Científicos censuran de sus estudios palabras como ‘VIH’ o ‘homosexual’ para conseguir fondos públicos
Según un artículo de Joana Kempner, limitado a una serie de investigadores del NIH (una agencia de investigación estatal estadounidense), pero que podría extrapolarse al conjunto de los investigadores, la mayoría de ellos se autocensura, bien en los títulos y en la breve descripción conocida como ‘abstract’, bien en el objeto de su estudio, a la hora de solicitar una beca de investigación a un organismo público, evitando materias que puedan ser objeto de polémica y por tanto llevar a la denegación de fondos públicos.
Como antecedente del artículo se encuentra lo sucedido en 2003 cuando un representante de los republicanos en el Congreso argumentó que la investigación de enfermedades ‘devastadoras’ por parte del NIH era mucho más digna de recibir el dinero del contribuyente que estudios centrados en ‘ciertos aspectos del comportamiento sexual’ proponiendo que cesaran estos últimos. La propuesta fue rechazada, pero posteriormente más de 200 investigaciones de 162 investigadores –la mayoría centradas en VIH- fueron revisadas internamente, aunque finalmente no fueron aparcadas por el NIH.
En su estudio Kempner pasó diversos cuestionarios a 82 de estos científicos (los otros no respondieron) y los resultados demostraron que alrededor de la mitad de ellos sí que eliminan en la actualidad ‘palabras conflictivas’ como ‘SIDA’, ‘homosexual’, ‘acto sexual’, ‘homofobia’, ‘bare-backing’ de sus artículos y ‘abstracts’. Un cuarto de ellos evita temas conflictivos como ‘contracepción’ y ‘aborto’. Cuatro de los 82 abandonaron la investigación a raíz de las indagaciones , y sólo el diez por ciento dijeron que el ‘incidente’ había reforzado sus ganas de ver su trabajo finalizado y publicado, aunque incluso entre estos últimos los haber caído en auto-censura.
Estos resultados sugieren que el ambiente político puede disuadir a los científicos de investigar temas con los que se habrían comprometido en ausencia de presiones. El artículo concluye que es necesario asegurarse de que se está satisfaciendo el necesario equilibrio entre la implicación política y el avance de la ciencia.
Al respecto de esta investigación J.D. Tuccille comenta que según un artículo del British Medical Journal, la proporción de estudios patrocinados por los gobiernos que se sitúan entre los altamente relevantes para las revistas médicas está decreciendo en los últimos años a favor de investigaciones patrocinadas por empresas privadas. 18 de los ensayos clínicos más citados después de 1999 fueron costeados por la industria privada. Por otro lado la investigación sin financiación gubernamental está creciendo en importancia y es a menudo mejor, según un informe del International Journal of Obesity. Tal vez, especula Tuccille porque se ahorran esfuerzos en batallas absurdas y en ‘sortear’ al sistema.
Para Tuccille está claro que aquellos científicos que quieran trabajar por la ciencia sin dejarse limitar por consideraciones políticas deberían buscar otras fuentes de ingresos en lugar de ‘intentar engañar al radar’, pero cabe la objeción de que las empresas también tienen sus intereses. En el tema LGTB, ¿habría empresas real y desinteresadamente dispuestas a financiar la investigación?
Es una difícil cuestión la que planteas al final del post… Al final te quedas con la duda de si realmente será posible la objetividad científica, estando el dinero de por medio. Es lo mismo que con los medios de comunicación, que el que más y el que menos tiran para uno u otro lado
Mientras la ciencia dependa del dinero público —gestionado por gobiernos de uno u otro signo—, su independencia se resentirá. La inyección privada verdaderamente puede ser una solución, ya que dependerá de la sensibilidad de perosnas u organismos concretos. Ahí, la variedad de sensibilidades posibles aumentará la proporción (no puedo saber en qué cuantía, pero algo seguramente sí) en el interés por financiar la investigación sin trabas, dejando hacer a los científicos su trabajo.
Ay Raúl, menudo tema tocas… Daría para una página web dedicada solo a ésto.
Uno de los grandes problemas de la investigación biomédica es quién está detras de cada estudio. Por supuesto, los autores tienen que declarar sus posibles conflictos de intereses cuando publican sus resultados… Pero no deja de ser un mero lavado de cara. Los ensayos, o los hace la industria farmaceutica, o los hacen fundaciones opacas cuya trama de intereses es dificil de desvelar. Y de las las revistas científicas y sus correspondientes comités más vale no fiarse demasiado.
