"Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta" - Ana Botella

Krzysztof Charamsa publica su primer libro y advierte: «Se puede hablar ya de un renacimiento del catofascismo polaco»

La Prima PietraEl sacerdote polaco Krzysztof Charamsa, conocido por haber sido expulsado del ejercicio sacerdotal tras desvelar públicamente su condición homosexual, acaba de publicar su primer libro, La prima pietra (La primera piedra), en el que denuncia la homofobia patológica de la Iglesia.

Fue en octubre del pasado año. Charamsa decidía poner fin a tantos años de mentiras y doble vida, y hacía pública su homosexualidad. Inmediatamente después, y como cabía esperar, fue apartado de su puesto de oficial en la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde llevaba desde el año 2003. Tras la polémica, decidió irse a vivir a Barcelona, donde reside actualmente con su pareja, el catalán Eduard Planas.

De momento, su libro ha sido publicado únicamente en italiano por la editorial Rizzoli, aunque espera que acabe siendo traducido al castellano y al catalán. Charamsa saca un ratito para conceder a dosmanzanas una entrevista en la que repasa cómo ha sido su vida en los últimos meses y nos cuenta cuál es la situación que las personas LGTB viven en su país de origen, Polonia.

Pregunta: En su último libro arremete, de alguna forma, contra la Iglesia. ¿Qué le diría a aquellos que puedan pensar que el libro está escrito desde el resentimiento o el rencor?

Respuesta: Mi libro no es contra la Iglesia. Es contra la hipocresía que he encontrado en la Iglesia católica, pero no contra la Iglesia. Es en defensa de la verdadera Iglesia de Jesús. Esto dice el titulo del libro [La primera piedra. Yo, cura gay, y mi rebelión a la hipocresía de la Iglesia]. La Iglesia debe liberarse de esta hipocresía para ser una comunidad de hermanos y hermanas que se quieren y que no discriminan a las personas no heterosexuales, como sucede ahora entre sus muros, en su doctrina homofóbica, que es obligatoria para todos los católicos e impone a todos las falsedades sobre las personas LGBTIQ. Y también en la pastoral y en la disciplina canónica de la Iglesia. En todas estas dimensiones la Iglesia estigmatiza y persigue a los gays como casos patológicos y pervertidos, incapaces de amar en manera humana, y como seres desordenados. Contra todas estas falsedades cada uno tiene deber de oponerse públicamente, porque la iglesia actualmente acciona contra los derechos humanos de los gays y contra la dignidad de las personas LGBTIQ.

P: ¿Cuál es entonces la verdadera intención del libro?

R: La intención de mi libro es expresar la liberación humana, reflexionar sobre las grandes decisiones de la vida, sobre la conciencia, sobre la libertad y el amor. Todo ello por medio de la historia humana de un gay creyente. Es un libro de esperanza y de libertad, de identidad personal afirmada. Por eso está libre de resentimientos o de rencores. Pero comunica también una clara denuncia del drama de la homofobia católica, que no es sino un resentimiento. Se debe nombrar el mal para sanarlo. Mi libro nace de la historia de un autor que es feliz.

P: He leído que uno de sus sobrinos fue rechazado en su escuela después de que trascendiese públicamente que usted era gay. ¿Cómo fue aquello?

R: Sí, después de la salida del armario fue muy duro oír como mis sobrinos sufrían en Polonia por causa de la homofobia en mi país. Yo estaba feliz y estaba siendo bien recibido en Barcelona, mientras mi familia sufría en Polonia. Mi hermano preparó a sus hijos antes de mi salida del armario, explicándoles que ese día empezaría un gran ataque contra su tío en la iglesia, en los medios de comunicación y en el mundo político. En Polonia fue horrible la estigmatización, la violencia y el odio en las reacciones de la gente hacia mi liberación. En las escuelas de allí, y no solo en las católicas, no defienden a las víctimas de la violencia homofóbica, violencia que está fomentada y protegida por la iglesia y el gobierno católico del país.

P: ¿Cuál es realmente la situación de los homosexuales en Polonia hoy día?

