias y la reparación de sus víctimas.
Por sorprendente que parezca, hasta 2002 no se consiguió la nulidad de las condenas dictadas durante el régimen nazi, y ello todavía contra el criterio de los democristianos de la CDU/CSU y de los liberales del FDP. Las sentencias posteriores a 1945, a pesar de basarse en la versión agravada del artículo 175 aprobada por los nazis, siguen siendo consideradas como válidas. Según la CDU, “las decisiones de un Estado de derecho y sus tribunales no pueden ser consideradas de manera global como injustas”. Una posición que condena a cientos de homosexuales a vivir con el estigma de tener antecedentes penales por el mero hecho de serlo.