¿Jugando al escondite con nosotros?
El lunes pasado, como seguro sabéis, Dos Manzanas publicó la noticia de que existía un artículo en la web de UPyD defendiendo al inhabilitado juez Calamita. Por la noche la colgaron en ‘Menéame’, donde algunas personas, preocupadas por la imagen del partido de Rosa Díez, se encargaron de calificar la noticia como ‘errónea’ porque, según decían, el artículo no reflejaba la postura del partido, sino la opinión personal del firmante. Vale, hasta ahí, de acuerdo.
Resulta que le comenté a un amigo lo del artículo de este personaje, Javier Martínez Gracia se llama, y como en alguna ocasión se había planteado votarles, cogió el teléfono y llamó a la sede de UPyD en Madrid. Le comentó a la chica que le atendió lo del artículo este y le pidió que le aclarara cuál era la posición oficial del partido en materia LGTB y sobre el matrimonio, adopción, etc. La chica, toda amabilidad, le aseguró que para nada era esa la posición del partido, que el artículo sólo mostraba la opinión de este señor. Mi amigo le preguntó si había algún documento donde quedara reflejada la posición del partido en materia de derechos LGTB, y ella le dijo que en la página web, en el apartado del programa correspondiente a ‘Políticas económicas y sociales’.
Pues bien, me descargo ese capítulo del programa (el que elaboraron para las pasadas elecciones generales), lo leo atentamente y ni una sola mención al tema. Una vez más, vuelven a confundir. Si realmente son, como dicen y a lo mejor hasta se creen ser, un partido democrático, creo que deberían dar a los ciudadanos la posibilidad de saber cuál es su postura ante asuntos que están siendo discutidos en la actualidad y son objeto de polémica. Creo que los miembros del colectivo LGTB, a los que dicen respetar, nos merecemos saber qué va a pasar con nuestras vidas si ellos llegan al poder.
Lamentablemente, en ausencia de un documento oficial del partido que les desautorice, para saber qué piensa este partido de nosotros, tenemos que irnos a las opiniones de sus miembros, opiniones que van dejando caer aquí ya allá y podemos intentar resumir:
La señora Rosa Díez, preguntada acerca del tema en un chat de El País (gracias, Demian): ‘No haremos ninguna propuesta de modificación de la ley actual. Si quieres que te haga una confidencia, a mí la palabra matrimonio me suena un poco religiosa’. Hasta ahora no sepamos que se le haya ocurrido una palabra mejor para todos los matrimonios civiles, sean o no entre personas del mismo sexo.
Por otro lado tenemos a Fernando Savater, que escribió en El País que “habría sido deseable no llamar ‘matrimonio’ (que es la denominación que recibe la familia formada por una pareja de distinto sexo) a las que legítimamente quieren constituir las del mismo sexo”. Según él, a distinto sexo corresponden distintos derechos, como demuestra el hecho de que los hombres no tengamos derecho a pasar revisiones ginecológicas. En cuanto a las familias homoparentales, el hecho de que parejas de homosexuales o lesbianas puedan tener hijos recurriendo a inseminación artificial le parece una inmoralidad, puesto que ‘todo el mundo tiene derecho a un padre y a una madre’. No le parece mal que gays y lesbianas puedan adoptar niños de cierta edad y que no hayan sido elegidos antes por una pareja heterosexual.
Al señor Álvaro Pombo no le gusta la palabra matrimonio y se muestra en contra de la modificación de la palabra en el diccionario de la RAE y le parece una frivolidad nuestra insistencia en que no se llame de otra manera. El señor Pimentel censuró a los gays de izquierdas, acusándolos de sentir ‘fascinación’ por el terrorismo en su oportunista artículo a raíz de la película ‘Clandestinos’.
Ya para terminar, para este Javier Martínez Gracia que defiende a Calamita, una familia homosexual ‘no puede ser núcleo germinal de una familia’, opinión que justifica mediante el argumento biológico: ‘El que la naturaleza haya previsto la necesidad de un padre y una madre debe de ser por algo, y seguro que no puede removerse simplemente alterando algún artículo del Código Civil’.
En ausencia, insisto, de una postura oficial, y con sus dirigentes/militantes regalándonos argumentos semejantes, ¿tenemos que creernos que UPyD no recortaría nuestros derechos si llegara al poder? No estaría mal que alguien, preferiblemente demócrata y con alguna autoridad en este partido nos aclarara de una vez por todas este punto.
Por cierto, que el ‘militante de base’ Martínez Gracia decidió intervenir en Dos Manzanas, intentando con poco éxito salvar la cara de su partido y completando los ‘razonamientos’ de su artículo. Las respuestas de varios de los foreros habituales, de un nivel argumentativo digno de elogio, le pusieron en su sitio y espero que todos seamos capaces de mantenerlas en nuestra memoria para cuando algún otro homófobo nos venga con sus transversales argumentos.
Grano Grueso
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Actualizado a 16 de febrero, 12:56: ver los comentarios a esta entrada en la versión antigua del blog.