R: Cada vez es peor. El nuevo gobierno católico fomenta la xenofobia y homofobia como valores nacionales polacos. Lo hacen en nombre de la religión católica y con una activa participación de la iglesia polaca, de la conferencia episcopal polaca. Es una vergüenza que la Unión Europea permita a Polonia, uno de sus países miembros, construir de forma sutil un estado confesional. Se puede hablar ya de un renacimiento del catofascismo polaco. Los gais son el primer grupo social discriminado, estigmatizado y perseguido por el estado conjuntamente con la iglesia. Hay una campaña de presentación negativa y de estigmatización de las personas LGBTIQ en medios de comunicación públicos. Se promueve la homofobia y se defiende a los homófobos en el sistema legal. Uno puede ofender a los gays y no es culpable porque ofendiendo expresa su propia libertad de consciencia y de religión. Los culpables son los gais por existir.

P: Describe usted un paisaje bastante desesperanzador.

R: Sepa que el estado polaco no permite a sus ciudadanos gais casarse con su compañero en otros países, como en España. No concede el certificado de estado de soltería a los gais para que puedan contraer matrimonio en estados que reconocen el derecho humano al matrimonio igualitario. Es la persecución de un régimen católico inhumano. Y Europa no puede aceptarlo con el silencio.

En efecto, desde que el ultraconservador Andrzej Duda, del partido Ley y Justicia, fuese elegido con mayoría absoluta presidente de Polonia en 2015, la situación del colectivo LGTB se ha recrudecido considerablemente. Nada más llegar al poder, se encargó de vetar una nueva ley de identidad de género que había sido aprobada por el Parlamento polaco.

P: ¿Qué ha abundado más tras su salida del armario: las amenazas o los mensajes de apoyo de otros curas que están en el armario y que no se atreven a dar el paso que usted dio?

R: Muchísimos más mensajes de apoyo. También he recibido y continúo recibiendo algunos mensajes de odio, muchos  de ellos cargados de un lenguaje extremadamente violento. En Polonia se amenaza de muerte a los gays. En internet, en los comentarios a artículos sobre mi persona, hay una amplia variedad de mensajes de odio y amenazas de muerte ‘en nombre de Dios’. Y ninguna reacción por parte de los gestores de esos sitios. No cancelan esos comentarios. Pero yo me centro en los mensajes de apoyo, muchos de los cuales son conmovedores. La gente se abre y me cuenta los dramas de homofobia que viven. Es en estos momentos cuando comprendo que mi salida del armario no fue solo para mí, sino que también fue para ellos. Fue un acto social y eclesial de denuncia de un mal silenciado.

P: Lleva ya nueve meses viviendo en Barcelona. ¿Qué balance hace y cómo ha gestionado todo el revuelo que causaron sus declaraciones, ahora que ya ha pasado algún tiempo?

R: Son los meses de la liberación personal y de una nueva energía que experimenta toda persona que sale del armario. Cuando sales del armario, empiezas a vivir de una manera nueva, trasparente, digna, como debe ser toda vida humana. Una vida digna y transparente no es un privilegio de una parte de la humanidad, desde la cual se cancela a las minorías sexuales. Nosotros tenemos derecho a una vida digna de visibilidad y trasparencia de esto que somos: gais o lesbianas, transexuales, al igual que las personas heterosexuales. Tenemos derecho al amor, como el que yo he encontrado en mi pareja Eduard.

P: ¿Le gustaría añadir algo más?

R: Espero que los buenos frutos de mis declaraciones continúen especialmente con la lectura de mi libro, que es una confesión a los lectores, una charla con los demás, un diálogo sobre la vida feliz, sobre el amor y la sexualidad, sobre la consciencia y el derecho a ser uno mismo. Espero que mi salida del armario y el libro puedan ser una ocasión para reflexionar, no solo sobre los derechos humanos de las personas LGBTIQ, sino también sobre los de las mujeres y de las parejas heterosexuales. Quisiera que el revuelo pudiera continuar propiciando así una ocasión para reflexionar y discutir abiertamente con todos, sin importar si son gays o heterosexuales, si son creyentes o no. Lo que importa es que somos humanos, hombres o mujeres que buscamos amar y ser amados sin discriminar a los demás. Para ellos y ellas es mi libro y mi historia.

Comentarios
  1. Daoge
    • Eduard
  2. A.
  3. Ricardo Gutierrez Giraldo
  4. Carlos Domínguez

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