Eurovisión 2009 en dos manzanas: Bulgaria
Bulgaría (capital Sofía, con perdón…) es un país situado en los Balcanes, de poco más de siete millones de habitantes, lengua eslava, alfabeto cirílico y culturalmente ortodoxo, aunque con una minoría turca que ronda un nada despreciable 10% de la población.
Bulgaria despenalizó las relaciones homosexuales en 1968, siendo uno de los primeros países de la entonces Europa comunista en hacerlo. Desde 2002 la edad de consentimiento para las relaciones homosexuales es la misma que para las heterosexuales. La discriminación individual de las personas homosexuales está explícitamente prohibida por ley desde 2004, aunque el país carece de cualquier tipo de reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo y no permite a las mujeres solteras acceder a inseminación artificial. No existe una ley específica que regule la modificación registral de las personas transexuales. Según Wikipedia, una decisión de su Tribunal Supremo ha permitido a un gay, no obstante, heredar la mitad de los bienes de su pareja fallecida.
Pese a que el panorama legal búlgaro no es ni mucho menos el peor de la Europa Oriental, la homofobia social es muy fuerte, y pocos gays y lesbianas se atreven a visibilizarse. No fue hasta el pasado año 2008 que unas decenas de valientes manifestantes se atrevieron a celebrar el Orgullo LGTB en Sofía, siendo salvajemente acosados por grupos de extrema derecha, que les arrojaron desde bombas incendiarias hasta botellas llenas de orina. Afortunadamente la protección policial impidió que nadie sufriera daños importantes.
Su principal organización LGTB es BGO Gemini. Puedes acceder a información sobre el ambiente búlgaro (centrado básicamente en Sofía) pinchando aquí.
Y la canción representante de Bulgaria en Eurovisión es…
«Illusion», interpretada por Krassimir Avramov
¿Qué fue del chico de la maravillosa “Smalltown boy»? Pues se fue a Bulgaria e ingresó en un monasterio. Una noche, tras una ingesta de no se sabe bien qué, y escuchando el magnífico “Blind” de Hercules and Love Affair, fue poseído por el espíritu de una monja búlgara que adoraba a Jimmy Somerville. Bulgaria lleva tiempo buscando ganar Eurovisión y un año de estos caerá. Flipante. Chicas: atención al videoclip, que hay bollería fina.
Flick / elputojacktwist
que pesados estais con Eurovision…
(ah, no, que eso lo tengo que decir con mi otro nick)
«Pos» qué queréis que os diga, que si Bulgaria está buscando ganar Eurovisión, va a tener que seguir buscando. Y el videoclip podría servir para un anuncio de colonia prenavideño.
Me gustó mucho más el grupo que representó a Bulgaria el año pasado, con su divertida «DJ, Take me away». y muchísimo más aún esa originalísima mezcla de percusión, tecno y ritmos étnicos que llevaron en 2007. Hasta a mi «santo», que es completamente anti-ESC, le gustó la de 2007 (Nota).
(Nota: Aprovechad esto, trolls, que os lo estoy poniendo en bandeja.)
fantástica idea la de informar en el post sobre la situación del colectivo LGTB en cada país. Felicidades, jack y flick 🙂
bueno crasamet, pero es que ¡toda Bulgaria es como un anuncio de colonia prenavideño!
dejo aquí un texto DIVULGATIVO (expertos en teoría queer, abstenerse de tirarse a mi cuello) que escribí sobre la sociedad bulgara:
No soy un experto en teoría queer. Ni siquiera sé si entiendo algo o cada vez que leo libros sobre el tema me lío más. El caso es que este verano en Bulgaria he empezado a comprender algunas cosas viendo a la gente. Vamos a ver si me explico, que es complicado.
En nuestro país tendemos a confundir sexo con género. El sexo, según creo, es algo que está en nuestros cromosomas, en cada una de nuestras células, y que es imposible cambiar (por el momento, pero confío en la ciencia). El género, sin embargo, y según los teóricos, es una construcción social, algo aprendido desde que nacemos. Por eso, en otros países, a las personas transexuales se las denomina transgénero.
Así, nuestro reduccionista mundo convierte la gran infinidad de variaciones de la naturaleza en cuanto a sexo (XX, XY, XXX, XXY, y muchos más) en sólo dos géneros: el masculino y el femenino. Cuando llegamos al mundo nos ponen una pulserita rosa o azul y ahí ya va todo: la plancha, la agresividad, el mando a distancia, el aparcar bien, las colonias, la sensibilidad, el bricolaje, entender los mapas, la cocinita y mucho más.
Cuando vemos a una persona transexual, solemos decir “se le nota”. Hay muchas divas del cine o de la música que se han convertido en referentes para la población LGTB: su masculinidad o feminidad es tan excesiva que al resto de la gente le suele resultar incluso desagradable. Siempre caerá sobre ellos la sospecha: éste es un hombre, ésta es una mujer (hay menos casos, pero los hay).
Pues bien: en Bulgaria a la mayoría de las mujeres “se les nota”. Sus vestidos, sus joyas, sus contoneos, sus movimientos de caderas y manos, sus brillos, son tan antinaturales, tan forzados, que no queda más remedio que rendirse ante la evidencia: su comportamiento femenino es tan exagerado, tan sobreactuado, que no hay duda de que es aprendido (y aprendido mal). Pero no sólo eso, claro. A los hombres también “se les nota”. Su masculinidad es tan impuesta que produce hasta risa: sus miradas de desprecio, su altanería, la manera de tocarse los huevos, la forma de cruzar las piernas, de agarrar a sus mujeres, de beber la cerveza, de partir la carne, la manera de gritar, de impostar la voz, de reírse. Todo forzado, todo aprendido, todo actuado.
Es algo que me reconforta, sinceramente, el pensar que a todos “se nos nota”, que no hay nadie auténtico (y si lo hay, sin duda también es una actuación). Que todo es cuestión de ser mejor o peor actor. Actuar: esa es la cuestión.
Este año me he propuesto ser como Marlon Brando. Para el que viene pienso ser Ava Gadner.
Aunque yo no dijera ayer, comparto totalmente el comentario número 3 de Nosolopienso.
Felicidades a Flick y al Putojacktwist por la idea.
Por cierto, Jack: ¿Para cuándo un libro que se titule algo así como «Teoría Queer de Eurovisión» o algo así?
¡no me lo chafes, que ya está en prensa! 😉
Como lectura paralela al comentario eurovisivo, y confirmando las apreciaciones de Puto sobre la sociedad de Bulgaria y sus comportamientos sociales … ¿Qué tal una relectura de «Los novios búlgaros» de Mendicutti?
Rukaegos, ¿te puedes creer que lo primero que vi en la televisión en Bulgaria fue «Los novios búlgaros»?
A veces la vida juega a sorprender con deliciosas casualidades
ay, «Los novios búlgaros». Fue un libro importante durante mi proceso…
El «novio búlgaro» de la peli, Dritán Biba, en realidad es albanés.
Y cómo está el tío, 😀
¿Bollería Fina? De tan fina que es etérea y no se ve? jajajajaj.
pues yo debo estar fatal pero algo sí veo ¿no?
Le doy un 3/10