El sector público, en USA y en Europa, hace mucho que dejó este campo a la «iniciativa privada». Y así nos va. Pero es una batalla perdida, me temo…
Grano Grueso, en ciencia yo más bien creo que es el dinero público el único que puede llenar ciertos vacios que la iniciativa privada nunca cubrirá.
Ay, Flick, cuenta, que nos enteremos un poquito de estos temas, que a mí, por lo menos me interesan… ¿al final va a hacer falta entonces que nos convirtamos de verdad en un lobby para que no se maquillen según que resultados?
Yo estoy con Flick: dudo mucho que la financiación privada sea la solución a los problemas de la financiación pública. Lo que hay que hacer es intentar que los políticos cambien de mentalidad y que no financien o dejen de financiar una investigación por cuestiones extra-científicas.
En algunos países, por ejemplo, cuyas economías no podían permitirse el pagar los medicamentos para su población vih+, decidieron sacar medicamentos genéricos. Y tuvieron que enfrentarse a la oposición de las multinacionales. En el caso de la India (creo) el asunto llegó a los tribunales.
Si la financiación pública tiene el «handicap» de los intereses políticos, la privada tiene, además, el problema de los intereses económicos empresariales (por no mencionar los prejuicios religiosos y de todo tipo que determinadas fundaciones puedan tener).
Hombre Raul
Yo creo sinceramente que muchos estudios que los que se estan publicando ultimamente sobre el VIH estan patrocinados todos por la industria farmaceutica, y que el resultado de dichos estudios benefia unica y exclusivamente a la industria farmaceutica.
Justamente uno de ellos que esta basado en una cohorte muy grande esta y estaba mal diseñado. Era para ver el efecto de las interrupciones programadas del tratamiento lo que se estaban haciendo mucho cuando los pacientes estaban muy por encima de los 500 o 600 cd-4 y luego se reimplantaba de nuevo el tratamiento al llegar a los 350. Conozco muchos casos que han estado de «vacaciones» durante mas de tres años. Yo mismo he estado dos veces durante 6 meses.
Como eso iba en detrimento de los intereses de las farmacueticas, ellos lo empezaron en el 2005 un estudio con muchos prticipantes pero solo reinsertaban el tratamiento cuando llegaban a los 200 cd-4. A partir de ese estudio los medicos dejaron de utilizar el arma de las vacaciones
Tambien las organizaciones americanas,las de la comunidad europea y las de distintos paises que deben redactar las recomendaciones para el tratamiento en relacion con el VIH se estan dejando influir totalmente por los resultados de dichos estudios. Lo peor es que la practica y la experiencia real de los ultimos 13 años nos han demostrado que los «temores» que se desprenden de los estudios no se han dado en la manejo diario de los pacientes desde que se implanto en 1996-97
Todo eso me parece muy raro.
La semana proxima voy a un congreso en donde se van a debatir esos temas. Pero en el VIH hay muchos interes economicos de todo tipo que defender, Y yo soy desconfiado por naturaleza y tengo una mentalidad que va mucho a lo practico.
Sobre el estudio en que te basas para el articulo, no tiene ni pies ni cabeza. Em primer lugar tiene no es que no tenga representatividad, sino que la representatividad es nula: 82 encuestados que contetastaron. Tienes idea de cuantos estudios se publican en cualquier congreso medico importante o en cualquier publicacion cientifica importante? Y de donde se ha sacado que el resultado podria extrapolarse a la comunidad cientifica que esta subvencionada por los gobiernos?. Sabes cuantos miles y miles de cientificos hay?
Es verdaderamente una casualidad que ese estudio que mencionas se comenzara a hacer en octubre del 2005, justo cuando los intereses de las farmaceuticas se vieron amenazadas por las «vacaciones»
Es decir que estudio Kemper del que haces mencion se hace a caso hecho para promocionar los estudios hechos con dinero publico
Asi que por una vez y sin que sirva de precedente estoy totalmente de acuerdo con Flick y Es-Fer y nada de acuerdo con raul
Bright, yo en esto no tengo ninguna opinión, y de hecho en el último párrafo pongo de manifiesto mis dudas. He publicado el artículo precisamente para invitar a la gente a pronunciarse y porque sé que hay gente por aquí, como es tu caso, que está interesada e informada en el tema y podría dar su opinión. Un saludo.
Un apunte: el «plan Bolonia» para la Universidad fomenta la privatización de los estudios elaborados en las universidades públicas. En unos años podremos hacer un estudio parecido en Europa.