El primer ministro británico recibe a una representación de la comunidad LGTB
Por primera vez en la historia del Reino Unido, un primer ministro británico ha recibido en su residencia del 10 de Downing Street a una representación de la comunidad LGBT. La recepción ha tenido lugar en el marco del mes de historia LGTB, que cada mes de febrero se celebra en el Reino Unido con multitud de actos de diverso tipo.
De hecho la recepción estaba programada para la semana pasada, pero fue retrasada en señal de duelo por la muerte de uno de los hijos de David Cameron, el jefe de la oposición conservadora.
Gordon Brown, que precisamente acaba de regresar de una visita a los Estados Unidos, ha aprovechado el momento para declarar que la aprobación el pasado mes de noviembre en referéndum de la Proposición 8 en California, que prohibe el matrimonio entre personas del mismo sexo, «es inaceptable y muestra que tememos que estar siempre vigilantes y luchar contra los comportamientos homófobos y contra cualquier forma de discriminación». Brown se convierte así en el primer líder internacional que crítica abiertamente el resultado de dicho referéndum.
Bueno, me parecen excelentes las declaraciones de Brown, supongo que entonces tiene intención de presentar una reforma legislativa en su país para permitir que las parejas del mismo sexo puedan contraer matrimonio.
Ahora mismo, en el Reino Unido, las parejas del mismo sexo gozan del mismo estatus que los partidarios de la Proposición 8 pretende implantar de forma permanente en California.
Quizás algún día, en España, nuestro presidente Zapatero reciba en La Moncloa a representantes del colectivo LGBT, y, quizás llegue por fin a decir por su boca, ante los medios, las palabras: lesbiana, gay…
La verdad es que eso no cuesta dinero a las arcas públicas y no parece requisito previo imprescindible que haya un censo de lesbianas y gays registrados ante las Administraciones Públicas como tales…
Bueno, nuestro presidente Zapatero ha aprobado el matrimonio, cosa que ni Brown ni Blair han hecho por mucho que se le llene la boca con la proposicion 8. Si nos ponemos a comparar…
La cuestión es: hecho por Zapatero lo «más difícil» e «importante», ¿qué trabajo le cuesta hacer lo «más fácil» y «nimio»…?
Me da la sensación de que algo raro pasa…