El 4,1 % de los estadounidenses se identifica como LGTB, según una encuesta de Gallup
El porcentaje de estadounidenses que se identifican como LGTB se ha incrementado paulatinamente en los últimos años, hasta alcanzar el 4,1 % y sobrepasar los 10 millones de ciudadanos, según un estudio comparativo de Gallup. La cifra alcanza el 7 % entre quienes no se consideran religiosos, o el 7,3 % entre quienes nacieron entre 1980 y 1998. El estudio evidencia cómo el entorno social, cultural y familiar condiciona la aceptación de la propia orientación sexual o identidad de género.
Desde junio de 2012 hasta diciembre de 2016, Gallup ha entrevistado a 1.626.773 de ciudadanos estadounidenses mayores de 18 años, a lo largo de los 50 estados y el distrito de Columbia, interrogándoles sobre su orientación sexual o identidad de género. En ese periodo, el porcentaje de estadounidenses que se identifican como personas LGTB ha crecido desde el 3,5 % al 4,1 %, alcanzando una cifra estimada de más de 10 millones de ciudadanos.
El incremento se explica por la mayor aceptación existente entre las generaciones más jóvenes. Mientras que en otros grupos de edad los porcentajes han quedado estancados, entre quienes nacieron entre 1980 y 1998 —conocidos como millenials por haber vivido su infancia o adolescencia en el entorno del cambio de milenio, y que en el momento de la última encuesta contaban entre 18 y 36 años— el porcentaje ha crecido del 5,8 % al 7,3 %, siendo de largo el grupo con mayor índice de personas LGTB asumidas. Los millenials representan el 58 % del total de quienes se declaran LGTB, mientras que son tan solo el 32 % de la población adulta. El índice disminuye ostensiblemente cuando la edad se incrementa, hasta alcanzar un exiguo 1,4 % entre quienes nacieron entre 1913 y 1945. Evidentemente, quienes han crecido en un ambiente de menor rechazo social y familiar pueden asumir su orientación sexual o identidad de género con mayor facilidad. Todo ello a pesar de que las cifras de discriminación o acoso escolar y laboral siguen siendo muy altas, y la aceptación entre quienes viven en comunidades fuertemente religiosas apenas si ha evolucionado. La cifra de personas que se asumirían como LGTB tras haber crecido en un ambiente cultural y social absolutamente no discriminatorio es aún incierta.
También existen diferencias por razón de sexo u origen étnico. Mientras que entre los varones el porcentaje solo se ha incrementado desde el 3,4 % al 3,7 %, entre las mujeres lo ha hecho desde una cifra semejante, el 3,5 %, hasta el 4,4 %, lo cual quizás evidencia un mayor repudio social contra gais y varones bisexuales. Por origen étnico, sería el grupo de “blancos no hispanos” el que menor índice de personas LGTB asumidas lograría: el 3,6 %. Por el contrario, entre los hispanos o los pertenecientes a otras etnias se alcanzaría el 5,4 % y el 6,3 % respectivamente. Según Gallup, buena parte de esa diferencia sería atribuible a la edad, pues el número de jóvenes entre los hispanos, los asiáticos o los pertenecientes a otras etnias es considerablemente mayor que entre los blancos no hispanos. Sin embargo, eso no sirve para explicar la diferencia de porcentaje entre los blancos no hispanos (3,6 %) y los negros no hispanos (4,6 %). Esta disimilitud, unida a la existente entre los datos de varones y mujeres, quizás se explicaría por un entorno cultural o social más hostil.
Esto se evidencia con mayor claridad cuando se observan las divergencias según el grado de religiosidad de los entrevistados. Entre los altamente religiosos el número de personas que se asumen como LGTB tan solo alcanza el 1,9 %, sin haber experimentado apenas diferencias en los últimos años. Lo mismo ocurre con quienes dicen ser moderadamente religiosos, que se estancan en un 3,5 %. Sin embargo, entre los ciudadanos estadounidenses que se declaran no religiosos (aquellos para quienes la religión no supone una cuestión relevante en sus vidas) el porcentaje se ha incrementado desde el 5,3 % al 7,0 %. Quizás por la fuerte y beligerante LGTBfobia de muchas de las confesiones religiosas, existe un 56 % de personas LGTB adultas estadounidenses que se identifican como no religiosas, frente al 32 % de la población general.
No hay diferencias notables según el grado de educación, aunque no deja de llamar la atención que el menor porcentaje sea para quienes han efectuado cursos de postgrado, si bien, al ser un número muy reducido, se puede atribuir al margen de error. Sí que existen diferencias según el nivel económico de los entrevistados, siendo quienes menos ingresos declaran quienes asumen en mayor grado su identidad LGTB, el 5,5 %. El porcentaje entre quienes declaran más de 90.000 dólares de ingresos anuales solo alcanza el 3,7 %, quizás por un ambiente laboral y social más opresivo entre altos cargos y ejecutivos.
La mayor aceptación de la orientación sexual y la identidad de género entre los estadounidenses más jóvenes concuerda con lo que ocurre en otros países. En una reciente encuesta realizada en Europa, el 5,9 % de los entrevistados se identificaba como LGTB, mientras que el porcentaje alcanzaba el 10 % entre los más jóvenes. Según el mismo estudio, en España el dato era aún mayor, un 6,9 % de los entrevistados se asumían como personas LGTB, llegando al 14 % entre quienes tenían de 14 a 29 años de edad.