El autor de la foto del niño haciendo frente a la manifestación homófoba en México, amenazado por teléfono y en redes sociales

La historia de la foto del niño enfrentándose a la homofobia en las calles de Celaya (México) ha derivado hacia una peligrosa espiral de acoso. El fotógrafo que la hizo, Manuel Rodríguez, ha denunciado estar siendo objeto de amenazas de muerte. El niño, por otra parte, localizado por la prensa mexicana, estaría siendo objeto de bullying homofóbico desde la semana pasada. Su familia, entretanto, niega la versión del periodista y asegura que el menor no habló con él ni le dijo que tenía un familiar gay.

Lo contamos en su momento. Sucedió en Celaya (estado de Guanajuato). Un niño hizo ademán de “detener” a los manifestantes homófobos que protestaban contra el matrimonio igualitario. La imagen fue captada por Manuel Rodríguez y compartida en su muro de Facebook. En pocas horas se hizo viral y fue recogida por numerosos medios internacionales:

Rodríguez, según contó, alcanzó corriendo al niño y pudo hablar brevemente con él. “Al llegar le pregunté: ‘¿por qué lo hiciste?’. Y él contestó que tenía un familiar que era gay y que no le gustaba que lo odien”, ha explicado. “Intenté grabarlo pero inmediatamente una mujer desde la calle le llamó la atención y lo retiró del lugar”, añadió (una explicación, conviene tener en cuenta, que dio una vez que la fotografía ya se había hecho viral).

Lo cierto es que la repercusión mundial de la fotografía, convertida ya en todo un icono contra la homofobia, pilló de sorpresa a su autor, que de repente se ha visto envuelto en una espiral de odio y amenazas tanto verbales, mediante llamadas telefónicas, como por escrito en redes sociales. Al principio les dio poca importancia, pero con el paso del tiempo han ido a más. «Te vamos a buscar cabrón por publicar tanta mamada, pinche joto, cuestiones así. En una llamada que recibí el martes me dicen joto y maricón, diciéndome que se las voy a pagar por opacar la marcha, esas son las palabras”, ha declarado.

Para complicar más la madeja, periodistas del diario El Universal han seguido el rastro del niño hasta dar con él, aunque su identidad no se ha hecho pública. Su familia niega la versión de Manuel Rodríguez: asegura que el fotógrafo no habló con el niño y que este no tiene ningún familiar gay. Según la versión de la familia, se trató simplemente de una travesura del niño, que además estaría siendo sometido a acoso homófobico por parte de otros niños, y cuya identidad quieren preservar para que el acoso no vaya a más.

La sombra de la homofobia, otra vez

Lo decíamos la primera vez que recogimos la historia: «Desconocemos en este momento si la historia que contó el niño a Manuel Rodríguez es 100% verdadera. En cualquier caso, la potencia de la imagen y el eco que ha alcanzado seguro que ha amargado el lunes a más de un manifestante…». A día de hoy, lo que desconocemos es si Manuel Rodríguez pudo mentir para «adornar» su historia. Si es así, hizo mal, y generó un perjuicio que en nada beneficia a la causa de la igualdad. Bien podría ser, por otra parte, que el niño contase a Manuel Rodríguez lo que este quería oír. O bien podría ser que fuese la propia familia del niño la que no quiere que su intimidad se vea desvelada, y más en una sociedad tan profundamente homófoba como la mexicana.

Lo que en cualquier caso no es admisible son las amenazas ni el acoso homofóbico. Fuese como fuese la historia, por otra parte, la anécdota no cambia lo que sucedió: que una multitud salió a las calles de las ciudades mexicanas para oponerse, simplemente, a que sus conciudadanos LGTB tengan los mismos derechos de los que disfrutan ellos. Homofobia, en todas su vertientes.