El Senado australiano vuelve a rechazar el referéndum sobre el matrimonio igualitario y el Gobierno anuncia una consulta postal
Nuevo episodio en el agotador debate sobre el matrimonio igualitario en Australia. Por segunda vez en la actual legislatura, el Senado ha rechazado el plan del Gobierno de celebrar un referéndum, pero el primer ministro Malcolm Turnbull ya tiene previsto un plan alternativo: una consulta postal no vinculante que no necesita el aval del Parlamento y tendría lugar entre septiembre y noviembre. Un diputado independiente y dos activistas por la igualdad matrimonial han anunciado que presentarán esta misma semana un recurso ante el Tribunal Supremo para paralizar esta votación por correo. Mientras, otros colectivos LGTB comienzan a movilizarse para implicar en la posible consulta a sectores favorables a la igualdad de derechos, como los jóvenes.
Como hemos venido informando, la situación del matrimonio igualitario en Australia se mueve a una velocidad exasperante. El gobernante Partido Liberal del primer ministro Turnbull se aferraba hasta ahora a la idea de un referéndum popular al respecto. Una opción que es rechazada por la mayoría de la oposición, que rehúsa someter a plebiscito los derechos de las minorías. Los laboristas abogan por la aprobación exclusivamente parlamentaria de la igualdad matrimonial, dada la mayoría social y política favorable a la misma. Algo que rechaza tajantemente por el Partido Liberal, que ha desoído incluso las voces a favor que provienen de su misma formación.
El primer ministro ha realizado últimamente declaraciones algo contradictorias sobre el asunto. Si hace un mes se amarraba con contundencia al referéndum como paso previo a una votación parlamentaria, la semana pasada parecía flexibilizar su postura al afirmar que los diputados liberales “siempre han tenido el derechos de votar en contra de la disciplina del partido”. Ciertamente, al menos tres diputados liberales, entre ellos el abiertamente gay Tim Wilson, habían declarado que, si se presentara un proyecto de ley para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, romperían la disciplina de partido y votarían a favor.
La oposición cuenta con mayoría en el Senado, por lo que las iniciativas gubernamentales para articular el referéndum han sido rechazadas en dos ocasiones: la primera vez en noviembre del año pasado y la segunda vez, este mismo miércoles. Adelantándose a esta situación, el ministro de Inmigración planteó ya en marzo la posibilidad de una consulta voluntaria y no vinculante por correo, que no necesitaría la aprobación de una ley para su puesta en marcha. Una iniciativa que ahora se ha convertido en la postura del Gobierno, después de que el empeño de Turnbull por el plebiscito haya sido doblemente derrotado en el Senado.
La votación postal propuesta se desarrollaría a partir del 12 de septiembre, y los resultados se harían públicos el 15 de noviembre. Pero la consulta se enfrenta al recurso que el diputado independiente por Tasmania Andrew Wilkie y las dos activistas por el matrimonio igualitario Shelley Argent y Felicity Marlowe van a presentar esta misma semana ante el Tribunal Supremo de Australia. Si prospera, las fechas previstas por el Gobierno podrían retrasarse. El argumento principal en contra de la medida es que tendría poco más valor que una encuesta de opinión, pero a un alto coste social y económico para el país.
Por otra parte, la consulta por correo requeriría el uso del censo electoral, en el que varios cientos de miles de australianos no están registrados a día de hoy. Especialmente baja es la representación de los jóvenes de entre 18 y 24 años, una franja de edad que se prevé ampliamente favorable al matrimonio igualitario. Es por ello, y en previsión, que los activistas ya están pensando en campañas para animar a este colectivo a inscribirse y votar por la igualdad matrimonial. El Gobierno ha aclarado que no habrá campañas oficiales por el “sí” y por el “no”. Veremos lo que ocurre en las próximas semanas.