El Museo del Prado expone a Francis Bacon, gran pintor homosexual
El pasado 3 de febrero se inauguró en el Museo del Prado la que promete ser la gran exposición del año. Las obras de Francis Bacon cuelgan ya de las mismas paredes que las grandes obras de su admirado Velázquez, en el museo que tantó amó y disfrutó. Hace pocos días el diario «El País» le dedicó un amplio artículo en el que desgrana parte de su vida, incluyendo alguna de sus relaciones homosexuales.
Francis Bacon, aunque nacido en Dublín, era hijo de un matrimonio de ingleses protestantes. De personalidad fuerte y bronca, su padre era un ex militar amante del orden y la disciplina. A los 16 años le descubrió vestido con la ropa interior de su madre y, sin contemplaciones, le echó de casa. Durante una larga temporada sobrevivió como pudo, de chico para todo, de acompañante de caballeros, y gracias a las tres libras semanales que le enviaba, a escondidas, su madre.
Convertido ya en pintor, Bacon visitó por primera vez Madrid en 1956, en compañía de uno de sus amantes, Peter Lacy. Bacon quedó enamorado para siempre del Prado, museo que volvería a visitar numerosas veces. También influyó el hecho de que Bacon tuviera, en los últimos años de su vida, un amante español. Lo cuenta Michael Peppiatt, biógrafo y amigo. Tras la gran exposición que la Tate Britain le dedicó en 1985, un joven español llamado José quiso manifestar su entusiasmo al pintor. Le escribía cartas a mano, con una cuidada letra. A Bacon, que jamás contestó a ningún mensaje, aquel detalle le hizo gracia y quiso conocerle. Inmediatamente quedó fascinado por aquel hombre «tan bien educado, rico y sofisticado», casi 50 años más joven que él. A raíz de aquella relación, Bacon cobró nuevas energías, y sus estancias en España se multiplicaron. De hecho, murió en Madrid en abril de 1992.
En el Prado sus obras se expondrán como Bacon siempre quiso, detrás de un cristal: «No utilizo ningún barniz y el vidrio ayuda a dar unidad al cuadro. Me gusta también la distancia que el cristal crea entre lo que he hecho y el espectador; me gusta que el objeto, por así decirlo, esté lo más lejos posible». La retrospectiva recoge asimismo parte del archivo de Bacon: grabados, libros, recortes de periódico, fotografías de gimnastas, de hombres desnudos, fotomatones de él, de sus amantes, de amigos, etc.
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Actualizado a 16 de febrero, 10:39: ver los comentarios a esta entrada en la versión antigua del blog.